Los animales se encontraban en una embarcación de pescadores de la zona.
Bogotá, 21 de mayo de 2021. Gracias a los recorridos de Prevención, Vigilancia y Control que se realizan diariamente en el Santuario de Flora y Fauna Ciénaga Grande de Santa Marta, fueron recuperadas 8 babillas que habían sido capturadas por pescadores de la zona.
En el recorrido por la zona sur del área protegida, los guardaparques se acercaron a una de las canoas de los pescadores de la región y notaron un saco al interior de la embarcación en donde algo se movía; procedieron a revisar y encontraron las babillas, las cuales fueron decomisadas de manera inmediata.
Una vez recuperados los ejemplares, el equipo del Santuario realizó un proceso educativo con los pescadores, en donde les hablaron sobre la importancia de esta especie como reguladora de otras especies de fauna por debajo de la cadena alimenticia y su papel fundamental para controlar y mantener el equilibrio de los ecosistemas.
Después de terminar el recorrido de PVC, las ocho babillas fueron dejadas en libertad en un sector sin presencia humana y de aguas más profundas dentro del área protegida.
Es de resaltar que, durante estos recorridos, los guardaparques se encuentran con frecuencia con los pescadores en sus jornadas de faena de pesca de subsistencia. En aras de aprovechar esta oportunidad, los funcionarios se acercan a sus canoas para informarles sobre las actividades no permitidas dentro del Santuario, así como para conocer sobre las posibles situaciones que puedan afectar al área protegida o sus zonas de influencia y así actuar de manera oportuna.
Con el fin de mitigar esta presión, los guardaparques están realizando jornadas de trabajo en conjunto con las familias de la comunidad de Santa Rita (municipio de Remolino-Magdalena) para fortalecer sus conocimientos en relación con la importancia de conservar las especies de fauna silvestre que habitan en el área protegida.
Sobre la especie:
La babilla es una especie nocturna que durante el día se asolea en bancos y playones de los ríos y ciénagas. Las crías y juveniles (menores a 1 m) se alimentan principalmente de crustáceos, moluscos e invertebrados terrestres; al crecer (aproximadamente 120 cm de longitud total) consumen otros grupos de animales, como aves, reptiles, anfibios, pequeños mamíferos y peces, siendo este último el grupo más frecuente en su dieta.
Estos reptiles son evasivos y tienden a ocultarse al sentirse en peligro. También, son territoriales y manejan un sistema jerárquico dentro de la población, el cual se mantiene por una serie de señales auditivas, visuales y químicas.
Estas especies cumplen una función de control fundamental en los ecosistemas marino-costeros donde se encuentran, como en el Santuario de Fauna y Flora Ciénaga Grande de Santa Marta.
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