Luego de una semana de recorrido y exploración en la isla, los 21 expertos de las entidades del Sistema Nacional Ambiental entregaron un balance del estado de la biodiversidad en este territorio.

• A pesar de la afectación generada, distintas especies endémicas sobrevivieron al huracán y otras presentan señales de riesgo.

• Durante las jornadas de limpieza de manglares se recolectaron 5,4 toneladas de basura marina, aproximadamente.

Providencia, 27 de enero de 2021. MADS. En un trabajo conjunto de las entidades del Sistema Nacional Ambiental: Instituto Humboldt, el Instituto Sinchi, Invemar, el Ideam, Coralina y Parques Nacionales Naturales, bajo el liderazgo del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, y con apoyo de expertos raizales, se llevó a cabo la primera expedición científica en Providencia, denominada Expedición Cangrejo Negro.

Esta investigación, desarrollada entre el 18 y el 24 de enero de este año, tuvo como objetivo evaluar los daños ambientales generados por el paso del huracán Iota y generar conocimiento para proponer un plan de restauración ecológica de la isla a corto, mediano y largo plazo.

Como balance general el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible Carlos Eduardo Correa afirmó que “esta Expedición nos permite avanzar en la identificación de estrategias de rehabilitación para la fauna y flora afectadas por el paso del huracán Iota, con el objetivo final de convertir a Providencia en un territorio sostenible”.

Al respecto, Hernando García, director del Instituto Humboldt, aseguró que evaluaron los impactos del huracán Iota sobre los diferentes componentes de la biodiversidad en la isla, relacionados con la flora, la fauna, especies endémicas y ecosistemas estratégicos como playas, manglares y bosque seco.

Por medio de la evaluación de diferentes grupos como mamíferos (murciélagos), reptiles (lagartos y culebras), anfibios, crustáceos (cangrejo negro) y aves se puede evidenciar cuál es el estado de salud ambiental de la biodiversidad en la isla.

García manifestó que antes del huracán Providencia contaba con una alta cobertura de bosques secos y manglares y arrecifes de coral en buen estado de salud, que se convirtieron en la base que está soportando la capacidad de respuesta que se observa hoy en la isla.

“Vemos que los ecosistemas están respondiendo a diferentes ritmos. Los bosques secos si bien fueron afectados en un 90%, las especies que dominan su estructura y composición están recuperándose a través de rebrotes y bancos de plántulas”, dijo García.

Así, se encontró que la especie palmicha de Providencia (Coccothrinax argentata) fue una de las plantas que soportó el paso del huracán y hoy rebrota en el bosque seco tropical. Esta especie será rescatada y trasladada al vivero para acelerar su proceso de crecimiento para la recuperación de este ecosistema.

Estado de las especies
Dentro de los principales hallazgos de los investigadores se evidenció que los reptiles se encontraban en un buen estado. En el primer día de la Expedición se registraron una especie endémica y una nativa de la isla: el lagarto de Providencia (Anolis pinchoti) y el gecko pestañudo (Aristelliger georgeensis), respectivamente.

“Estuvimos evaluando las diferentes especies nativas con énfasis en los endemismos, también especies introducidas como las iguanas. Si bien se ven algunos efectos sobre estas poblaciones, están bien y respondiendo positivamente”, informó García.

Por otro lado, se hallaron tres especies de murciélagos nativos en la isla, en especial una especie endémica, hay poblaciones viables que van a permitir la recuperación de las especies en Providencia en los próximos años.

Otro es el panorama respecto a las aves. Según el director del Humboldt, hay una preocupación con este grupo pues encontraron una diversidad menor a la esperada y las poblaciones de algunas especies se encuentran muy afectadas.

Sin embargo, es alentador el hallazgo del Vireo (Vireo crassirostris approximans), una especie endémica de Providencia, frente a la cual había gran preocupación por parte de la comunidad científica. Se encontraron poblaciones en diferentes localidades de la isla y según los expertos es una población que va a recuperarse fácilmente.

“Quedamos preocupados por la situación del colibrí mango pechiverde (Anthracothorax prevostii), que también es una especie endémica. Antes de Iota era reportado por observadores de aves y las comunidades lo veían en diferentes partes, en la Expedición solo pudimos observar un individuo, lo que nos indica que hubo una afectación severa sobre esta especie. Por lo tanto, debemos construir acciones de manejo conjunto con Coralina y el Ministerio para trabajar en su recuperación”, agregó García.

Señales de alerta en Providencia

El director de Humboldt también alertó sobre la presencia de especies invasoras de plantas como Vachelia leucocephala (Cockspor) y Leucaena leucocephala (Wild tamarind), dos especies que estaban antes de Iota asociadas a áreas perturbadas como rastrojos y zonas al borde de carretera. Este hallazgo se determinó luego de la investigación por transectos realizada por Coralina, el Instituto Humboldt, la Universidad Distrital Francisco José de Caldas y el Ideam.

No obstante, el cambio de la estructura del bosque por el huracán generaría que estas dos especies entraran con mayor fuerza a invadir áreas que antes ocupaban especies nativas. Para contrarrestar este panorama, se propone un trabajo conjunto entre Coralina y la comunidad para realizar seguimiento a estas especies invasoras.

Otra señal de riesgo abordada en la Expedición es la alta acumulación de biomasa, hojas y ramas que empiezan a secarse y que pueden convertirse en un material combustible.

“En esta época seca que inicia esto va a implicar que puedan aumentar las probabilidades de riesgo de incendios forestales y la magnitud de los mismos. Estaremos trabajando con Coralina, el Ministerio, bomberos y la comunidad para manejar esta situación”, aseguró García.

Por eso, el llamado a toda la comunidad es a comprometerse con el cuidado de la isla, especialmente en esta temporada de sequía, evitando las quemas y protegiendo los bosques que están recuperándose.

Otros resultados destacados
De acuerdo con el reporte de expertos del Invemar, en los manglares con mayor área, como Old Providence y Suroeste, se ratificó el rol de estos ecosistemas como barrera natural contra huracanes, percibiendo las zonas más internas con un menor impacto.

Como resultado de las jornadas de limpieza, lideradas por Invemar con el apoyo de la Corporación Coralina, Masbosques, Conservación Internacional, Parques Nacionales Naturales de Colombia, Ejército Nacional y las familias beneficiarias del Programa de Pagos por Servicios Ambientales, se recogieron cerca de 5,4 toneladas de basura marina, correspondientes a 13.794 unidades donde el plástico fue protagonista con más del 60% del total de elementos contados, seguido de metal y madera procesada.

Así mismo, se evaluó la condición de más de 300 árboles, las variables físico químicas del agua en el suelo del manglar y la regeneración natural en más de 60 puntos de verificación en las cuatro zonas priorizadas.
Durante la Expedición también se realizó el levantamiento topográfico de perfiles de playa, monitoreando las condiciones ambientales físicas, así como la toma de muestras de sedimentos en tres playas con el fin de realizar estudios de granulometría y mineralogía.

Por su parte, el Ideam apoyó la investigación con la visita a 10 estaciones de la red hidrometeorológica en San Andrés, Providencia y Santa Catalina, con el objetivo de recuperar información, reestablecer la toma de registros, realizar adecuaciones de infraestructura, revisar sensores e instrumental existente, entre otras actividades técnicas.

El equipo de expertos del Ideam también realizó un completo análisis y monitoreo de las condiciones hídricas y de calidad del agua en la isla de Providencia.

En San Andrés visitaron el campo de pozos del acueducto de Cove Valley y el humedal de la Laguna Big Pond (de especial atención) y se realizó un reconocimiento al Arroyo del Cove en Duppie Gullie.

En Providencia realizaron observaciones de tipo geológico e hidrogeológico para determinar controles climáticos y geomorfológicos de las corrientes superficiales intermitentes. Además, en Santa Catalina se realizó un reconocimiento perimetral con el propósito de identificar drenajes superficiales, manantiales y su interacción con las dinámicas costeras.

minambiente.gov.co