• El Presidente de la UEFA, Aleksander Čeferin, repasa un año lleno de acontecimientos para la UEFA y el fútbol europeo, y subraya que los valores clave que radican en el corazón del fútbol deben ser preservados y protegidos para el futuro.
El Presidente de la UEFA, Aleksander Čeferin

El Presidente de la UEFA, Aleksander Čeferin

Recordando un año inolvidable para la UEFA y la comunidad del fútbol europeo, es difícil destacar nuestro mayor logro.

La lista de ‘ganadores’ es simplemente demasiado larga. Los capitanes de los clubes y de las selecciones nacionales levantaron trofeos de la UEFA en nada menos que siete competiciones: la UEFA EURO 2020, la Nations League, las Champions League masculina y femenina, la Europa League, la fase final del Campeonato de Europa Sub-21 y la Champions League de fútbol sala.

El inicio de los nuevos ciclos de competición de clubes ha creado una situación en la que tanto el fútbol femenino como el masculino salen ganando. Los profundos cambios introducidos en la UEFA Women’s Champions League han mejorado significativamente su equilibrio competitivo, su exposición y su prestigio, mientras que la puesta en marcha de la Europa Conference League ha hecho que nuestras competiciones masculinas sean más inclusivas, con varios clubes que han aparecido por primera vez en la escena europea.

El fútbol incluso ha conseguido sus propias victorias deportivas sobre la pandemia, en primer lugar, al organizar tantos partidos a lo largo del año en medio de una normativa sanitaria en constante cambio; en segundo lugar, al demostrar que los aficionados podían volver a los estadios con seguridad.

A lo largo de los últimos 12 meses, cada uno de los miembros de nuestra comunidad ha contribuido a estos destacados éxitos: federaciones miembro, jugadores, ligas nacionales, clubes, entrenadores, árbitros, aficionados, socios patrocinadores y medios de comunicación.

Sin embargo, nuestro logro más significativo merece un mayor reconocimiento: la protección del modelo deportivo europeo que guía la misión de la UEFA, de sus federaciones miembros y de otras innumerables organizaciones deportivas. Basado en una estructura piramidal que conecta el fútbol base en los cimientos con los clubes de élite en la cima, el modelo funciona con una doble premisa. Los ingresos de las competiciones profesionales no sólo se reinvierten en el fútbol, sino que los clubes ascienden o descienden por méritos deportivos.

Pocas organizaciones representan con más firmeza los valores del modelo deportivo europeo que la UEFA. Cada cuatro años, nuestra UEFA EURO canaliza una gran parte de los ingresos hacia proyectos de desarrollo del fútbol en todo el continente a través del programa HatTrick.

De 2020 a 2024, 775,5 millones de euros de ingresos de la EURO 2020 beneficiarán a todos los niveles de la pirámide futbolística, desde la formación de entrenadores masculinos y femeninos hasta el apoyo a los clubes base y la formación de jóvenes jugadores con talento que sueñan con competir en futuras EUROs. Del mismo modo, el compromiso del modelo con la competición abierta fue un factor clave en la creación de la Europa Conference League. Las 55 federaciones nacionales tienen ahora garantizada la representación en al menos una competición de la UEFA cada temporada.

El malogrado intento del pasado mes de abril de poner en marcha una ‘superliga’ cerrada, centrada únicamente en llenar las cuentas bancarias de unos pocos clubes, amenazó valores que están en el corazón mismo del modelo deportivo europeo y de la misión de la UEFA. Su desaparición, impulsada por la condena política y popular de todo el continente, fue nuestra victoria más significativa y compartida en 2021.

Me gustaría extender mi gratitud personal a cada uno de ustedes por estar con la UEFA en un momento tan difícil. Su apoyo ha garantizado que todos nuestros logros, en los próximos años, continuarán construyendo un futuro sostenible para el fútbol en Europa.

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