La mejor manera de despedir a San Siro, en la última casa de la temporada, y agradecer al millón y más de corazones de aficionados del AC Milan que han llenado el estadio en este largo periodo. Gana el Milán, también vence al Atalanta y ve la línea de meta. En un ambiente estupendo, en una tarde única, los rossoneri se hicieron con un 2-0 para grabar en piedra: los hombres de portada son Leão, todavía goleador y estrella habitual, y Hernández, de vuelta en la red después de cuatro meses. Tras una primera parte complicada, en un gran partido también de sufrimiento, el conjunto de Pioli dio una demostración de fuerza y ​​compacidad, mereciendo el premio del veredicto favorable gracias a los goles en la recuperación de su banda izquierda.

Una actuación de alma, bien dirigida, de paciencia y luego de calidad. Una prueba de coraje, una vez más sosteniendo la portería a cero. Y el Diablo vuela a 83 puntos, archivando de gran manera la jornada 37 de la Serie A y quedándose solo en lo más alto de la clasificación. Ahora para ganar el Scudetto, a un fin de semana del final, bastará un punto en el partido de ida del Sassuolo. O ni siquiera si el Cagliari frena al Inter esta noche (empate o derrota). No falta mucho, pero aún no es el momento de la fiesta. Mientras tanto, guardemos una tarde de cuento de hadas en el cajón de los recuerdos y miremos hacia adelante. ¡Siempre Milán!

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