París, 18 de diciembre – La falta de financiación frena el desarrollo de la investigación sobre el medio marino, cuyas aplicaciones son sin embargo considerables, advierte el segundo Informe Mundial sobre las Ciencias Oceánicas, publicado por la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) de la UNESCO en puertas del Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible (2021-2030).
En promedio, los Estados sólo dedican 1,7% de sus presupuestos de investigación a las ciencias del océano (con porcentajes que van del 0,03% al 11,8% según los países), es decir, mucho menos que a los otros grandes ámbitos científicos. Esta falta de inversión es tanto más difícil de justificar cuanto que los océanos desempeñan un papel fundamental en la cuestión del clima y la biodiversidad.
Los descubrimientos en oceanografía alimentan, por otra parte, casi todos los sectores de la economía y la sociedad, con aplicaciones en los ámbitos de la producción de medicamentos, de la preservación de la biodiversidad o del desarrollo de nuevos procesos industriales. Las aplicaciones para la atenuación o la adaptación a los cambios climáticos son las tecnologías oceanográficas más frecuentemente patentadas.
Nuestro conocimiento de los océanos es un elemento clave para el porvenir de la humanidad. El informe mundial sobre las ciencias oceánicas 2020 subraya el papel fundamental de la investigación y de la cooperación internacional para todas las cuestiones clave del siglo XXI
Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO
El número de publicaciones oceanográficas está en aumento en Asia y, en menor medida, en América del Norte y Europa. Los países más avanzados en este ámbito son China, Japón y República de Corea. Los presupuestos dedicados a las ciencias oceánicas varían considerablemente de un país a otro y de un momento a otro. Así, entre 2013 y 2017, 14 países aumentaron su presupuesto medio, siendo la Federación de Rusia el país que registró la tasa de crecimiento anual más elevada (más de 10%) por delante del Reino Unido y Bulgaria, en tanto que otros nueve países redujeron su presupuesto de manera bastante marcada en ciertos casos, entre ellos Japón, Ecuador, Turquía, Brasil e Italia.
Más allá de estas decisiones presupestarias, la comunidad internacional se comprometió a lograr de aquí a 2030 una explotación razonable de los océanos cuando suscribió el Objetivo de desarrollo sostenible número 14 del programa 2030. Sin embargo, solo una minoría de los países han definido una estrategia específica para lograrlo, subraya el informe.
La Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO considera que el próximo informe, previsto para 2025, debería permitir evaluar las consecuencias del coronavirus y las pandemias en la capacidad humana y técnica en el ámbito de las ciencias oceanográficas. También proporcionará un examen de mitad de período del Decenio de las Ciencias Oceánicas. Las ciencias oceánicas incluyen todas las disciplinas de investigación relacionadas con el estudio del océano: desde la física y la química hasta las ciencias sociales y humanas, la biología, la salud, la geología, la hidrografía y, de manera más amplia, la investigación multidisciplinaria sobre los vínculos entre los seres humanos y el océano. El primer Informe Mundial sobre las Ciencias Oceánicas se publicó en 2017.
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- Informe Mundial sobre las Ciencias Oceánicas 2020 (en inglés)
- Una síntsis del informe está disponible en español, así como en las otras cinco lenguas oficiales de las Naciones Unidas
- Más información sobre la Comisión Oceanográfica Intergubernamental