El Inter se despide de Christian Eriksen tras la rescisión del contrato del jugador por mutuo acuerdo
Next17/12/2021
Todavía podemos recordar aquel momento de emoción e ilusión. Cuando se espera a algo que sabes que va a ser bueno, lo único que quieres es que dure más tiempo, para poder disfrutarlo mejor.
28 de enero de 2020: se sube el telón de La Scala theatre, un lugar en el que estrenarse siempre es especial. Y cuando la clase y la elegancia se unen, cuando Christian Erisken y el Inter establecen un vínculo, el resultado solo puede ser especial. Y ahí estaba el maestro danés, haciéndonos partícipes de su magia en el centro del campo.
Nunca podremos olvidar aquel disparo que acabó estrellándose contra el larguero, y tampoco la natural reacción materializada en el «uyyyy» de la afición interista, que quedó boquiabierta tras descubrir a todo un mago que se atrevió a crear peligro desde una distancia ridícula, un balón que se quedó a unos centímetros de producir la gloria. En ese momento, Christian nos demostró que era un artista digno de grandes obras.
Hemos compartido momentos en los que la clase, las batallas y los goles más inesperados – como el que marcó directamente desde el banderín de córner contra el Napoli – han sido los ingredientes básicos de su fútbol, junto con otras decepciones, como en aquel verano de la interminable temporada 2019/20: una magnifica temporada, con un resultado que no se correspondía con la realidad.
Christian ha sido una figura clave en nuestra consecución del Scudetto, una hazaña que logramos gracias a Eriksen, por su gran contribución: su visión, intuición, pases, asistencias y grandes goles. Contra el Napoli, contra el Crotone… En lo que sería la última batalla para hacerse con el título. Y por último, otro hermoso disparo a balón parado para celebrar el título en San Siro y para poner fin a otra gran temporada, con él.
¿Y cómo vamos a olvidar todos los momentos que nos ha regalado? Otro disparo a balón parado, en otro derbi, en la Coppa Italia.Otro momento más, histórico, en la historia más reciente del Inter: un gol espléndido, crucial, que no solo nos mandó a la siguiente ronda, sino que también nos dio un chute de energía para seguir haciendo historia, tanto para Eriksen, como para el Inter. Dicho tanto se materializó en la construcción de un vínculo que, partido tras partido, se hacía más fuerte.
En fin, no podía ser de otro modo: un final feliz, con memorias inolvidables de Christian sobre el terreno de juego, y con los colores Nerazzurri. Pues a veces, la vida le da una oportunidad a lo más inesperado, y te lleva por caminos inimaginables. Todo aficionado interista, todo aficionado al fútbol, le dedicó un minuto a Eriksen y esperó con esperanza. Volver a verlo en Appiano Gentile con sus compañeros, como campeones de Italia, fue motivo de felicidad, un momento que jamás podremos olvidar.
Aunque ahora el Inter y Christian queden separados, el fuerte vínculo que se creó y se estableció entre ellos nunca se va a romper. Los buenos momentos, los goles, la consecución del escudeto y celebración con la afición fuera de San Siro… Quedará grabado para siempre en la historia Nerazzurri.
¡Que vaya bien, Chris!
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