«Ciclo-inclusión en América Latina y el Caribe: guía para impulsar el uso de la bicicleta» es un documento de referencia para los tomadores de decisiones y técnicos que necesiten lineamentos y referencias para fomentar una política ciclo-inclusiva en su ciudad. Este trabajo es parte de una investigación que realizó el BID en 56 ciudades de ALC recolectando 27 indicadores sobre el uso de la bicicleta e información sobre políticas que apoyan el uso de este medio no-motorizado.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunció hoy la publicación de Ciclo-Inclusión en América Latina y el Caribe, una guía para la promoción de la bicicleta como medio de transporte urbano. El documento ofrece un marco conceptual para fomentar la inclusión del ciclismo en los planes de movilidad en las ciudades de la región.
La guía, presentada en el Foro Mundial de la Bici, celebrado en febrero en Medellín, Colombia, resume los resultados de 27 indicadores sobre políticas ciclo-inclusivas en 38 ciudades de América Latina y el Caribe.
Bogotá, la capital colombiana, y Rosario, una de las principales ciudades argentinas, registraron los mayores índices de uso de bicicletas, 5,0 y 5,3 por ciento, respectivamente. Bogotá también se destaca por ser una de las ciudades con mayor número de viajes en bicicleta reportados por día (611.472) seguida por Santiago de Chile, con 510.569. Montevideo, la capital uruguaya, exhibe el porcentaje más alto de viajes en bicicleta realizados por mujeres (40 por ciento).
En términos de infraestructura, se destacan los más de 2.500 km de ciclovías que existen en ciudades latinoamericanas, conBogotá, Rio de Janeiro y Sao Paulo como líderes. La antigua capital brasileña también se destaca como la ciudad con la mayor cobertura de bicicletas públicas (cuatro unidades por cada 10.000 habitantes).
La guía se focaliza en cuatro áreas temáticas: la infraestructura, la participación ciudadana, los aspectos normativos y regulatorios, y la operación, con el fin de servir como un documento de referencia para tomadores de decisiones y técnicos en busca de lineamientos comunes para fomentar una política ciclo-inclusiva en sus ciudades.
Las conclusiones invitan a los tomadores de decisiones y al público en general a conocer las buenas prácticas en la implementación de políticas ciclo-inclusivas; tomar nota de la importancia de recolectar más y mejores datos sobre indicadores que generan, fortalecen y mantienen el uso de la bicicleta, así como información sobre los impactos positivos generados por un mayor uso de ese medio de locomoción, y a ser partícipes en la formulación de políticas de transporte que incluyan a la bicicleta.
El uso de la bicicleta como medio de transporte puede ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas y convertirse en una solución a muchos de los problemas de movilidad y de salud contemporáneos.