28 julio, 2021 Miami
La Bahía Vizcaína (Biscayne Bay), un tesoro ecológico ubicado en el condado de Miami-Dade (Florida, EE.UU.), se encuentra en grave peligro por la contaminación de sus aguas, rodeada de amenazas sobre las que científicos y cineastas de Miami alertan ahora a la población y las autoridades.
Concienciar sobre el peligro es el fin de los videos ganadores de un concurso que pone en valor la maravilla de este entorno marino con la implicación de dos científicas y una “sirena” que vive en la bahía.
Se trata de la iniciativa Save the Bay, un concurso de anuncios de servicio público en formato de video de unos 60 segundos del que han resultado ganadores cinco cineastas que aportan su visión artística para “salvar” la Bahía Vizcaína.
Los cinco videos premiados en el concurso organizado por el centro artístico Oolite Arts con respaldo de las autoridades del condado se exhiben hoy con la presencia de sus realizadores, quienes se han implicado a fondo en la defensa y protección de esta bella bahía de 56 kilómetros de longitud y 13 de anchura ideal para la práctica de deportes acuáticos.
“Nuestras vidas están profundamente entrelazadas con la bahía: somos uno y lo mismo”, dice a Efe la cineasta y científica estadounidense de origen iraní Shireen Rahimi, radicada en Miami.
El video de Rahmi, “¿Qué le pasó a la Bahía?”, propone una “conexión emocional y física con el ecosistema de la bahía de Biscayne y el papel que juega en la historia de nuestra vidas”, agrega la también submarinista y fotógrafa licenciada en Ciencias Ambientales por la Universidad de Miami (UM).
Asegura que el rodaje fue un “trabajo de amor”, una experiencia marcada tanto por la belleza de la bahía como por toda la gente que ayudó a su realización: desde el camarógrafo experto en uso de drones hasta el dueño del muelle desde donde ella saltó al agua para la filmación submarina.
Un entorno natural único dañado por la contaminación
La parte sombría es el estado en que se halla este ecosistema tan diverso y abundante en corales, pasto marino, manglares y con más de 120 especies diferentes de animales en peligro.
“La bahía está sufriendo. La hierba marina está muriendo y quedan muy pocos animales”, una situación que se podría revertir, dice, “si dejamos de contaminarla con fertilizantes y pesticidas, las construcciones en la costa o el impacto de los cruceros”.
Las alarmas saltaron en agosto de 2020, cuando centenares de barracudas, anguilas, mariscos y todo tipo de peces aparecieron muertos flotando al sureste de la bahía, seguido de una floración de algas.
Científicos y expertos de la Comisión para la Conservación de la Pesca y la Fauna (FWC) concluyeron que estas muertes eran resultado de los bajos niveles de oxígeno por la sobrecarga de nutrientes (nitrógeno y fósforo), procedentes de tanques sépticos, y una temperatura más alta de lo habitual en las aguas de la bahía, entre otros factores.
A juicio de Piero Gardinali, director del Instituto de Medioambiente de la Universidad Internacional de Miami (FIU), factores como la “rápida urbanización, la contaminación, el aumento de las temperaturas, la gestión del agua, el aumento del nivel del mar y la pérdida de hábitats importantes afectan a las aguas de la bahía”.
Preguntado por Efe sobre la importancia de este entorno natural único, Gardineli fue tajante: “No hay Miami sin la Bahía Vizcaína”, ya que el “sustento del sur de Florida está ligado a la salud de sus ecosistemas costeros”.
Pero, pese a la contaminación, su rica biodiversidad permite incluso la existencia de una “sirena” negra, como así lo recoge el video de la cineasta estadounidense de origen dominicano Helen Peña, otra de las ganadoras del concurso.
Una sirena negra que emerge del fondo del océano para “despertarnos” en un cuento con texto poético que nos alerta de la necesidad impostergable de “proteger nuestra magia, proteger la vida, proteger la bahía”.
“La Bahía de Vizcaya representa para mí la vida sagrada, un lugar que estuvo habitado por la tribu Tequesta y, a la vez, un microcosmos del tipo de desastre climático que está sucediendo en todo el mundo”, subraya a Efe Peña.
“El tiempo de actuar es ahora”
En “Video Carta”, de Alexa Caravia, una bióloga marina jubilada le relata a su nieto aún no nacido el triste declinar de un ecosistema privilegiado que deben cuidar todos.
Esta “declaración de amor” a la bahía es también un “llamado a la acción” y a que el “público reflexione sobre su responsabilidad con la bahía al tomar conciencia de nuestro impacto en un ecosistema vibrante y complejo”, dice a Efe Caravia, productora, cineasta y directora de fotografía.
Para este trabajo documental, Caravia se sumergió en el Archivo Wolfson del Miami Dade College(MDC), donde descubrió que desde hace décadas “se han dado alarmas y señales que se han ignorado”.
“Mi temor es que, si no actuamos ahora, pronto nos encontraremos en un punto de no retorno habiendo hecho un daño irreversible a un entorno natural que hace que la vida en Miami sea tan mágica”, afirmó.
Según el sitio web de ciencias ambientales Mongabay, los pastos marinos han disminuido hasta un 90 % en algunas áreas de la Bahía de Vizcaya y en otras han desaparecido por completo.
Un grave problema, si se tiene en cuenta que el pasto marino resulta vital como hábitat y alimento de numerosos peces y moluscos, además de extraer nitrógeno y fósforo del agua y liberar oxígeno.
Por eso, como insiste Gardineli a Efe, “el tiempo de actuar es ahora. Lo que está pasando en la bahía es un grito de ayuda, una llamada de atención y de acción”, para poder seguir celebrando la maravilla que es la Bahía de Vizcaya. EFEverde.