Busy, el héroe de la alimentación de Dominica


Haciendo honor a su apodo, Busy (“atareado” en inglés) utiliza su actividad apícola para beneficiar a la comunidad

El Sr. Agnan St. Louis, conocido como Busy, siente fascinación por las abejas desde que era joven y actualmente trabaja como apicultor en el negocio familiar que inició para vender miel y otros productos. 

El Sr. Agnan St. Louis, Busy, se levanta antes del amanecer. Se sienta en el patio a las cinco y media de la mañana con una taza de café recién hecho endulzado con la miel de su explotación apícola para poner en orden sus pensamientos y decir sus oraciones diarias. Todos los días han de comenzar con esta rutina.

Por sorprendente que pueda parecer, el apodo Busy, como prefiere que le llamen, no tiene que ver con su asociación con las abejas, sino que se lo puso su profesor de la escuela primaria, porque le hacía recordar al alegre personaje de un libro de cuentos. A pesar de ello, es un apodo muy adecuado para este activo apicultor.

Antes de que Busy se dirija a su explotación, situada en la tranquila aldea de Colihaut en la parroquia (región) dominiquesa de St. Peter , el trabajador de la construcción convertido en apicultor admite que ahora ama su trabajo.

Sin embargo, la vida no siempre fue fácil para Busy. Creció sin la figura paterna y su madre tuvo que trabajar el doble para proveer de lo necesario a Busy, sus tres hermanos y su hermana. “Fueron días difíciles. No obstante, forman parte del pasado y yo miro al futuro”.

Busy asistió al curso de la FAO sobre aspectos prácticos de la apicultura y, posteriormente, se hizo miembro de la Cooperativa de Apicultura respaldada por la FAO. Este curso le ayudó a aumentar la eficiencia y la producción de su explotación. © Kimeisha George-Ishmael.

La primera experiencia de Busy con las abejas fue cuando tenía 14 años y aún iba a la escuela. Recuerda que le fascinaba observar a las abejas volando alrededor de las viñas silvestres y los árboles para recolectar néctar. Fue esta escena la que alimentó su interés por la producción de miel, aunque la necesidad le llevó a dedicarse a la construcción. Tras algunas malas experiencias, decidió dejar su trabajo y dedicarse a la apicultura a jornada completa.

Al recibir el primer curso de formación, organizado por un apicultor de una aldea cercana, Busy empezó a crear y desarrollar su propia actividad, que ahora gestiona con su mujer, su sobrino y su hijo.

En 2013, Busy tuvo conocimiento del curso de la FAO sobre apicultura a través de uno de sus amigos y decidió inscribirse para profundizar sus conocimientos y darle un nuevo impulso a su negocio. El curso de tres semanas de duración de la FAO le proporcionó información crucial sobre aspectos prácticos de la apicultura, como la construcción de colmenas y el montaje de los marcos.

Asimismo, en 2019 se incorporó a la Cooperativa de Apicultura que la FAO respalda con cursos de formación sobre mejora de la producción y recolección y elaboración de miel. “Aquel curso fue muy valioso. Aprendí mucho y estoy agradecido a la FAO”.

Con una fuerte determinación, pasión y conocimiento, Busy trabajó diligentemente en todos los aspectos del comercio de la apicultura, incluso plantando árboles y animando a sus vecinos a plantar vegetación para que las abejas pudieran polinizarla y recolectar néctar.

Un infortunio que no le detuvo

En 2017, el huracán María, con vientos de categoría 5, devastó Dominica y destruyó todas las colmenas de Busy.

Al igual que muchas otras islas y países costeros, Dominica, que es un pequeño Estado insular en desarrollo, se ha visto especialmente afectado por los cambios del clima y ha tenido que hacer frente a catástrofes naturales que cada vez son más frecuentes y que a menudo perturban la producción local y hacen que el país sea más dependiente de las importaciones.

Sin embargo, Busy no dejó que estas circunstancias lo detuvieran y reconstruyó todo lo que había perdido.

En 12 años, el duro trabajo de Busy ha dado sus frutos. En la actualidad, tiene un total de 275 colmenas en 13 zonas diferentes de Dominica con más de 50 000 abejas en cada una. Entre sus numerosos clientes se cuentan las farmacias locales, que representan el 99 % del total.

“La mayor parte de la miel que produzco y de sus subproductos, como la cera, el polen y el propóleo, se consume a escala local. De hecho, en 2020 la demanda fue tan elevada que tuve dificultades para abastecerla”.

Para Busy es importante ayudar a su comunidad. Siempre está dispuesto a compartir sus conocimientos y experiencias con otras personas y ofrece su explotación apícola como espacio en el que instruir a otras personas sobre las mejores prácticas en la producción de miel. © Kimeisha George-Ishmael.

Contribuir a la comunidad

En cuanto actor principal del mercado, Busy es consciente de la responsabilidad que tiene de recompensar a la comunidad que apoyó su crecimiento y su negocio. Gracias a una asociación con el Ministerio de Asuntos de Género, cada año proporciona botellas de miel gratis como parte de las cestas que el Gobierno regala a los habitantes centenarios. Los fines de semana se le puede encontrar ayudando a los más desfavorecidos en varios tipos de actividades.

Además, Busy ofrece su explotación apícola a la FAO y los grupos comunitarios para hacer demostraciones de buenas prácticas y formar a otros interesados en la producción de miel. Siempre está dispuesto a compartir sus conocimientos y experiencias con otros.

Sin embargo, incluso la persona más atareada se merece un descanso. Así, los domingos se le puede encontrar en casa descansando y relajándose, viendo deportes por televisión.

Cuando le preguntamos cuál es su mayor pesar, se detiene y reflexiona. “Desearía que mi madre estuviera viva para ver el éxito de mi negocio. Quisiera que se sintiera orgullosa y que supiera que las cosas me van bien y que la vida me sonríe”.

Detrás de nuestros alimentos, siempre hay alguien que los produjo, plantó, cosechó, pescó o transportó. Al aproximarse el Día Mundial de la Alimentación, que se celebra el 16 de octubre, agradecemos a estos #HéroesDeLaAlimentación, quienes, independientemente de las circunstancias, continúan suministrando alimentos dentro y fuera de sus comunidades. Hay innumerables formas de ser un héroe de la alimentación en su comunidad y ahora es un buen momento para empezar. Nuestras acciones son nuestro futuro.

Haciendo honor a su apodo, Busy (“atareado” en inglés) utiliza su actividad apícola para beneficiar a la comunidad

El Sr. Agnan St. Louis, conocido como Busy, siente fascinación por las abejas desde que era joven y actualmente trabaja como apicultor en el negocio familiar que inició para vender miel y otros productos. 21/09/2021

El Sr. Agnan St. Louis, Busy, se levanta antes del amanecer. Se sienta en el patio a las cinco y media de la mañana con una taza de café recién hecho endulzado con la miel de su explotación apícola para poner en orden sus pensamientos y decir sus oraciones diarias. Todos los días han de comenzar con esta rutina.

Por sorprendente que pueda parecer, el apodo Busy, como prefiere que le llamen, no tiene que ver con su asociación con las abejas, sino que se lo puso su profesor de la escuela primaria, porque le hacía recordar al alegre personaje de un libro de cuentos. A pesar de ello, es un apodo muy adecuado para este activo apicultor.

Antes de que Busy se dirija a su explotación, situada en la tranquila aldea de Colihaut en la parroquia (región) dominiquesa de St. Peter , el trabajador de la construcción convertido en apicultor admite que ahora ama su trabajo.

Sin embargo, la vida no siempre fue fácil para Busy. Creció sin la figura paterna y su madre tuvo que trabajar el doble para proveer de lo necesario a Busy, sus tres hermanos y su hermana. “Fueron días difíciles. No obstante, forman parte del pasado y yo miro al futuro”.

Busy asistió al curso de la FAO sobre aspectos prácticos de la apicultura y, posteriormente, se hizo miembro de la Cooperativa de Apicultura respaldada por la FAO. Este curso le ayudó a aumentar la eficiencia y la producción de su explotación. © Kimeisha George-Ishmael.

La primera experiencia de Busy con las abejas fue cuando tenía 14 años y aún iba a la escuela. Recuerda que le fascinaba observar a las abejas volando alrededor de las viñas silvestres y los árboles para recolectar néctar. Fue esta escena la que alimentó su interés por la producción de miel, aunque la necesidad le llevó a dedicarse a la construcción. Tras algunas malas experiencias, decidió dejar su trabajo y dedicarse a la apicultura a jornada completa.

Al recibir el primer curso de formación, organizado por un apicultor de una aldea cercana, Busy empezó a crear y desarrollar su propia actividad, que ahora gestiona con su mujer, su sobrino y su hijo.

En 2013, Busy tuvo conocimiento del curso de la FAO sobre apicultura a través de uno de sus amigos y decidió inscribirse para profundizar sus conocimientos y darle un nuevo impulso a su negocio. El curso de tres semanas de duración de la FAO le proporcionó información crucial sobre aspectos prácticos de la apicultura, como la construcción de colmenas y el montaje de los marcos.

Asimismo, en 2019 se incorporó a la Cooperativa de Apicultura que la FAO respalda con cursos de formación sobre mejora de la producción y recolección y elaboración de miel. “Aquel curso fue muy valioso. Aprendí mucho y estoy agradecido a la FAO”.

Con una fuerte determinación, pasión y conocimiento, Busy trabajó diligentemente en todos los aspectos del comercio de la apicultura, incluso plantando árboles y animando a sus vecinos a plantar vegetación para que las abejas pudieran polinizarla y recolectar néctar.

Un infortunio que no le detuvo

En 2017, el huracán María, con vientos de categoría 5, devastó Dominica y destruyó todas las colmenas de Busy.

Al igual que muchas otras islas y países costeros, Dominica, que es un pequeño Estado insular en desarrollo, se ha visto especialmente afectado por los cambios del clima y ha tenido que hacer frente a catástrofes naturales que cada vez son más frecuentes y que a menudo perturban la producción local y hacen que el país sea más dependiente de las importaciones.

Sin embargo, Busy no dejó que estas circunstancias lo detuvieran y reconstruyó todo lo que había perdido.

En 12 años, el duro trabajo de Busy ha dado sus frutos. En la actualidad, tiene un total de 275 colmenas en 13 zonas diferentes de Dominica con más de 50 000 abejas en cada una. Entre sus numerosos clientes se cuentan las farmacias locales, que representan el 99 % del total.

“La mayor parte de la miel que produzco y de sus subproductos, como la cera, el polen y el propóleo, se consume a escala local. De hecho, en 2020 la demanda fue tan elevada que tuve dificultades para abastecerla”.

Para Busy es importante ayudar a su comunidad. Siempre está dispuesto a compartir sus conocimientos y experiencias con otras personas y ofrece su explotación apícola como espacio en el que instruir a otras personas sobre las mejores prácticas en la producción de miel. © Kimeisha George-Ishmael.

Contribuir a la comunidad

En cuanto actor principal del mercado, Busy es consciente de la responsabilidad que tiene de recompensar a la comunidad que apoyó su crecimiento y su negocio. Gracias a una asociación con el Ministerio de Asuntos de Género, cada año proporciona botellas de miel gratis como parte de las cestas que el Gobierno regala a los habitantes centenarios. Los fines de semana se le puede encontrar ayudando a los más desfavorecidos en varios tipos de actividades.

Además, Busy ofrece su explotación apícola a la FAO y los grupos comunitarios para hacer demostraciones de buenas prácticas y formar a otros interesados en la producción de miel. Siempre está dispuesto a compartir sus conocimientos y experiencias con otros.

Sin embargo, incluso la persona más atareada se merece un descanso. Así, los domingos se le puede encontrar en casa descansando y relajándose, viendo deportes por televisión.

Cuando le preguntamos cuál es su mayor pesar, se detiene y reflexiona. “Desearía que mi madre estuviera viva para ver el éxito de mi negocio. Quisiera que se sintiera orgullosa y que supiera que las cosas me van bien y que la vida me sonríe”.

Detrás de nuestros alimentos, siempre hay alguien que los produjo, plantó, cosechó, pescó o transportó. Al aproximarse el Día Mundial de la Alimentación, que se celebra el 16 de octubre, agradecemos a estos #HéroesDeLaAlimentación, quienes, independientemente de las circunstancias, continúan suministrando alimentos dentro y fuera de sus comunidades. Hay innumerables formas de ser un héroe de la alimentación en su comunidad y ahora es un buen momento para empezar. Nuestras acciones son nuestro futuro.

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