ELSA-d es el nombre de la primera misión de demostración comercial en lanzarse al exterior con la finalidad de limpiar los desechos espaciales causados por la humanidad. El despegue de la misión se llevó a cabo este 22 de marzo, desde el cosmódromo de Baykonur, en Kazajistán y estuvo a cargo de Astroscale.
Cuando escuchamos el término sostenible, de inmediato pensamos en el medio ambiente de nuestro planeta. Sin embargo, la humanidad ha abarcado mucho más allá de los límites de la Tierra y en el espacio exterior existen numerosos escombros basura. Por lo tanto, podríamos extender el término sostenible hacia el espacio, para referirnos a la responsabilidad humana de no dejar basura espacial.
Astroscale es una empresa japonesa-británica fundada en 2013 que tiene como objetivo contribuir activamente al uso sostenible del entorno espacial. Para ello, su función principal es la de desarrollar soluciones innovadoras contra el creciente número de desechos espaciales que ocasiona la humanidad y aquí es donde ELSA-d entra en acción.
Sostenibilidad espacial
End-of-Life-Services-demostration (ELSA-d) consta de dos naves espaciales; un satélite de servicio de 175 kilogramos y un satélite cliente de 17 kilogramos, que se lanzaron al espacio en conjunto. El satélite de servicio se desarrolló con la finalidad de eliminar de forma segura los objetos de escombros en la órbita. Está equipado con tecnologías de encuentro de proximidad y mecanismo de acoplamiento magnético. Mientras que el satélite cliente es una réplica de escombros, dotado de una placa ferromagnética que permite el atraque.
La misión implica que el satélite de servicio libere y acople repetidamente al satélite cliente, en una serie de demostraciones técnicas. Así, podrá demostrarse la capacidad de encontrar y acoplar satélites difuntos y otros escombros en la órbita espacial.
Limpiar los desechos espaciales en la órbita terrestre, representa la clave para la sostenibilidad espacial y así garantizar que satélites futuros puedan operar sin riesgo de colisionar con escombros. La Agencia Espacial Europea estima que existen cerca de 3 mil 600 satélites en funcionamiento, mientras que la Red De Vigilancia Espacial de los EE.UU., ha rastreado más de 28 mil piezas de escombros satelitales.
Los escombros espaciales cada día se vuelven un problema más grave, tomando en cuenta la cantidad de basura que circunda nuestro planeta. Aunado a ello, las empresas no han parado de lanzar dispositivos que en un punto llegarán al colapso por la falta de espacio en la órbita terrestre. Tan sólo la compañía de Elon Musk, Starlink, planea poner en órbita 12 mil satélites en la próxima década, para brindar servicio de internet satelital a lo largo y ancho del planeta.
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