Más de 6.700 pingüinos llegaron a Brasil durante la temporada de migración de este año, un 20 % más sobre las visitas efectuadas por estas aves a las costas del sur del país, según datos divulgados por un proyecto ambiental que cuida de animales marinos en el gigante suramericano.
Anualmente miles de estas aves marinas no voladoras llegan a las costas brasileñas, provenientes de Argentina y Chile. En total ya son 6.747 pingüinos registrados en diversas playas del país.
Rescate de animales
Los datos facilitados este martes son del Proyecto de Monitoreamiento de Playas (PMP), un programa ambiental coordinado por la empresa estatal brasileña Petrobras que tiene como objetivo el rescate, rehabilitación y devolución al mar de mamíferos, tortugas y aves marinas y que vigila a lo largo de 3.000 kilómetros de playas en diez estados del litoral brasileño.
Santa Catarina es el estado con la mayor incidencia, con 4.741 pingüinos contabilizados, seguido de Paraná, con 1.028, ambas regiones al sur del país.
No obstante, este tipo de aves también han llegado a las playas de Sao Paulo (869), Río de Janeiro (107) y Espíritu Santo (2), localizadas más hacia el centro del litoral brasileño.
Pingüinos de la Patagonia
Los animales encontrados son de la especie Pingüino de Magallanes (Spheniscus magellanicus), muy común en la Patagonia de Argentina y de Chile, así como en las islas Malvinas, y que entre junio y noviembre de cada año, especialmente en los meses del invierno austral, migran hacia el litoral brasileño para huir de las temperaturas frías y buscar comida.
Muchos de ellos arriban a la costa brasileña debilitados o muertos por las largas travesías y aquellos que son encontrados con vida son evaluados y, de ser necesario, remitidos a centros especializados para brindarles atención veterinaria.
De acuerdo con el proyecto, los pingüinos suelen llegar a las unidades de tratamiento con hipotermia (temperatura por debajo de lo normal), hipoglucemia (falta de azúcar en sangre) y deshidratación.
Tras su rehabilitación, las aves son devueltas a su hábitat natural, al que regresan con un chip que les permite ser monitoreadas si reaparecen en la costa brasileña.
El año pasado, 5.657 pingüinos visitaron el litoral de Brasil. EFEverde