«El bien vence al mal», obra del escultor georgiano Zurab Tsereteli que representa a San Jorge y el dragón, construida con fragmentos de misiles nucleares soviéticos y estadounidenses, en los jardines de la Sede de las
Acabar con las armas nucleares
Lograr el desarme nuclear a nivel mundial es uno de los objetivos más antiguos de las Naciones Unidas. De hecho, fue el tema de la primera resolución aprobada por la Asamblea General, en 1946, y ha formado parte de su agenda desde 1959, junto con el desarme general completo. También ha sido una cuestión destacada en las Conferencias encargadas del examen del Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares, celebradas por la ONU desde 1975. En el primer periodo de sesiones extraordinario dedicado al desarme, que tuvo lugar en 1978, se le dio una particular prioridad al desarme nuclear. Además, este tema siempre ha contado con el apoyo de todos los secretarios generales de la ONU.
Sin embargo, hoy en día, todavía existen alrededor de 13.080 armas nucleares. Los países poseedores de armamento nuclear cuentan con programas de modernización de sus arsenales a largo plazo con una dotación de fondos.
Más de la mitad de la población mundial aún vive en países que o bien tienen este tipo de armas o son miembros de alianzas nucleares. Aunque ha habido importantes reducciones de armas nucleares desplegadas desde el apogeo de la Guerra Fría, no se ha destruido físicamente ni una sola arma nuclear de conformidad con ningún tratado, bilateral o multilateral, y tampoco hay negociaciones en marcha sobre esta cuestión. Mientras tanto, la doctrina de la disuasión nuclear persiste como un elemento de las políticas de seguridad de todos los Estados que poseen este tipo de arma y sus aliados.
El marco internacional de control de armas que contribuyó a la seguridad internacional desde la Guerra Fría, que actuó como un freno para el uso de armas nucleares y el desarme nuclear avanzado, se ha visto sometido a una presión creciente. El 2 de agosto de 2019, la retirada de los Estados Unidos significaba el final del Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio, ya que Estados Unidos y la Federación de Rusia se habían comprometido previamente a eliminar una clase completa de misiles nucleares.
Por otro lado, la extensión del Tratado entre los Estados Unidos de América y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas sobre la Reducción y Limitación de las Armas Estratégicas Ofensivas («nuevo START») hasta febrero de 2026 ha sido muy bien recibido por parte de los Estados Miembros y el Secretario General de las Naciones Unidas. Esta prórroga brinda una oportunidad para que los poseedores de los dos arsenales nucleares más grandes acuerden nuevas medidas de control de armas.
La frustración ha aumentado entre los Estados Miembros debido a la lentitud del desarme nuclear, especialmente con las crecientes preocupaciones en todo el mundo sobre las consecuencias humanitarias catastróficas de solo un arma nuclear, sin hablar de lo que supondría una guerra nuclear regional o global.
Los desafíos de seguridad que aún prevalecen no pueden ser una excusa para seguir confiando en las armas nucleares y olvidar nuestra responsabilidad de buscar una sociedad internacional más pacífica.
Estos hechos son el fundamento para que la Asamblea General designara el 26 de septiembre como el Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares. Este día ofrece una ocasión para que la comunidad mundial reafirme su compromiso con el desarme nuclear a nivel mundial como una prioridad. También proporciona una oportunidad para educar al público y sus líderes acerca de los beneficios reales de la eliminación de este tipo de armas, y los costes sociales y económicos de la perpetuación de ellos.
La conmemoración de este Día es especialmente importante, teniendo en cuenta la universalidad de la Organización y su experiencia en tratar las cuestiones de desarme nuclear. Es el foro adecuado para abordar uno de los principales objetivos de la humanidad: alcanzar la paz y la seguridad en un mundo sin armas nucleares.
Antecedentes
La Asamblea General declaró el Día Internacional en diciembre de 2013, en su resolución 68/32, como seguimiento de la reunión del 26 de septiembre de 2013, que exige la «apertura urgente de las negociaciones en la Conferencia de Desarme para la pronta conclusión de una convención general sobre las armas nucleares que prohíba su posesión, desarrollo, producción, adquisición, ensayo, almacenamiento, transferencia o uso o la amenaza de uso, y para proveer a su destrucción».
El documento también declara el 26 de septiembre como el Día Internacional para la eliminación total de las armas nucleares mediante la mejora de la conciencia pública y la educación sobre la amenaza que supone para la humanidad y la necesidad de su destrucción. Además, convoca a una conferencia internacional sobre el desarme nuclear para examinar los progresos realizados a este respecto.
La Asamblea pidió a los Estados Miembros, el sistema de las Naciones Unidas y la sociedad civil, en particular a las organizaciones no gubernamentales, el mundo académico, los legisladores, los medios de difusión y los particulares, que celebren y promuevan este Día Internacional por medio de todo tipo de actividades educativas y de concienciación.
La resolución se adoptó el 5 de diciembre de 2013, con una votación de 137 a 28, con 20 abstenciones.
Después del establecimiento de este Día, la Asamblea General celebró reuniones de conmemoración del Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares el 26 de septiembre de 2014, el 30 de septiembre de 2015, el 26 de septiembre de 2016 y el 26 de septiembre de 2017. El Día ha sido también observado en la officina de las Naciones Unidas en Ginebra y otros lugares gracias a la coordinación de diversas actividades alrededor del mundo, tales como simposios, conferencias, exhibiciones, competencias, publicaciones, instrucción en instituciones académicas, transmisiones entre otros.
En 2014, en su resolución 69/58, la Asamblea General solicitó al Secretario General y al Presidente de la Asamblea General a que adopten todas las medidas necesarias para celebrar y promover el Día, incluyendo la realización de una reunión anual de la Asamblea para celebrar el Día Internacional y de esta forma proporcionar una plataforma para promover diversas actividades. Repitiendo esta solicitud en el 2015 y el 2016, en sus resoluciones 70/34, 71/71, 72/251, 74/54 y 75/45.
El Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares se celebra anualmente desde 2014. En el mismo, se alienta a los Estados Miembros, al sistema de las Naciones Unidas y a la sociedad civil, incluidas las organizaciones no gubernamentales, el mundo académico, los parlamentarios y los medios de comunicación, a conmemorar y crear conciencia pública sobre la amenaza que representan para la humanidad las armas nucleares y la necesidad de su eliminación total.
Para celebrarlo, las Naciones Unidas celebran diferentes eventos en Nueva York y Ginebra, alentando al resto de centros alrededor del mundo a crear conciencia sobre el problema de las armas nucleares.
Acontecimientos destacados
1945
Las dos bombas atómicas destruyen las ciudades de Hiroshima y Nagasaki y se estima que 213,000 personas mueren en el ataque.
1946
En su primera resolución, la Asamblea General identifica el desarme nuclear como un objetivo principal de las Naciones Unidas.
1959
La Asamblea General incluye el desarme nuclear como parte del objetivo más amplio de desarme general, así como el desarme de control internacional(resolución 1378 -XIV). Es la primera resolución de la Asamblea General promovida por todos los miembros de las Naciones Unidas.
1963
Firma del Tratado que prohíbe las pruebas de armas nucleares en la atmósfera, en el espacio ultraterrestre y submarino, también conocido como el Tratado de prohibición parcial de pruebas. Durante años, las discusiones entre la Unión Soviética, el Reino Unido y los Estados Unidos precisan cierta urgencia debido a la crisis de los misiles cubanos en 1962.
1967
La carrera de armamentos nucleares y la crisis de los misiles cubanos de 1962 llevan a los gobiernos latinoamericanos a negociar el Tratado para la Prohibición de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe (Tratado de Tlatelolco), que establece la primera zona libre de armas nucleares en un área altamente poblada.
1978
La Asamblea General celebra su primera sesión especial dedicada al desarme. En el Documento Final, los Estados Miembros afirman que su objetivo final común es «el desarme general y completo bajo el control internacional» y que «las medidas efectivas de desarme nuclear y la prevención de la guerra nuclear tienen la más alta prioridad».
1985
El Pacífico Sur se convierte en la segunda zona libre de armas nucleares (Tratado de Rarotonga).
1991
Sudáfrica renuncia voluntariamente a su programa de armas nucleares.
1992
Mediante el Protocolo de Lisboa del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START I), Bielorrusia, Kazajstán y Ucrania renuncian voluntariamente a las armas nucleares en su poder tras la disolución de la Unión Soviética.
1995
En la Conferencia de Revisión y Extensión del TNP de 1995, los Estados participantes deciden extender indefinidamente el Tratado, «Fortalecimiento del proceso de revisión del Tratado», «Principios y objetivos sobre no proliferación nuclear y desarme», así como la «Resolución sobre el Medio Oriente». El sudeste asiático se convierte en la tercera zona libre de armas nucleares (Tratado de Bangkok).
1996
África se convierte en la cuarta zona libre de armas nucleares (Tratado de Pelindaba).
A solicitud de la Asamblea General, la Corte Internacional de Justicia emite una consulta sobre la legalidad de la amenaza o el uso de armas nucleares.
Firma del Tratado de prohibición completa de los ensayos nucleares.
2000
En la Conferencia de Revisión del TNP de 2000, los Estados participantes adoptan trece pasos prácticos para establecer esfuerzos sistemáticos y progresivos para el desarme nuclear.
2006
Asia central se convierte en la quinta zona libre de armas nucleares (Tratado sobre una zona libre de armas nucleares en Asia central).
2008
El Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, anuncia su plan de cinco claves para el desarme nuclear.
2010
En la Conferencia de Revisión del TNP de 2010, los Estados adoptan un plan de acción de 64 puntos de los tres pilares del Tratado: desarme nuclear, no proliferación nuclear y usos pacíficos de la energía nuclear, así como medidas prácticas para implementar la Resolución de 1995 sobre el Medio Este.
2013
La Asamblea General celebra su primera reunión de alto nivel sobre desarme nuclear. Ésta, mediante su resolución 68/32, declara que el 26 de septiembre sea el Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares.
La Asamblea General, de conformidad con la resolución 67/56, convoca a un grupo de trabajo abierto para avanzar en las negociaciones multilaterales de desarme nuclear.
2016
La Asamblea General, de conformidad con la resolución 70/33, convoca a un segundo grupo de trabajo de composición abierta para avanzar en las negociaciones multilaterales de desarme nuclear.
2017
El 7 de julio se adopta el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares. Es el primer instrumento multilateral legalmente vinculante para el desarme nuclear que se ha negociado en 20 años.
2018
El Secretario General lanza «Asegurar nuestro futuro común: una agenda para el desarme». La Agenda aborda la eliminación de las armas nucleares en el marco del «desarme para salvar a la humanidad».
2020
Cincuentenario de la entrada en vigor del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP).
2021
Entrada en vigor del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares el 22 de enero..
El 3 de febrero, las Partes acordaron prorrogar el Tratado entre los Estados Unidos de América y la Federación de Rusia sobre medidas para una mayor reducción y limitación de las armas estratégicas ofensivas («nuevo START») hasta el 4 de febrero de 2026.
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