Un incendio en el norte de California (EE.UU.) ha destruido 104 edificios en las últimas horas y amenaza 6.905 viviendas, según la actualización de este viernes del Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (Cal Fire).

Este fuego, bautizado por las autoridades como Caldor, ha sido impulsado por el viento y las condiciones secas de la zona este de Sacramento (California) hasta quemar cerca de 30.000 hectáreas.

Hasta ahora, los bomberos no han sido capaces de superar el 0 % de contención de un fuego que empezó a arder el pasado sábado por causas todavía desconocidas.

Lo que sí es oficial es que las llamas han dejado dos civiles heridos.

Este fuego es el mismo que el pasado lunes arrasó un pueblo de 1.200 habitantes.

De acuerdo con medios locales, muy pocas casas quedaron en pie en la localidad de Grizzly Flats tras el paso de las llamas, que también quemaron una oficina de correos, una escuela primaria y la mayoría de los postes eléctricos del pueblo.

Ese fuego quema en California a la vez que el incendio Dixie, el segundo más grande en la historia de ese estado, que lleva ardiendo más de un mes pese al constante esfuerzo de los casi 6.200 bomberos desplegados en la zona.

Dixie provocó una nueva ronda de órdenes de evacuación esta semana, ya que los fuertes vientos lo ayudaron a crecer y acercarlo a pocos kilómetros de Susanville, con una población de aproximadamente 18.000 habitantes.

Desde que empezó a arder el pasado 14 de julio, Dixie ha destruido cerca de 1.200 edificios, al menos 635 de los cuales eran casas, según datos del Cal Fire.

En total, Dixie ha quemado 283.534 hectáreas y solo ha sido contenido en un 35 %.

A principios de este mes, arrasó en gran medida la población de Greenville, de unos 1.100 residentes.

Los avances contra las llamas del Dixie han sido escasos y lentos en los últimos días debido principalmente a las condiciones meteorológicas adversas, aunque se ha avanzado un 4 % en las tareas de contención. EFEverde