En medio de una marea humana que lo alentó desde la puerta del estacionamiento, Diego Armando Maradona dejó a las 17.52 de esta tarde la Clínica Olivos, donde el martes pasado fue operado para extraerle un hematoma subdural. El astro, de 60 años, recibió el alta clínica (no médica) y se irá a una casa alquilada en el barrio San Andrés del complejo Villanueva, en el Tigre. Allí pasará las próximas semanas, hasta que se defina cómo y dónde realizará el tratamiento de fondo para su adicción al alcohol.
La locación elegida no es casual. A pocos metros de allí vive Gianinna Maradona, la persona que se erigió como líder familiar en esta cruzada por recuperar a su padre. Además, también era necesario encontrar un domicilio cercano a la clínica Olivos.La salud de Diego Maradona. Cómo es el lugar en el que hará la rehabilitación en Tigre
En paralelo, hoy trascendió la primera foto de la internación de Maradona.La publicó su médico de cabecera, el neurocirujano Leopoldo Luque, quien se encargó del procedimiento quirúrgico. «Te di mi palabra. Vos confiaste y los dos cumplimos. Esto continúa, pero hoy festejamos este gran paso juntos. Te deseo paz en familia. Te amo para siempre», escribió Luque junto a la foto en la que se lo ve sonriente junto a Maradona.
Este martes se había tomado la decisión de que Diego no volviera ni a Brandsen ni a Ezeiza, por la distancia de esas dos localidades con las casas de sus hijas Dalma y Giannina (las dos viven en zona norte), y con la clínica Olivos, ante cualquier eventualidad. Por eso un destino en Tigre asomaba como mucho mejor para su rehabilitación.
Matías Morla, apoderado de Maradona, confirmó en la mañana de este miércoles que el ex capitán del seleccionado se retiraría hoy de la clínica. Y que pasó por «el peor momento de su vida». «Diego está entero y hoy está prevista el alta. Hay Diego para rato, con la unión de su familia y de los profesionales de la salud, él va a estar feliz», dijo Morla en la puerta de la clínica sobre la avenida Maipú, en Vicente López.
El campeón del mundo en México 86 deberá afrontar un largo tratamiento por su adicción al alcohol. «Estamos evaluando los detalles para ver los pasos a seguir, lo que sí queda claro es que esto recién comienza y que tenemos que continuar con un tratamiento«, dijo a la prensa Carlos Díaz, psicólogo y miembro del equipo médico que lo atiende en la clínica Olivos.
«La idea es que esté rodeado por las personas más cercanas porque los vínculos son los que van a poder ayudar a Diego a estar bien, sumado al seguimiento psicológico y médico», explicó Díaz al confirmar que el tratamiento será «ambulatorio». Luque agregó que «todo va en línea con que (la recuperación) siga en una casa, en (el barrio privado) Nordelta. Esa es una de las ideas más fuertes», declaró a radio La Red.
Por: Pablo Lisotto
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