5 de diciembre de 2020, Roma. Los organismos del suelo desempeñan una función esencial para impulsar la producción de alimentos, mejorar las dietas nutritivas, preservar la salud humana, recuperar los lugares contaminados y combatir el cambio climático, pero su contribución permanece en su mayor parte subestimada, señaló hoy la FAO en su primer informe titulado «State of Knowledge of Soil Biodiversity» (Estado de los conocimientos sobre la biodiversidad del suelo). El informe se presentó hoy con ocasión del Día Mundial del Suelo, conmemorado el 5 de diciembre.

A pesar de que la pérdida de biodiversidad figura entre las principales preocupaciones mundiales, no se otorga a la biodiversidad subterránea la importancia que merece, y debe tenerse plenamente en cuenta al planificar las intervenciones para el desarrollo sostenible, según el informe.

«La biodiversidad del suelo y la gestión sostenible de los suelos constituyen un requisito previo para el logro de muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible», afirmó la Directora General Adjunta de la FAO, Sra. Maria Helena Semedo. «Por lo tanto, los datos y la información sobre la biodiversidad del suelo, desde el plano nacional al mundial, son necesarios para planificar con eficiencia las estrategias de gestión de un tema del que todavía se conoce poco».

«Esperamos que los conocimientos incluidos en este informe faciliten la evaluación del estado de la biodiversidad del suelo como parte integrante de la presentación de informes nacionales y regionales en materia de biodiversidad y de los reconocimientos edafológicos», añadió.

Los suelos son una de las principales reservas mundiales de biodiversidad y albergan más del 25 % de la diversidad biológica del planeta. Asimismo, más del 40 % de los organismos vivos en los ecosistemas terrestres están asociados a los suelos durante su ciclo biológico.

En el informe la biodiversidad del suelo se define como la variedad de vida subterránea, desde los genes y las especies hasta las comunidades que forman, así como los complejos ecológicos a los que contribuyen y a los que pertenecen, desde los microhábitats de los suelos hasta los paisajes. Estos incluyen una gran variedad de organismos, incluidas formas unicelulares y microscópicas e invertebrados tales como nematodos, lombrices, artrópodos y sus fases larvales, así como mamíferos, reptiles y anfibios que pasan una gran parte de su vida bajo tierra, y una amplia diversidad de algas y hongos.

Las amenazas a la biodiversidad del suelo

La función de la biodiversidad del suelo mediante los servicios ecosistémicos que proporcionan es fundamental para la agricultura y la seguridad alimentaria.

Por ejemplo, los microorganismos del suelo transforman los compuestos orgánicos e inorgánicos que liberan nutrientes de manera tal que las plantas pueden alimentarse. Estas transformaciones también son vitales para la filtración, la degradación y la inmovilización de los contaminantes en el agua y el suelo. Además, la diversidad de los suelos contribuye a mejorar el control, la prevención y la eliminación de plagas y patógenos.

No obstante, la importante función de la biodiversidad del suelo para asegurar la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios puede verse amenazada por las actividades humanas, el cambio climático y los desastres naturales.

El uso excesivo e indebido de productos químicos agrícolas sigue siendo uno de los principales factores de pérdida de biodiversidad del suelo y, por tanto, reduce el potencial de esta biodiversidad para lograr una agricultura sostenible y la seguridad alimentaria.

Entre otros ejemplos figuran la deforestación, la urbanización, la intensificación agrícola, la pérdida de materia orgánica y carbono del suelo, la degradación de la estructura del suelo, la obturación del suelo, la acidificación del suelo, la contaminación, la salinización, la sodización, los incendios forestales, la erosión y los corrimientos de tierras.

El potencial de los suelos para mitigar el cambio climático

Las soluciones basadas en la naturaleza que implican el uso de microorganismos del suelo tienen un potencial considerable para mitigar el cambio climático. Desempeñan un papel clave en la fijación de carbono y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Una parte de las emisiones de dióxido de carbono antropógenas puede ser absorbida por las plantas y almacenarse en los suelos gracias a la descomposición microbiana, lo que puede permitir la retención de carbono en el suelo durante períodos de tiempo prolongados.

En el informe se constata que las actividades agrícolas constituyen la mayor fuente de gases de dióxido de carbono y óxido nitroso emitidos por los suelos, como consecuencia del uso excesivo e indebido de fertilizantes que contienen nitrógenos.

La biodiversidad del suelo y el bienestar humano

La biodiversidad del suelo respalda la salud humana, de forma tanto directa como indirecta, a través de la regulación de enfermedades y la producción de alimentos. Varias bacterias y hongos del suelo se utilizan tradicionalmente en la producción de salsa de soja, queso, vino y otros alimentos y bebidas fermentados. La relación entre las raíces de las plantas y la biodiversidad del suelo permite que las plantas produzcan sustancias químicas como los antioxidantes que las protegen de las plagas y otros factores de estrés.

Cuando consumimos estas plantas, los antioxidantes nos benefician al estimular nuestro sistema inmunológico y contribuir a la regulación hormonal. Los microorganismos del suelo también pueden ayudar a prevenir las enfermedades inflamatorias, entre ellas la alergia, el asma, las enfermedades autoinmunes, la enfermedad inflamatoria intestinal y la depresión.

Asimismo, desde principios de la década de 1900, se han obtenido de los organismos del suelo numerosos medicamentos y vacunas, desde antibióticos conocidos como la penicilina hasta la bleomicina que se utiliza para tratar el cáncer y la anfotericina para las infecciones por hongos. En el contexto del aumento de las enfermedades causadas por microorganismos resistentes, la biodiversidad del suelo tiene enormes posibilidades de ofrecer nuevos medicamentos para combatirlas.

Medidas futuras

Por lo general, existe una falta de datos detallados, políticas y medidas sobre la biodiversidad del suelo a nivel local, nacional, regional y mundial. En el informe se pone de relieve la necesidad de promover el cambio necesario para incluir indicadores biológicos de la salud del suelo, junto con indicadores químicos y físicos.

A fin de comprender mejor las amenazas a la biodiversidad del suelo y aplicar políticas y reglamentos pertinentes, es crucial invertir en evaluaciones de la biodiversidad del suelo armonizadas en todo el mundo, normalizar los protocolos de muestreo y análisis para permitir la recolección de grandes conjuntos de datos comparables y promover la utilización de herramientas de seguimiento eficientes con vistas a registrar los cambios en la biodiversidad del suelo.

Según el informe, la adopción de prácticas de gestión sostenible de suelos por parte de los agricultores, como premisa básica para preservar la biodiversidad del suelo, sigue siendo baja debido a la falta de apoyo técnico, provisión de incentivos y entornos propicios y debe intensificarse.

La publicación también subraya la necesidad de promover las tecnologías innovadoras en la gestión de suelos. Por ejemplo, las nuevas técnicas moleculares que utilizan la secuenciación molecular de próxima generación permiten una mejor comprensión de los organismos del suelo y los efectos que estos pueden tener en los sistemas de cultivo asociados.

Por consiguiente, sigue siendo de suma importancia reforzar la educación y el fomento de la capacidad en la adopción de instrumentos innovadores con vistas a contribuir a la salud de los seres humanos, las plantas y los suelos.

Las principales conclusiones del informe se presentaron hoy en la ceremonia virtual del Día Mundial del Suelo. Durante la ceremonia, se concedió el Premio Mundial del Suelo Glinka 2020 a un científico agrícola italiano, líder de acción en materia de suelos, el Sr. Luca Montanarella, y se otorgó el Premio del Día Mundial del Suelo Rey Bhumibol al Consejo de Investigaciones Agrarias de la India (ICAR). Además, conscientes de que no podemos gestionar de manera adecuada lo que no conocemos, durante el acto se presentó el Sistema armenio de información sobre los suelos. La grabación en vídeo del acto está disponible aquí.

fao.org