• A la fecha, en los 32 departamentos se han plantado 66.130.168 árboles de más de 250 especies nativas.

• “Esto ratifica la gestión de los sectores en el territorio y promueve la recuperación de los ecosistemas bajo procesos inclusivos con comunidades”, dijo Adriana Santa, del Minambiente.

Bogotá D. C., 29 de julio de 2021 -MADS-. Antioquia, Valle del Cauca, Bolívar, Nariño y Meta son los cinco departamentos que más han aportado a la meta del Gobierno Nacional de sembrar 180 millones de árboles al 2022. Sus políticas ambientalistas y el esfuerzo común ofrecido por sus habitantes están logrando que este propósito se materialice.

De acuerdo con el registro del contador de árboles del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Antioquia lidera la siembra con 19.666.266 árboles, seguido del Valle del Cauca con 8.277.931, Bolívar con 3.198.496, Nariño con 3.193.296 y Meta con 2.840.182.

“En el Gobierno Nacional nos propusimos sembrar 180 millones de árboles al año 2022. Esta meta tiene un propósito primordial, el de sembrar vida, mejorar la calidad del aire para todos los colombianos y restaurar nuestras áreas protegidas. Pero también apoya otras metas, como lograr cero deforestación y la reducción en un 51 % de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero al 2030, y alcanzar la carbono-neutralidad al 2050. También se ha venido fortaleciendo nuestra estrategia de educación ambiental en las regiones, porque al sembrar un árbol contribuimos al cambio de conciencia que el mundo y Colombia requieren”, expresó Carlos Eduardo Correa, ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

En estos cinco departamentos se han puesto en marcha proyectos ambientales que tienen como propósito la recuperación, la rehabilitación y la restauración de los recursos naturales para que brinden captura de carbono, servicios ecosistémicos, regulación de temperaturas y acerquen al hombre a la naturaleza. De igual manera, en estas regiones se organizan jornadas educativas de siembra como los talleres de sensibilización, cursos y cuidado de especies, actividades que generan apropiación y sensibilidad hacia la protección de los ecosistemas.

Francisco Cruz, viceministro de Políticas y Normalización Ambiental, manifestó que de esta manera “seguimos fortaleciendo nuestra estrategia de lucha contra la deforestación, recuperando y restaurando nuestros bosques. La siembra de 180 millones de árboles no solo contribuye a la protección del patrimonio natural colombiano, sino que fortalece la educación ambiental en todos los territorios”.

A través de empresas de servicios públicos, Corporaciones Autónomas Regionales (CAR), alcaldías, gobernaciones, sectores productivos, proyectos de cooperación internacional, ONG, sector público, Ejército, Policía y comunidades, estos cinco departamentos han sembrado 37.176.171 árboles, lo que equivale al 57 % del reporte general del país. A la fecha, en los 32 departamentos se han plantado 66.130.168 árboles de más de 250 especies nativas.

Todo por los ecosistemas

Adriana Santa, gerente del Proyecto 180 Millones de Árboles del Minambiente, expresó: “Celebramos que en estos departamentos se estén plantando especies nativas en el marco de la meta de 180 millones de árboles al 2022. Esto ratifica la gestión de los diferentes sectores en el territorio, lo que promueve la recuperación de los ecosistemas bajo procesos inclusivos con comunidades. Colombia es biodiversa, y si cada uno de nosotros planta un árbol, eso contribuirá a mejorar la vida del planeta y la calidad de vida de todos en el país, además de conservar la riqueza natural que nos caracteriza. La invitación es a que sigamos realizando acciones por los ecosistemas, unidos en el territorio”.

En estos departamentos se han preocupado por sembrar especies nativas que aportan numerosos servicios ambientales; se cuentan, entre estos, la capacidad de mantener en equilibrio el ecosistema, la protección de los diferentes suministros de agua potable, la disminución de la concentración de carbono liberado por actividad industrial y automotriz, el mejoramiento de la estructura de los suelos, el aumento del contenido de materia orgánica y la reducción de la erosión hídrica y eólica.

Caracolí y cañaguate

En el Valle del Cauca, una de las especies que más se ha sembrado es el caracolí (Anacardium excelsum), árbol nativo que ha tenido un alto grado de vulnerabilidad. Por este motivo, en Cali se hace un trabajo de recolección de la semilla para ser sembrado en las áreas verdes de la ciudad, en los corredores y bosques; además, este árbol desempeña un papel fundamental en los ciclos del agua y la purificación del aire, y es hábitat de muchas especies de aves.

En Bolívar, uno de los más sembrados es el cañaguate (Handroanthus chrysanthus), nativo del bosque seco tropical y que se caracteriza por sus flores amarillas, de ahí que su nombre científico derive de las palabras griegas chryso (dorado, amarillo) y antho (flor), que significa “con flores amarillas o doradas”; no solo nos ofrece belleza, por lo que ha inspirado cantos, sino también un valor muy importante en la restauración al recuperar áreas degradadas y dar estabilidad a los mantos acuíferos y cauces fluviales.