Los habitantes de la región de Nuba, conocida como la Tierra del Oro, se han visto obligados desde principios del siglo XX a abandonar sus localidades en distintas ocasiones, pero, a pesar de todos estos movimientos migratorios, conservan sus lenguas y tradiciones.

La tierra de Nuba o la Tierra del Oro toma su nombre de la palabra nub —que en la antigua lengua egipcia significa oro—, debido a la presencia de una de las mayores minas de ese metal en su territorio, en la zona de Al-Alaqi, al sur de Asuán, en Egipto. Los antiguos egipcios se referían a Nuba como «la tierra de los arcos» debido a las habilidades de su gente en el tiro con arco. En el pasado la llamaban también Kush«.

En una entrevista con Noticias ONU, el jefe del sindicato de guías turísticos de Asuán, Shukri Seif El-Din, explica: «Nuba es la zona situada en el norte de Sudán y el sur de Egipto. En el pasado la llamaban también Kush«.

Por su parte, el profesor Muhammad Sobhi, estudioso del patrimonio nubio, aclara que «los nombres Nuba o Kush aparecieron en la época del Reino Medio, especialmente durante el reinado de Sonsert I. La palabra Kush se encontró escrita en una de las tumbas de la isla Elefantina en Asuán [que datan de esa época]».

Nuba, el lugar y la gente

Según la historia, la tierra de Nuba abarca desde el sur de Egipto hasta el sur del Nilo y se encuentra situada entre la primera y la cuarta catarata de ese río.  La tierra de Nuba se divide en Nuba Inferior y Nuba Superior. El bajo Nuba, también conocido como el Nuba egipcio, se extiende unos 320 km al sur de Asuán a ambos lados del Nilo y llega hasta la segunda catarata en Wadi Halfa. El alto Nuba se encuentra en la República de Sudán.La sociedad nubia comprende tres tribus principales: los árabes, los Al-Kunuz (Tesoros) y los Fadijka.

  • Los árabes viven en el centro de la región y hablan árabe.
  • La tribu Fadijka habla la antigua lengua nubia y vive en la región sur. Tiene una lengua propia, el fadijka, que se habla, pero no se escribe.
  • La tribu Kunuz vive en la región norte y habla la lengua kenizia, además de la Matuk.

El experto en turismo Shukri Seif El-Din, señala que en el alto Nuba (en Sudán), había tribus llamadas Blemmys, que asaltaban el bajo Nuba en Egipto, lo empujó a los nubios a buscar ayuda y protección del faraón egipcio Sesostris, a quien, por ese motivo, se le conoce como el Rey Protector de los Nuba».Templo Philae en Asuán, Egipto. Unsplash/Jeremy BezangerTemplo Philae en Asuán, Egipto. 

Migraciones nubias después de la presa y el embalse

A principios del siglo XX, en 1902, los nubios se comprometieron con el Estado egipcio a construir el embalse de Asuán, para almacenar agua del Nilo. La presa sumergió diez aldeas nubias provocando el desplazamiento de su población. Más tarde hubo un segundo desplazamiento durante la primera subida del embalse de Asuán en 1912. En esta ocasión, el agua hundió otros ocho pueblos.

Con la segunda elevación del embalse en 1933, diez pueblos más quedaron inundados.

Un total de 18.000 familias fueron desplazadas de un área 350 kilómetros cuadrados con la construcción de la Presa Alta, lo que supuso la cuarta migración.

Los nubios se desplazaron de la antigua a la nueva Nuba y luego a los centros de Nasr al-Nuba y Kom Ombo, al norte de la ciudad de Asuán. El desarraigo duró de octubre de 1963 a junio de 1964. El traslado se hizo en barcos hasta la ciudad de Asuán y de ahí en autobuses a los nuevos pueblos nubios de Nasr al-Nuba y Kom Ombo.

El líder del sindicato de guías turísticos de Asuán, el profesor Shukri Seif El-Din, de origen nubio, sostiene que «no se puede decir que las primeras migraciones nubias en los años 1902, 1912 y 1933, tras la elevación del embalse, fueran forzadas».

«Los nubios subían a la montaña lejos del agua o emigraban voluntariamente a las ciudades de Esna y Qena, en la provincia de Qena», abunda.

«Pero tras la construcción de la Alta Presa, la formación del lago Nasser y la subida del nivel del agua, las migraciones fueron forzadas», agrega Shukri Seif El-Din, quien dijo que éstas se produjeron «aunque se mantuvo el llamado derecho de retorno [de los desplazados] a sus pueblos cuando se estabilizaba el nivel del agua en el lago».

La activista nubia de los derechos de las mujeres, Najat Sayed Ali, destaca que «tras las diversas migraciones nubias, muchas de las características geográficas del lugar cambiaron».

Sayed Ali señaló también que los desplazados de Nuba en las primeras migraciones por la elevación del agua del embalse no fueron tan afectados como los nubios que se desplazaron tras la construcción de la Presa Alta y fueron trasladados al Centro Nuba de Nasr, 50 kilómetros al norte de Asuán.

Un llamamiento mundial para salvar los monumentos nubios

Después de la inauguración de la Presa Alta, Egipto solicitó ayuda internacional para salvar los yacimientos arqueológicos y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), encargada de proteger el patrimonio mundial, realizó una campaña i para salvar los monumentos de Nuba. Ingenieros, arquitectos, geógrafos y otros especialistas de todo el mundo acudieron para salvarlos y salvaguardarlos.

Este esfuerzo, que duró 20 años, permitió salvar muchos monumentos, entre ellos los templos de Abu Simbel y Philae.

El arqueólogo y doctor Osama Abdel Warith, experto de la UNESCO y antiguo director del Museo de Nubia en Asuán, dijo a Noticias ONU que esa agencia “desempeñó un papel importante en el rescate de los monumentos de Nuba, llamando a todos los países del mundo en 1959 a que participaran en esa campaña».

El gobierno egipcio creo un fondo para salvar los monumentos de Nuba y establecer políticas, organizar y facilitar el trabajo de las misiones arqueológicas extranjeras y locales. Según el experto de la UNESCO, esos recursos sirvieron para financiar dos operaciones de rescate de antigüedades, excavaciones y misiones arqueológicas que permitieron descubrir muchos artefactos históricos que ahora se exponen en el Museo Nubio de Asuán.Los antiguos templos de Abu Simbel en Nubia, al sur de Egipto, se tiñeron de naranja 2015, como parte de la campaña de ONU Mujeres, "Pintar el mundo de naranja" para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas.ONU Mujeres/Mohamed Ezz AldinLos antiguos templos de Abu Simbel en Nubia, al sur de Egipto, se tiñeron de naranja 2015, como parte de la campaña de ONU Mujeres, «Pintar el mundo de naranja» para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas.

El gobierno egipcio creo un fondo para salvar los monumentos de Nuba y establecer políticas, organizar y facilitar el trabajo de las misiones arqueológicas extranjeras y locales. Según el experto de la UNESCO, esos recursos sirvieron para financiar dos operaciones de rescate de antigüedades, excavaciones y misiones arqueológicas que permitieron descubrir muchos artefactos históricos que ahora se exponen en el Museo Nubio de Asuán.

El sueño de los nubios de regresar

Muchos nubios sueñan con volver a las orillas del lago Nasser, cerca de sus pueblos originales. Por ello, el gobierno egipcio anunció que ese pueblo tendría prioridad para obtener terrenos situados en la antigua región  de Nuba, como parte de un proyecto gubernamental para el reclamo de tierras.

Esta disposición se ajusta al artículo 236 de la Constitución, que establece que «el Estado garantiza el desarrollo y la aplicación de un plan para el desarrollo económico y urbano integral de las zonas fronterizas», según las recomendaciones de la Conferencia Mundial de Lucha contra el Racismo, celebrada en agosto de 2001  en Durbán, Sudáfrica.

Eva en la casa nubia

Las casas nubias, situadas al sur de la isla de Philae, se distinguen por su aspecto espléndido y su arquitectura armoniosa. Están hechas de ladrillos de barro y tienen techos de hojas y troncos de palmera.

Las mujeres nubias han preservado la identidad su pueblo al mantener vivas las costumbres y tradiciones. Las nubias consideran las joyas de orfebrería tradicionales como parte de su personalidad, su historia y su cultura.

Aunque la vestimenta de la mujer nubia varía según el grupo de edad y el estatus social, el jarjar es su vestido oficial.

«A las mujeres nubias les encanta el trabajo antiguo del oro. A pesar de los avances técnicos y artísticos para diseñar nuevas joyas, sienten nostalgia por los modelos antiguos nubios, sobre todo en los casos de las jóvenes de las tribus Kunuz, y Fadijka».

Bodas y bailes tradicionales

En las bodas nubias, las formas de canto varían en función del instrumento utilizado en la interpretación. Los nubios tienen sus propios ritmos, entre los que destacan la danza Al-Arageed de las tribus Fadijka, o la danza Holi de los Kunuz.

La Al-Arageed, una danza de grupo en la que la mujer y el hombre bailan juntos, está inspirada en el río Nilo y sus olas. En el baile Holi predominan los movimientos con la palma de la mano.

Pese a la sucesión de migraciones desde la construcción del embalse de Asuán y los posteriores cambios, la herencia nubia se niega a extinguirse.

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