Los ciudadanos pasan un 90 % de su vida en espacios cerrados, donde la contaminación del aire «puede llegar a ser igual o más perjudicial» que la del exterior, según un estudio publicado con motivo del Día Internacional del Aire Limpio por un Cielo Azul que se conmemora hoy.
Esto se debe a la «alta presencia de contaminantes» dentro de las viviendas, que no sólo provienen del exterior, sino que se derivan de la «actividad habitual de los individuos, como el humo, el vapor de cocina, el uso de aerosoles y productos de limpieza» y los propios materiales constructivos del edificio, de acuerdo con el informe elaborado por el grupo empresarial Aire Limpio.
Riesgos por aire contaminado
El texto recuerda el «importante riesgo» que implica el aire contaminado para el medioambiente y para la salud y constata que se trata de una «preocupación creciente» en las sociedades modernas de la que «hay que ser conscientes y saber cómo combatirla«.
Nueve de cada diez personas del planeta respiran aire contaminado y siete millones mueren anualmente por este motivo, diez mil de ellas en España, según datos de la ONU recogidos en este análisis, que describe dos tipos de contaminantes: primarios y secundarios.
Entre los primarios, señala los óxidos de azufre y de nitrógeno, el monóxido de carbono, los aerosoles, los hidrocarburos, los halógenos y derivados, el arsénico y sus derivados, ciertos componentes orgánicos, los metales pesados y las partículas minerales; mientras que, entre los secundarios, enumera el ozono, los sulfatos, los nitratos, los aldehídos, las cetonas, los óxidos, el peróxido de hidrógeno y los radicales libres.
Respecto a las partículas en suspensión afirma que «abarca un amplio espectro de sustancias orgánicas e inorgánicas que se encuentran suspendidas en el aire» y cuya presencia achaca al uso masivo de combustibles fósiles y los sistemas de calefacción principalmente.
Todas estas sustancias afectan al estado físico y al psíquico y pueden causar enfermedades respiratorias, pero también daños cardiovasculares y en el sistema nervioso, fatiga, dolor de cabeza y ansiedad, irritación de ojos y mucosas e incluso consecuencias perjudiciales para el aparato reproductor, el hígado, el bazo y la sangre.
Otros datos y cifras
Por ello, el estudio considera la mala calidad del aire como responsable del 43 % de los fallecimientos por enfermedad obstructiva crónica (EPOC), del 29 % por cáncer de pulmón y del 24 % por cardiopatías.
Además, la mortalidad en ciudades con niveles elevados de contaminación es entre un 15 y un 20 % superior a la registrada en ciudades más limpias y aún mayor que en los entornos rurales.
Si bien el informe reconoce que en los últimos años han aumentado las leyes y directivas tanto locales como internacionales para el control y mejora de la calidad del aire, «aun así sigue siendo un problema que provoca importantes consecuencias en la salud«.
Las Naciones Unidas han centrado el tema del día internacional de este año con la etiqueta #ElAireQueCompartimos, recordando la «naturaleza transfronteriza» de la contaminación atmosférica y subrayando la necesidad de asumir responsabilidades y tomar medidas colectivas.
Ello implica reforzar la cooperación internacional y regional de una forma «inmediata y estratégica» para una aplicación más eficaz de las políticas y medidas de mitigación que permitan hacer frente a la contaminación atmosférica, según detalla la ONU en su propia web. EFEverde