Gracias al Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), los autores y todos los involucrados en este último llamado de alarma sobre el clima. Su trabajo es particularmente apreciado dadas las alteraciones que ha causado la COVID-19.

Durante más de tres décadas ustedes nos han advertido sobre los peligros de permitir que el planeta se caliente. El mundo escuchó, pero no lo hizo realmente. El mundo escuchó, pero no actuó con la suficiente firmeza. Como resultado, el cambio climático está aquí, ahora. Nadie está a salvo. Y se está agravando más rápidamente.

Debemos tratar el cambio climático como una amenaza inmediata, al igual que las crisis de la pérdida de biodiversidad, y la contaminación y los desechos. Como señalaron recientemente el IPCC y la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), el cambio climático empeora los riesgos para la biodiversidad y los hábitats naturales e intervenidos. La degradación de los ecosistemas menoscaba la capacidad de la naturaleza para reducir el impacto del cambio climático. Y como nos recuerda el informe del Grupo de Trabajo I del IPCC, la reducción de los gases de efecto invernadero no solo ralentizará el cambio climático, sino que mejorará la calidad del aire. Todo está conectado.

Es hora de tomarse esto en serio, porque cada tonelada de emisión de CO2 se suma al calentamiento global. Como señaló la CMNUCC (Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) la semana pasada, solo 110 de las 191 Partes de la Convención han presentado NDC (contribuciones determinadas a nivel nacional) nuevas o actualizadas antes de la próxima COP climática.

Los gobiernos deben hacer de sus planes de neutralidad de emisiones una parte integral de sus compromisos del Acuerdo de París. Deben financiar y apoyar a los países en desarrollo para que se adapten al cambio climático, como se prometió en París. Deben descarbonizarse más rápido. Restaurar los sistemas naturales que mitigan el carbono. Eliminar el metano y otros gases de efecto invernadero más rápidamente. Respaldar la Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal para reducir el impacto climático de la industria del enfriamiento. Y cada empresa, cada inversor, cada ciudadano debe hacer su parte.

No podemos deshacer los errores del pasado. Pero esta generación de líderes políticos y empresariales, esta generación de ciudadanos conscientes, puede hacer las cosas bien. Esta generación puede realizar los cambios sistémicos que detendrán el calentamiento del planeta, ayudar a todos a adaptarse a las nuevas condiciones y crear un mundo de paz, prosperidad y equidad.

El cambio climático está aquí, ahora. Pero nosotros también estamos aquí, ahora. Y si no actuamos, ¿quién lo hará?

Gracias.

Inger Andersen

Directora ejecutiva del PNUMA

unep.org