10 agosto 2021 – 18:30 [GMT + 2]
De los cientos de corredores que integran el pelotón profesional actual, solo seis pueden presumir de haber subido al pódium de las tres Grandes Vueltas: Alejandro Valverde, Vincenzo Nibali, Chris Froome, Nairo Quintana, Primoz Roglic y Richard Carapaz. Si ampliamos la estadística al ciclismo del siglo XXI en general, habría que añadir a Carlos Sastre, Denis Menchov, Alberto Contador, Cadel Evans y Joaquim ‘Purito’ Rodriguez. Pero el único en la Historia que acumula este triplete de pódiums y el prestigioso añadido de contar en su palmarés personal con un oro olímpico de ciclismo en ruta es Richard Carapaz, ganador del Giro 2019, 2º en La Vuelta 20 y 3º en el Tour de Francia 2021.
Richard Carapaz empezó la temporada 2021 a finales de marzo, en la Volta a Catalunya. Terminó 21º. También participó en la Itzulia Basque Country (19º). Un inicio de temporada discreto que podría estar justificado por el final tardío de la anterior (terminó el 8 de noviembre con La Vuelta) y porque todas sus ambiciones estaban puestas en el verano.
Su puesta a punto, perfectamente estudiada, ha dado sus frutos: ganador del Tour de Suiza a mediados de junio y 3º del Tour de Francia y Campeón Olímpico en julio. Lo cierto es que el ecuatoriano hubiera podido dar por finalizada su temporada y descansar disfrutando de un éxito histórico para su país. Antes que él un solo atleta ecuatoriano había conseguido una medalla de oro en unas olimpiadas: Jefferson Pérez en marcha (atletismo) en 1996. En 2021, una semana después del éxito de Carapaz en la prueba de ciclismo en ruta, Neisi Dajomes igualaba la gesta con otro metal dorado en halterofilia. Pero, entre sus deudas pendientes, sigue estando una que le pesa especialmente: ganar La Vuelta.
El año pasado, en lugar de recrearse en la decepción que podía haberle supuesto rozar la victoria con la punta de los dedos y dejarla escapar al final (terminó 2º a 24” de Primoz Roglic), cerró La Vuelta declarando: “Me voy contento porque he vivido el final con mucha ilusión. Además me he sentido muy acompañado por las numerosas banderas de Ecuador que veía a lo largo de todo el recorrido. Ha sido precioso. Me he sentido especialmente arropado y he vivido grandes momentos«.
Recordemos que La Vuelta 20 fue una Vuelta atípica, otoñal y con un número muy reducido de espectadores por los reiterados llamamientos que hizo la organización para que el público siguiera La Vuelta desde casa. Por eso, es probable que este año las emociones de Richard Carapaz se multipliquen gracias al apoyo de un público responsable que acudirá a La Vuelta a animar a los corredores respetando siempre la distancia de seguridad y el uso obligatorio de la mascarilla. Un público que se entregará más aún si el ecuatoriano logra enfundarse La Roja que lució durante 5 días en 2020 antes de cederla ante Primoz Roglic en la contrarreloj con final en el Mirador de Ézaro.
Su último ataque – sin éxito – puso la carrera patas arriba en el ascenso final de La Vuelta 20 al Alto de La Covatilla. “Terminé esta carrera con la misma sonrisa que traía al llegar porque lo he dado todo. Ha sido una Vuelta preciosa, la he disfrutado mucho”, concluía tras cerrar su tercera participación en la ronda española.
Richard Carapaz ha tardado un poco más que el resto en convertirse en un héroe de La Vuelta. Fue más precoz en el Giro. En 2018, su primera participación en la ronda italiana se saldó con una victoria de etapa (la 8ª en el Montevergine di Mercogliano), un maillot blanco y un 4º puesto en la general. Un año después se proclamó ganador de la maglia rosa en Verona.
Sin embargo, fue en La Vuelta 17 donde se estrenó como corredor de carreras de tres semanas. Una edición que el equipo Movistar terminó con sabor amargo (ninguna victoria de etapa y Dani Moreno – 18º – como mejor clasificado). En su debut Richard Carapaz protagonizó varios ataques sin éxito (su mejor resultado fue 11º en el Angliru, el día de la retirada soñada de Alberto Contador). En 2018, a pesar de sus buenos resultados en el Giro, ejerció de gregario de Alejandro Valverde (5º en la general final, que perdió el pódium tras varias etapas en él) y Nairo Quintana (líder principal del equipo antes de tomar la salida, que terminó 8º en la general final).
A pesar de tener previsto disputar La Vuelta 19, se borró del equipo en el último momento a raíz de una caída en un critérium que se encontraba disputando en los Países Bajos el domingo previo a la salida oficial de La Vuelta. Su salida del equipo Movistar estaba a punto de hacerse efectiva. Una formación que lo acogió en sus inicios como profesional tras su periodo de aprendizaje en el Lizarte. Carapaz no se esconde y cita asiduamente sus “orígenes navarros” reconociendo que le debe a España el lanzamiento de su carrera ciclista profesional. El año pasado también tuvo muestras de agradecimiento hacia Chris Froome, su compañero en el Team Ineos, que lo ayudó a pesar de las dificultades sufridas en su proceso de recuperación tras su terrible accidente en 2019. Froome fue sin duda un buen aliado, pero le faltó la gran armada para poder rematar la jugada.
Esta vez, la escuadra británica, se planta en La Vuelta con nombres particularmente impresionantes sobre el papel: Egan Bernal, Richard Carapaz, Adam Yates, Pavel Sivakov, Tom Pidcock, Jhonathan Narvaez, Salvatore Puccio y Dylan van Baarle. Carapaz no será el único flamante oro olímpico ya que compartirá alineación con Pidcock, 22 años, prodigio del ciclo-cross que ya ha protagonizado grandes clásicas además de imponerse en la prueba de BTT en Tokio.
“Para nosotros es un honor, como organizadores, que el Team Ineos venga con este elenco de campeones”, reconoce Javier Guillén, director general de La Vuelta. “Esto habla mucho de sus ambiciones. Bernal y Carapaz son dos de los jefes de fila más destacados del ciclismo sudamericano actual. Un continente que tiene un importante valor para nosotros. Los dos tienen la capacidad de alzarse como ganadores de la carrera, y suceder a los colombianos ‘Lucho’ Herrera en 1987 o Nairo Quintana en 2016. Carapaz ya es, gracias a su reciente oro olímpico, un icono con letras mayúsculas. La maestría que demostró para imponerse en la prueba de ciclismo en ruta de Tokio ha entusiasmado a aficionados de todo el mundo. También es un placer contar con su amabilidad y simpatía un año más. Para nosotros cumple todos los requisitos para ser uno de los ‘Héroes de La Vuelta’”, concluye.
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