• “Hemos insistido en contar con mecanismos transparentes para que la ciudadanía esté informada”: Ministro Carlos Eduardo Correa.
  • “Los países desarrollados se comprometieron a aumentar la financiación para poder adaptarnos”: Viceministro Nicolás Galarza.

Bogotá D. C., 17 de noviembre de 2021 #ColombiaEnLaCOP26. La activa participación de los negociadores de Colombia en la cumbre mundial de cambio climático COP26, que culminó el sábado 13 de noviembre en Glasgow (Escocia, Reino Unido), dejó buenos resultados para el país y el mundo, adoptando el denominado Pacto Climático de Glasgow.

El ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Carlos Eduardo Correa, dijo que lograron, junto a otros países, reafirmar la importancia de limitar el aumento de la temperatura del planeta en 1.5 grados centígrados, incluido el llamado a reducir en un 45 % las emisiones para 2030, en línea con los llamados de la ciencia y lo señalado por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC).

Adicionalmente, la decisión sombrilla de la COP enfatiza la urgente necesidad de que las Partes incrementen sus esfuerzos colectivos para reducir sus emisiones a través de una acción acelerada y la implementación de medidas de mitigación. Es así como decide establecer un programa de trabajo para que urgentemente se incremente la ambición en mitigación en esta década tan crítica. Se espera que la decisión final sobre el plan y sus detalles se dé en las reuniones de los órganos subsidiarios de la Convención en junio del otro año para su posterior adopción en la COP27.

“Más acción”

En la COP26, Correa pidió reglas claras. “Necesitamos apoyo técnico y financiero, más acción, mayor y mejor información científica que permita construir políticas y planes, información periódica al alcance de todos y al mismo tiempo. Hemos insistido en contar con mecanismos transparentes para que la ciudadanía esté informada y tenga acceso a esa información”, afirmó.

A su turno, Nicolás Galarza, viceministro de Ordenamiento Ambiental del Territorio, expresó que, en términos de adaptación, segmento en el que había pocas expectativas, hubo buenos avances. “Aquí hicimos ver cómo solucionamos los problemas causados por el cambio del clima. De ahí que los países desarrollados se comprometieron a aumentar la financiación para poder adaptarnos”, explicó el funcionario.
Explicó que en términos de adaptación y pérdidas y daños fueron diversos los logros alcanzados, entre los que se destacan:

● Insta a las Partes que son países desarrollados a que al menos dupliquen su provisión colectiva de financiación climática para la adaptación a las Partes que son países en desarrollo con respecto a los niveles de 2019 para 2025.

● El acuerdo de establecer y lanzar un programa de trabajo exhaustivo de dos años sobre el objetivo global de adaptación. El artículo 7.1 del Acuerdo de París estableció “la meta global de adaptación, que consiste en aumentar la capacidad de adaptación, fortalecer la resiliencia y reducir la vulnerabilidad al cambio climático con miras a contribuir al desarrollo sostenible y lograr una respuesta de adaptación adecuada”.

● Solicita a las Partes que aún no lo han hecho que presenten sus Comunicaciones en Adaptación con el fin de que sirvan para la identificación de prioridades y necesidades a nivel nacional, así como un insumo para el Balance Global. También las Partes estuvieron de acuerdo en establecer un registro para las Comunicaciones, tema que llevaba dos años en discusión.

● Acordaron las funciones de la Red de Santiago adoptada en la COP25, que busca catalizar asistencia técnica hacia los países en desarrollo para la implementación de enfoques que eviten, reduzcan al mínimo y aborden las pérdidas y los daños; también que la Red sea provista de recursos para brindar esta asistencia técnica a países como Colombia, a pesar de que para unos países desarrollados el financiamiento para pérdidas y daños sigue siendo una línea roja.

● Decide establecer el Diálogo Anual de Glasgow entre las Partes, las organizaciones pertinentes y las Partes interesadas para debatir las disposiciones relativas a la financiación de las actividades destinadas a evitar, reducir al mínimo y hacer frente a las pérdidas y los daños asociados a los efectos adversos del cambio climático; este diálogo concluirá en junio de 2024.

“Se establecieron unos compromisos globales fuertes en esta COP. Las Partes aceptaron y reconocieron insumos de ciencia y estudios para la toma de decisiones. Colombia ha dejado claro que ha hecho la tarea de manera adelantada, con una alta ambición y pidió a los grandes emisores y a los países que ya cuentan con sus NDC actualizadas que incrementen sus compromisos en línea con los objetivos de largo plazo del Acuerdo de París y los llamados de la ciencia”, explicó Nicolás Galarza.

Adicionalmente, y tras cinco años de trabajo en las negociaciones de las reglas del artículo 6 del Acuerdo de París, finalmente logramos un acuerdo que nos ayudará a avanzar con mayor claridad en la implementación de mecanismos de mercado y no mercado hacia el logro de la meta de carbono neutralidad en el largo plazo. Logramos establecer un sistema de reglas contables robustas para todas las transacciones pos-2020 y se integró un componente de cumplimiento de derechos humanos y de comunidades locales. Además, Colombia se comprometió a cumplir con la segunda declaración de los Principios de San José, con la cual el país plantea aumentar la ambición de los mercados respecto a lo establecido bajo el libro de reglas.

Representaron a Colombia

Colombia contó con un grupo de negociadores de alto nivel, conocedores de la problemática del cambio climático en el mundo y de cómo este afecta los recursos naturales, la salud y la economía en el país. Lo integraron expertos de los ministerios de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Relaciones Exteriores, Hacienda, Agricultura, del Departamento Nacional de Planeación (DNP) y del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), liderados por el ministro Correa.

Los negociadores, que regresaron con el compromiso de defender lo pactado y de luchar para que el país siga siendo escuchado a nivel mundial, fueron Juliana Arciniegas, John Melo, Manuela Ríos, Diego Montes, Ángela Rivera, Kirstie López, Olga Nieto, Adriana Gutiérrez, Andrés Marmolejo Egred, Ivón Casallas Martínez, Juan Jacobo Carrizales y Angélica Mosquera Muñoz.

Algunos de ellos, además, sumaron otros logros para el país. Ángela Rivera, del Minambiente, ahora representará por un periodo de cuatro años a América Latina y el Caribe ante el Comité Ejecutivo del Mecanismo Internacional de Varsovia de Pérdidas y Daños, principal vehículo para mejorar el conocimiento y la comprensión de los enfoques integrales de gestión de riesgo con el fin de hacer frente a las pérdidas y los daños asociados al cambio climático, así como para identificar las medidas de acción y apoyo en lo referente a financiación, tecnología y creación de capacidad en este tema; Juliana Arciniegas, de Cancillería, estuvo como cofacilitadora de las negociaciones relacionadas con el Balance Mundial, proceso establecido por el Acuerdo de París para que cada cinco años se realice un balance del estado de la implementación de los compromisos de todos los países. Así mismo, la abogada y experta en derecho internacional ambiental, Jimena Nieto Carrasco, fue elegida en el Comité de Implementación y Cumplimiento del Acuerdo de París, en representación de América Latina y el Caribe.

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