El bambú, dado su rápido crecimiento y las condiciones adversas en las que puede brotar, tiene mayor grado de sustentabilidad y producción que la madera arbolar. Esta planta gigante, sorprendentemente de la familia del pasto, proporciona comida, casa, biogasolina, medicina y filtros de desalinización a quines la cosechan.
Aunque las virtudes del bambú no sean nuevas, el interés en estas sí lo es. El bambú se ha dejado de considerar la “madera de los pobres” para convertirse en el sustituto de madera más prometedor, y con más posibilidades de generar empleos rurales.
Los muchos trabajadores refugiados en Kenya tienen hasta ahora alrededor de cuatro hectáreas de plantación de bambú para construir mesas, sillas, canastas, escobas, collares, platos, pipas o incluso copas de vino.
Los muchos trabajadores refugiados en Kenya tienen hasta ahora alrededor de cuatro hectáreas de plantación de bambú para construir mesas, sillas, canastas, escobas, collares, platos, pipas o incluso copas de vino.
La organización aun es pequeña pero podría ser la vía para fomentar el trabajo rural y los programas de reforestación en tierras infértiles o baldías, y mostrarle al mundo los muchos usos y ventajas que tiene el bambú.