Las culturas prehispánicas miraron en el colibrí no sólo a un ave con una hermosa composición iridiscente de colores y de peculiar vuelo, sino que representó para ellos un ser mitológico que condujo a los aztecas hasta Aztlán. Pero los aztecas no fueron los únicos que mostraron su interés por el ave más pequeña del mundo, los mayas también miraron en él a un ser especial, nombrado como xts’unu’um, representó para ellos un puente entre dioses y hombres, un ser encargado de comunicar los deseos de los dioses a los habitantes terrenales de la cultura maya. Es por esto que detrás de las aves, se esconde una leyenda maya muy emotiva que los une a los humanos.
El colibrí es un ave oriunda de América en donde se le conoce de distintas formas como chupamirtos, picaflores, tucusitos, huitzitzilin (en náhuatl) y xts’unu’um (en maya). Existen distintas especies de colibríes que encantan con sus colores que reflejan la luz del sol y cambian constantemente de tonalidades dependiendo del ángulo de incidencia, fenómeno que conocemos como iridiscencia. Tan sólo en México, es posible observar hasta 57 especies diferentes de chupamirtos que se extienden a lo largo y ancho de su territorio.
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Admirarlos es sin duda una de las vistas más sublimes que nos puede regalar la naturaleza. Ya sea por su pequeño cuerpecillo que tiene la habilidad de volar en todas direcciones, por sus colores de arcoíris o por su canto mágico, los colibríes nos hacen olvidarnos de todo lo negativo. Quizá sea por esto que detrás de ellos se esconde una de las leyendas mayas más hermosas de la cultura prehispánica.
*Créditos: Chris Spencer.
La leyenda del colibrí
Cuenta la leyenda que cuando crearon el mundo y todo lo que habita en él, los dioses mayas dotaron a cada animal, cada árbol y cada piedra con una misión especial. Es por eso que cada elemento natural cumple una función importante en la Madre Tierra aunque los humanos no sean capaces de verla.
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Cuando culminaron su tarea de repartir misiones, de pronto se percataron de que sobraba una de las funciones más importantes, la de transportar los deseos y buenos pensamientos de un lugar a otro. Sin embargo, el barro y el maíz con los que dieron vida a todos los demás seres se había terminado. Lo único que vieron muy cerca de ellos fue una hermosa piedra de jade, así que decidieron tallarla para crear al portador de los deseos.
La piedra era pequeña pero aún así los dioses decidieron tallarla en forma de flecha para crear al ser encargado de trasladar los buenos deseos. Una vez que estuvo lista, las deidades emitieron un soplido y de pronto, un animal alado cuyas alas reflejaban todos los colores de la luz, emergió con su encantador vuelo.
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Era ligero y frágil, pero muy audaz para acercarse a las flores sin siquiera mover un solo pétalo. Con el tiempo los hombres quedaron encantados con el colibrí y comenzaron a perseguirlo para obtener su plumaje como adorno, pero el hecho molestó enormemente a los dioses, quienes amenazaron con castigar a todo aquel que se atreviera a tocar al hermoso colibrí. Es por esto que nadie es capaz de atrapar a un colibrí para mantenerlo privado de su libertad dentro de una jaula.
*Créditos: Chris Spencer.
La leyenda también dice que si un colibrí se acerca a ti, es porque trae los buenos deseos o pensamientos de alguien más. Incluso se cree que si un ave pequeña de esta naturaleza, vuela por encima de tu cabeza, es porque está tomando tus deseos para volverlos realidad. También se cree que transportan un mensaje de amor, así que la próxima vez que observes un colibrí quizá es porque alguien más envió su amor y buenos deseos a través de él.
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