El lenguaje podría parecer una red que interconecta únicamente a los humanos, quizá por la complejidad de nuestra manera de comunicación o por la poca empatía que hemos desarrollado por lo diferente, lo cierto es que de todo el tiempo que hemos coexistido con la naturaleza, tan sólo en los últimos tiempos nos hemos preguntado si los animales han desarrollado sus propios lenguajes. La respuesta desde luego que es afirmativa, tan sólo tenemos el ejemplo claro de las ballenas, que son capaces de intercambiar su lenguaje entre diferentes poblaciones. Igual de sorprendente es el caso de las abejas, recientemente los investigadores han logrado descifrar su lenguaje universal.
Con anterioridad creíamos que el lenguaje pertenecía exclusivamente a los humanos. Pero poco a poco hemos ido descubriendo que no es así, los animales también tienen sus maneras exclusivas de intercambiar comunicación entre ellos. Por ello, los más acérrimos investigadores del comportamiento animal sueñan con algún día descifrar el lenguaje con el que estos se comunican los unos con los otros. Y aunque no sabemos si algún día esto suceda, las investigaciones al respecto cada día avanzan más.
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Ahora, un equipo de investigadores de Virginia Tech ha logrado decodificar el lenguaje universal de las abejas melíferas. Han hallado la piedra Rosetta de la comunicación entre abejas y podría fungir como un traductor para la compleja comunicación que ostentan, incluso entre distintas subespecies alrededor del mundo.
Descifrando el lenguaje de las abejas
Desde décadas atrás sabemos que los vuelos geométricos de las abejas no son aleatorios, sino que esconden en ellos una manera intrincada de comunicación. No obstante, no se había logrado descifrar esta “danza de las abejas” como se le ha nombrado con anterioridad. La ciencia tenía vagos conocimientos de sus piruetas dancísticas y sus significados. Lo que sí, es que se tenía claro que su sistema de comunicación es a través del meneo de sus cuerpos en el aire.
Cuando las abejas necesitan transmitir un mensaje a sus compañeras, comienzan una especie de actuación en la que los movimientos son de gran importancia. Roger Schürch, líder de la investigación, explica cómo lograron decodificar el lenguaje universal de las abejas: “Entrenamos a muchas abejas y las seguimos a grandes distancias. Puedes entrenar a las abejas para que vayan a un comedero y lo muevan cada vez más lejos”. Así que siguieron la trayectoria de los insectos hasta grandes distancias, para analizar su comportamiento.
Luego compararon y cotejaron sus datos con todos los estudios de calibración de abejas publicados anteriormente. Y sorprendentemente, encontraron que su metodología podía ajustarse a todas las subespecies de abejas melíferas con una gran precisión. El propio Schürch afirma que “una abeja de Inglaterra entendería a una abeja de Virginia y encontraría una fuente de alimento de la misma manera con una tasa de éxito similar”.
Estos resultados son esperanzadores para aplicarlos en materia de conservación de las abejas, que están declaradas como los seres más importantes del planeta.Lamentablemente se encuentran en peligro de extinción, pero estamos a tiempo de salvarlas y seguir admirando su danza que las ayuda a polinizar y mantener vivo el planeta.
Referencias: Schürch, R. Zwirner, K. Yambrick, B. Pirault, T. Wilson, J. Couvillon, M. (2019). Dismantling Babel: creation of a universal calibration for honey bee waggle dance decoding. Animal Behaviour. DOI
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