El viernes, 6 de febrero, el gobierno de Estados Unidos dio a conocer su Estrategia de Seguridad Nacional (NNS) y, por primera vez, el cambio climático aparece como uno de los mayores riesgos para el país.

Dentro de la Estrategia de Seguridad Nacional, el cambio climático aparece como una amenaza al más alto nivel -como lo son por ejemplo el terrorismo o las armas nucleares- y hacerle frente se establece como prioritario. Así el texto explica:

«El cambio climático es una amenaza urgente y que va aumentado, provocando más desastres naturales, oleadas de refugiados y enfrentamientos por recursos básicos como la comida o el agua.
Estados Unidos está liderando los esfuerzos en casa y en el ámbito internacional para afrontar este reto. (…) Los esfuerzos en el ámbito nacional contribuyen a nuestro liderazgo internacional. Para avanzar a partir de lo logrado en Copenhague y las negociaciones que han seguido, estamos trabajando en lograr un nuevo acuerdo climático universal ambicioso para dar forma a estándares en prevención, resiliencia y respuesta para la próxima década.»

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ya dijo durante el último discurso del estado de la Unión, que el cambio climático es la mayor amenaza para las generaciones futuras. Tan solo unos meses antes, en octubre pasado, el Departamento de Defensa reconoció en un informe que el cambio climático plantea “riesgos inmediatos” para la seguridad nacional, reconociendo que este fenómeno tendrá un amplio y costoso impacto en la forma en la que la primera potencia militar del mundo lleva a cabo sus operaciones.