La Asamblea Nacional (Parlamento) de Nicaragua ha aprobado la creación de la “Reserva de Biosfera del Caribe Nicaragüense”, ubicada frente a la costa este del país centroamericano.
El título de “reserva de biosfera” no fue otorgado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), como suele ocurrir, sino que se trata de un nombre concedido por la Asamblea Nacional, de mayoría sandinista, a petición del presidente Daniel Ortega “con carácter de urgencia”.
La reserva de biosfera nicaragüense recién creada es, por mucho, la más extensa del territorio, ya que con sus 44.157 kilómetros cuadrados supera a Bosawás (norte, 21.815 kilómetros cuadrados), Sureste de Nicaragua (sureste, 7.677 kilómetros cuadrados) y Ometepe (sur, 500 kilómetros cuadrados). En el área alcanzarían países como Bélgica, Dinamarca, o Suiza.
Dicha reserva se encuentra al oeste de la reserva de biosfera Seaflower de Colombia, que sí fue declarada como tal por la UNESCO en 2000, cuando una extensa área del mar Caribe nicaragüense era administrada por Bogotá.
El ambientalista Amaru Ruiz, director de la Fundación del Río, se mostró preocupado por la decisión de Nicaragua, debido a los antecedentes del Gobierno de Ortega con las reservas naturales.
“Si tomamos en cuenta el manejo de las reservas de biosfera que ya existían en Nicaragua, donde hay negligencia, deforestación, degradación, no hay voluntad política para interceder, con esos antecedentes, que es una iniciativa de urgencia, que no se mostraron estudios de ningún tipo, y que este Gobierno no hace una cosa sin tener amarrada otra, existen preocupaciones”, dijo Ruiz a EFEverde.
La nueva reserva tiene como zona núcleo el mar que rodea a los Cayos Miskitos, que pertenecen a la Región Autónoma Caribe Norte (RACN), y las que hay alrededor del Archipiélago de San Andrés, que pertenece a Colombia. EFEverde