El primer informe sobre deficiencias en el ámbito hidrometeorológico
pide la adopción de medidas más ambiciosas
La mejora de los pronósticos meteorológicos, los sistemas de alerta temprana y la información climática —los denominados servicios hidrometeorológicos— permitiría salvar 23 000 vidas al año y podría generar beneficios anuales de al menos 162 000 millones de dólares de los Estados Unidos, según se estima en un nuevo informe.
En el primer informe sobre deficiencias en el ámbito hidrometeorológico, presentado el 8 de julio, se describe el camino que queda por recorrer para poder aprovechar los beneficios que reportarían unos servicios meteorológicos y climáticos eficaces. Para alcanzar ese objetivo, debe acometerse una compleja empresa a escala local y mundial, cuyos retos también se exponen en el informe. Se proponen, asimismo, medidas prioritarias que permitirían aplicar a mayor escala las iniciativas de apoyo concebidas para fortalecer las capacidades de los países en desarrollo.
El informe ha sido presentado por los líderes de la Alianza para el Desarrollo Hidrometeorológico —integrada por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y por instituciones internacionales humanitarias, financieras y para el desarrollo— en el marco de un acto de alto nivel centrado en las soluciones hidrometeorológicas que deben adoptarse para llevar a cabo una acción climática eficaz y alcanzar un desarrollo sostenible.
En el informe se destaca el hecho de que las inversiones en sistemas de alerta temprana multirriesgos generan beneficios al menos diez veces mayores que su costo, y se recuerda que esos sistemas son fundamentales para aumentar la resiliencia ante los fenómenos meteorológicos extremos. Sin embargo, solo el 40 % de los países dispone actualmente de sistemas de alerta eficaces, y persisten importantes deficiencias en cuanto a los datos de observación vitales de los que dependen esos servicios, en particular en los países menos adelantados y los pequeños Estados insulares en desarrollo.
«Nuestro clima está cambiando a gran velocidad. El decenio anterior fue el más cálido del que se tiene constancia. La temperatura media mundial supera en aproximadamente 1,2 °C los valores de la época preindustrial. Y estamos muy lejos de reducir las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero para evitar los peores efectos del cambio climático y limitar el aumento de la temperatura a menos de 1,5 °C, en consonancia con los objetivos del Acuerdo de París», afirma el Secretario General de la OMM, profesor Petteri Taalas.
Aunque la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero sigue siendo esencial, el Secretario General de las Naciones Unidas, señor António Guterres, ha pedido que 2021 marque un antes y un después en materia de adaptación y resiliencia, y que se incrementen de forma significativa tanto el volumen como la previsibilidad de los fondos destinados a fines de adaptación. La consecución de ese tipo de avances es esencial para que todas las personas, y en especial las más vulnerables, puedan adaptarse a las consecuencias de aquellos fenómenos meteorológicos y climáticos futuros que no puedan evitarse y sean más resilientes a ellas.
«Para disponer de medidas de adaptación eficaces debe contarse con servicios meteorológicos y climáticos basados en datos científicos», explica el profesor Taalas en el prólogo del informe.
«Aunque la contribución de los países en desarrollo a las emisiones de gases de efecto invernadero es limitada, las consecuencias de los desastres causados por fenómenos meteorológicos relacionados con el clima son tres veces mayores en esos países que en los países de ingreso alto. La exactitud de los pronósticos meteorológicos y la solidez de las predicciones climáticas son fundamentales para la formulación de políticas de adaptación y la adopción de decisiones de inversión», comenta el presidente de Côte d’Ivoire, señor Alassane Ouattara.
La Alianza para el Desarrollo Hidrometeorológico se puso en marcha en el 25º período de sesiones de la Conferencia de las Partes (CP 25) en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) que se celebró en Madrid. Los miembros de la Alianza asumieron el compromiso colectivo de colaborar al objeto de redoblar las iniciativas encaminadas a cerrar la brecha de capacidad en cuanto a servicios meteorológicos, climáticos, hidrológicos y medioambientales conexos de calidad como base para lograr un desarrollo resiliente y sostenible.
Grandes beneficios
En el informe se hace hincapié en que, desde el punto de vista económico, las inversiones en el ámbito hidrometeorológico son extremadamente provechosas, dado que conllevan un triple beneficio:
- Evitan pérdidas: Los sistemas de alerta temprana fiables y exactos salvan vidas y protegen bienes por un valor al menos diez veces superior a su costo.
- Optimizan los sistemas productivos: Se estima que los beneficios anuales derivados de la mejora de la producción económica conseguida gracias a la aplicación de los pronósticos meteorológicos en sectores muy sensibles a las condiciones meteorológicas ascienden a unos 96 000 millones de dólares.
- Propician una mejor respuesta estratégica a largo plazo al cambio climático: La Comisión Global de Adaptación estima que invertir estratégicamente 1,8 billones de dólares entre 2020 y 2030 en todo el mundo podría generar 7 billones de dólares en beneficios netos totales. Los servicios hidrometeorológicos son la base de esas inversiones.
Diagnóstico Hidrometeorológico Nacional
En el informe se presenta el Diagnóstico Hidrometeorológico Nacional, una herramienta operativa normalizada e integrada de la Alianza para evaluar los servicios hidrometeorológicos y orientar los procesos decisorios en materia de inversión.
En colaboración con 16 países, se ha llevado a cabo una primera ronda de diagnósticos hidrometeorológicos nacionales. Las evaluaciones, realizadas por servicios meteorológicos homólogos, han evidenciado amplias diferencias de capacidad entre los diversos países analizados. Los países más débiles carecen de la capacidad más básica en términos de equipamiento, competencias y participación de los usuarios, a pesar de los riesgos claros y crecientes a los que están expuestos.
Las observaciones meteorológicas y climáticas son uno de los ámbitos donde las deficiencias son más importantes, y ello no hace más que confirmar nuevamente que la generación y el intercambio internacional de observaciones en superficie de parámetros meteorológicos y climáticos básicos constituye siempre todo un reto.
Subsanar las deficiencias en cuanto a observaciones: el Servicio de Financiamiento de Observaciones Sistemáticas
Las deficiencias en materia de observaciones son particularmente acusadas en los países menos adelantados y en los pequeños Estados insulares en desarrollo, que actualmente están lejos de cumplir los requisitos establecidos para la Red Mundial Básica de Observaciones (GBON), un sistema acordado a nivel internacional. Como consecuencia, esos países no pueden generar pronósticos de calidad.
La falta de observaciones en esos países merma la calidad de los pronósticos en todo el mundo. Sin un aumento sustancial del intercambio internacional de observaciones en superficie, la calidad de los servicios hidrometeorológicos no podrá mejorar de forma significativa, porque depende directamente de la calidad de los datos en los que se basan esos servicios.
Por ello, en el informe sobre las deficiencias en el ámbito hidrometeorológico se señala como acción prioritaria de la Alianza la creación del Servicio de Financiamiento de Observaciones Sistemáticas (SOFF). Su establecimiento cuenta con el respaldo de numerosos dirigentes de los países beneficiarios y de organizaciones internacionales. Su objetivo es fortalecer la adaptación al clima y el desarrollo resiliente mediante la recopilación continuada de observaciones en superficie de parámetros meteorológicos y climáticos de calidad y su intercambio a escala internacional.
Dado su alcance mundial, se espera que el servicio brinde apoyo financiero y técnico a largo plazo para cerrar la brecha en materia de observaciones de manera continuada, en particular en los países menos adelantados y los pequeños Estados insulares en desarrollo.
Según el calendario previsto, el SOFF se pondrá en marcha en la CP26 —la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se celebrará en Glasgow— y entrará en fase operativa en 2022.
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