Se trata de un proyecto liderado por la CVC en la que se busca disminuir el consumo de leña y ayuda al equilibrio ambiental en las zonas rurales.
Miles de campesinos en el Valle del Cauca aún cocinan en fogones rudimentarios de leña, una práctica ancestral que se mantiene ya sea por temas de tradición o necesidad.
En muchas oportunidades las personas que viven en las zonas rurales no tienen cómo poder comprar una estufa eléctrica y mucho menos una de gas, por lo que continúan utilizando la leña como su principal fuente para preparar los alimentos.
Esta necesidad fue conocida por la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca, CVC, que se ideó una estrategia para llevar estufas ecoeficientes a todos los campesinos que lo requieran.
Estas curiosas estufas permiten que haya menos consumo de leña de los bosques y se genere menos humo que afecta los pulmones y contamina el medioambiente.
La iniciativa, que es apoyada también por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, ha tenido gran acogida.
Los más recientes beneficiarios fueron 11 familias campesinas de las veredas Platanares, en San Pedro, y 29 familias de la vereda Venus, en Tuluá.
Lo que se busca además es dignificar la vida de las personas del campo, disminuyendo el consumo de madera por familia, contribuyendo con la salud de los beneficiarios y logrando el equilibrio ambiental de las zonas rurales.
Entre los beneficios ambientales que aporta el proyecto a los entornos rurales, se destaca que: consumen menos leña que un fogón convencional; reducen las emisiones de gases de efecto invernadero y, aportan a la conservación de los ecosistemas y bosques estratégicos para el recurso hídrico y los corredores biológicos.
«Hay que destacar también el hecho de que estas estufas fueron instaladas en predios ubicados en Reservas Forestales Protectoras Nacionales, empoderando a las comunidades e incentivando el cuidado de estas zonas de importancia estratégica», comentó el biólogo Javier Ovidio Espinosa, profesional de la CVC.
Asimismo, se incluyó la implementación de un proyecto de manejo de herramientas del paisaje, con la siembra de árboles de rápido crecimiento y con características dendroenergéticas, como aprovisionamiento para las estufas.
Para este fin se adecuó un vivero comunitario que sirve de mecanismo para reproducir especies forestales que serán sembradas en áreas específicas para uso doméstico, es decir, «como leña», complementó el funcionario.
Se utilizarán especies de rápido crecimiento como matarratón, sare, carboncillo, acacia, aliso, mortiño, flor de mayo, eucalipto, chagualo, teretete, garrucho y chirlobirlo.
Inicialmente, se entregarán 270 árboles a cada beneficiario para ser sembrados en los predios establecidos y adecuarlos como bosque de uso doméstico
MANIFESTÓ ADOLFO NOREÑA, TÉCNICO OPERATIVO DE CAMPO DE LA EMPRESA CONTRATISTA ENCARGADA DE LA INSTALACIÓN DE LAS ESTUFAS.
A comienzos de 2021, la CVC había instalado 38 estufas en el corregimiento de Monteloro y la vereda Santa Helena Piedritas.
Así las cosas, ya son más de 70 familias las que se han beneficiado con este proyecto que además de los beneficios ambientales, tiene beneficios de tipo social como mejorar la calidad de vida de las familias del campo, la reducción del riesgo de enfermedades respiratorias, la no exposición directa al calor y la disminución de riesgo de incendios forestales.
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