Proteger los humedales por la humanidad y la naturaleza

Los humedales son ecosistemas en los que el agua es el principal factor que controla el entorno y la vida vegetal y animal asociada al mismo. Una definición amplia de humedales incluye los ecosistemas de agua dulce, los marinos y los costeros, como los lagos y ríos, los acuíferos subterráneos, los pantanos y marismas, los pastizales húmedos, las turberas, los oasis, los estuarios, los deltas y las marismas, los manglares y otras zonas costeras, los arrecifes de coral y todos los lugares creados por el hombre, como los estanques de peces, los arrozales, los embalses y las salinas. 

Representan uno de los ecosistemas más valiosos de la Tierra, indispensables para los seres humanos y la naturaleza por su valor intrínseco y por los beneficios y servicios que proporcionan, incluidas sus contribuciones ambientales, climáticas, ecológicas, sociales, económicas, científicas, educativas, culturales, recreativas y estéticas al desarrollo sostenible y el bienestar de la humanidad.

A pesar de que sólo cubren alrededor de 6% de la superficie terrestre, son el hábitat del 40% de todas las especies de plantas y animales. Su diversidad biológica es crucial para la salud humana, el suministro de alimentos, el transporte y las actividades económicas, que generan empleo, como la pesca y el turismo. Los humedales son vitales para los seres humanos, para otros ecosistemas y para nuestro clima, proporcionando servicios ecosistémicos esenciales como la regulación del agua, incluyendo el control de las inundaciones y la purificación del agua. Más de 1000 millones de personas (una octava parte de la población terrestre) que viven en zonas rurales y urbanas de todo el mundo dependen de los humedales como medio de subsistencia.

¿Por qué están en peligro?

A pesar de estos grandes beneficios, los humedales son unos de los ecosistemas que sufren mayor deterioro, pérdida y degradación, y se prevé que esta tendencia negativa continúe como consecuencia del rápido crecimiento de la población, la producción y el consumo insostenible, el desarrollo tecnológico y el cambio climático.

Con una pérdida del 35% a nivel mundial desde 1970, los humedales son nuestro ecosistema más amenazado, desapareciendo tres veces más rápido que los bosques. Entre las actividades humanas que provocan la pérdida de humedales están el drenaje y relleno para usarlos para agricultura y construcción, la contaminación, la pesca excesiva y la sobreexplotación de recursos, las especies invasoras y el cambio climático.

Este círculo vicioso de desaparición de humedales, medios de sustento amenazados y agudización de la pobreza es el resultado de una forma de pensar que, de forma errónea, ve los humedales como meros terrenos baldíos en lugar de considerarlos fuentes de vida, empleos, ingresos y servicios ecosistémicos esenciales. Uno de los retos clave pasa por cambiar la mentalidad de la gente y alentar a los gobiernos y a las comunidades a valorar y priorizar los humedales

Ilustración de unos manglares

Los humedales: solución al cambio climático

Los humedales constituyen una solución natural al cambio climático. Las turberas, los manglares y las praderas marinas son los sumideros de carbono más eficaces de la Tierra, encargándose de capturar y almacenar el doble de carbono que todos los bosques del mundo juntos. Sin embargo, cuando se drenan y destruyen, los humedales emiten grandes cantidades de carbono. Los humedales también nos protegen de catástrofes naturales. Ante la subida del nivel del mar, los humedales costeros reducen el impacto de los huracanes y los tsunamis, fijan la línea de costa y resisten la erosión. 

¿Qué podemos hacer?

La sensibilización del público es urgente a escala nacional y mundial para revertir la pérdida acelerada de humedales y promover su conservación y restauración. El Día Mundial de los Humedales es el momento ideal para que las personas conozcan más estos ecosistemas de importancia crucial.

“Acción en favor de los humedales para las personas y la naturaleza”, el tema para 2022, destaca la importancia de lograr que los humedales se usen de forma sostenible y racional.

La campaña de este año es una llamada urgente a la acción para que se tomen medidas y se invierta capital financiero, humano y político para evitar que los humedales del mundo desaparezcan por completo y restaurar los que ya se han perdido.

Los Humedales y los ODS

Unos humedales sanos son fundamentales para alcanzar los Ilustración de un manglarObjetivos de Desarrollo Sostenible, en especial los relativos a el objetivo 6: para garantizar agua limpia y saneamiento para todos, y proteger los ecosistemas relacionados con el agua; el objetivo 14, para la conservación y uso sostenible de los océanos, los mares y los recursos marinos; y el objetivo 15, por la conservación, el restablecimiento y el uso sostenible de los ecosistemas terrestres y los ecosistemas interiores de agua dulce; 

Origen del Día

El 30 de agosto de 2021, la Asamblea General de la ONU proclamó el 2 de febrero como el Día Mundial de los Humedales para concienciar sobre la urgencia de revertir la pérdida acelerada de los humedales y promover su conservación y restauración. El día marca la fecha de adopción de la “Convención relativa a los Humedales de Importancia Internacional” celebrada en 1971 en la ciudad iraní de Ramsar, a orillas del Mar Caspio.

A través de la designación de áreas protegidas, la aplicación de políticas eficaces, y el intercambio de conocimiento, la Convención permite a los países tomar medidas para proteger sus humedales y utilizarlos de manera razonable. Adoptada por 172 países, cada uno de estos al adherirse a la Convención, debe designar por lo menos un humedal para ser incluido en la Lista de Humedales de Importancia Internacional (sitios Ramsar).

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