Un lunes por la tarde, sorprende ver que las aulas de la escuela San Francisco de Peñas Blancas de San Ramón están vacías. Para encontrar a los jóvenes estudiantes, hay que seguir el balido de las cabras, hasta llegar a una parcela en donde los alumnos se afanan en dar de comer a los animales, mientras su profesor les explica cómo criar cabras para que produzcan leche. Para estos estudiantes se trata de un día corriente en la escuela.

Toda persona tiene derecho a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado.

Constitución de la República de Costa Rica, Artículo 50, 1949

San Francisco School - Costa Rica

© UNESCO / Escuela San Francisco

Desde 1949, Costa Rica ha sido un país pionero en la defensa del medio ambiente. Más allá de la legislación, se han puesto en marcha innumerables iniciativas para promover la protección del medio ambiente y la gestión sostenible de los recursos naturales.

Dado que los niños de hoy son los adultos de mañana, la educación desempeña un papel especialmente importante para animar a los costarricenses a que adopten estilos de vida sostenibles. Siguiendo esta lógica, el proyecto Finca “Tierra Prometida” se lleva a cabo en la Escuela San Francisco de Peñas Blancas de San Ramón desde hace 18 años. En la actualidad, 295 niños, desde el jardín de infancia hasta el sexto grado, reciben formación para vivir en armonía con la naturaleza.

La Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) es el núcleo de este proyecto dirigido por la comunidad. La EDS pretende dotar a los alumnos de todas las edades de los conocimientos, las competencias, los valores, las actitudes y el poder necesarios para hacer frente a los desafíos mundiales interconectados, como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la utilización no sostenible de los recursos y las desigualdades.

La Oficina Regional de la UNESCO en San José ha apoyado la agenda de la EDS del Ministerio de Educación mediante la concepción conjunta y la promoción de una política de EDS en la Educación; el reforzamiento de las capacidades y los conocimientos de los docentes en materia de EDS; la puesta en marcha de cursos semipresenciales sobre EDS; y, finalmente, la concepción conjunta de la Estrategia Nacional para poner en marcha la Política de EDS en la Educación. De 2015 a 2019, los docentes pudieron participar en talleres de reforzamiento de capacidades en los que se elaboraron materiales para proyectos educativos y los cursos de EDS.

En consonancia con la asociación de la UNESCO y el Ministerio de Educación, el proyecto Finca “Tierra Prometida” es profundamente colaborativo, e incluye la participación de miembros de la comunidad local, ONG, universidades y el Ministerio de Educación en el proceso de desarrollo de los programas y de los planes de estudio.

San Francisco School - Costa Rica

© UNESCO / Escuela San Francisco

Inspirada en la herencia ancestral y en el deseo de disuadir a la comunidad local de devastar el medio ambiente, Finca “Tierra Prometida” pretende educar a los estudiantes según prácticas y habilidades sostenibles que conservarán el resto de sus vidas.  El proyecto comenzó con la donación de una parcela de 5,000 m2 por parte de la Fundación Grand Circle. Se despejaron espacios de jardín y se creó un establo para la crianza de animales.

Al transformar el terreno que rodea la escuela en una granja ecológica, los alumnos aprenden a cuidar de los animales, a reutilizar los residuos y a cultivar productos ecológicos. Junto con estas competencias, los profesores también transmiten valores y actitudes fundamentales: el amor y el respeto por la naturaleza.

Es un proyecto que va más allá del interior de un aula, se trata de un proyecto de puertas abiertas que enseña al alumno a aprender específicamente en la práctica lo que realmente necesita para la vida.

Eulin Patricia Chacón Gamboa, directora de la Escuela San Francisco

Los planes de enseñanza y de estudio incluyen conocimientos y competencias agrícolas y matemáticas que se centran en la sostenibilidad. El objetivo del proyecto es que los alumnos “aprendan en la práctica”. Esta forma de enseñar ayuda a los niños no sólo a adquirir competencias académicas y conocimientos básicos, sino también a aprender a resolver problemas en su vida cotidiana. Adoptar estilos de vida sostenibles es esencial para preservar lo que la naturaleza y la tierra tienen que ofrecer. Según Tatiana Arroyo, cuyos hijos asistieron a la Escuela San Francisco, la pedagogía de la escuela debería reproducirse en otros centros educativos del país.

Un día a la semana estos niños calzan sus botas de goma, sus pantaloncitos, su camisetita, su gorrito, y los llevan a esta granja a recoger huevos, y mientras los recogen practican las matemáticas, los métodos de ordeño, y si tienen que ordeñar, aprovechan para aprender otras materias, ya sea ciencia o cualquier otra cosa.

Tatiana Arroyo, madre de alumnos

El proyecto Finca “Tierra Prometida” nos invita a todos a reflexionar sobre cuán importante resulta saber valorar lo que nos ofrece nuestra tierra. Los estudiantes aprenden que todo lo que producen en la finca se puede hacer sin dañar el medio ambiente. A medida que todos seguimos adaptándonos a las realidades actuales y futuras, las escuelas pueden recurrir a modelos como el de Finca La Tierra Prometida para revolucionar los programas escolares mediante la integración holística de los enfoques de la EDS.

unesco.org

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