Querido y conquistado. El Inter había partido hacia Plzen con una misión por cumplir: ganar, llegar a 3 y darle nueva fuerza al camino en la Champions League. Golpe objetivo con un juego serio, cuidadoso, preciso. Un gol en cada mitad: Dzeko, servido por Correa. Luego Dumfries, con una asistencia de Dzeko, protagonista del partido. Un 2-0 sin apelación con los locales forzados al 10 desde el 60′ por la sacrosanta expulsión de Bucha por una mala entrada sobre Barella. El Inter sumó su segunda victoria consecutiva entre liga y copa y ahora, con los tres puntos en el Grupo C, puede volver a meter la cabeza en el campeonato, de cara al partido a domicilio en Udine.

Inmaduro desde el primer minuto en el centro de la defensa: así es la novedad de Inzaghi, con el debut absoluto con el Inter para el defensa. En la portería está Onana, frente a Dzeko con Correa. El comienzo es lento, a pesar de que los 11.000 del estadio checo intentan inmediatamente prender el clima. Al 16′ es Acerbi, en el área, quien se vuelve peligroso. El primer anillo del Inter precede apenas a la ventaja. Cuando el equipo de Inzaghi logra maniobrar con libertad, las oportunidades llegan. Gosens trabaja un buen balón en el área, Correa sirve a Dzeko que con la derecha marca un golazo. Tiro raso ganando y el Inter adelante.

No hay una reacción real por parte de los anfitriones, que son rápidos en la reanudación pero demasiado tiernos cuando tienen que hundirse. El Inter tiene la gran oportunidad de hacer doblete al final de la mitad, con una gran reanudación empujada por Brozovic: Dzeko encuentra la oposición de Staniek, Mkhitaryan no encuentra el espejo en la contra.

La recuperación comienza con el Inter a toda velocidad, en un intento de asegurar el partido: en un tiro libre de Bastoni, Gosens con la cabeza embiste al portero, Skriniar no encuentra la contra ganadora. El defensor lejano vuelve a salvar a Dzeko, luego Dumfries cabecea alto desde una buena posición. Un buen Inter, ágil en la construcción, pero con el pecado capital de no cerrar el partido.

Al 60′ Viktoria se queda en el 10 por una roja cabeceada a Bucha por una mala intervención sobre Barella. Paradójicamente, la inferioridad numérica embiste al Viktoria, que se lanza hacia adelante. Sykora intenta en el área, los checos se lanzan al ataque y… conceden. El Inter, al contragolpe, hunde el golpe del 2-0: Barella activa a Dzeko, asistencia para Dumfries y primer gol del holandés en Champions.

En la final hay tiempo para el debut de Asllani en Champions y para una gran parada de Onana. Trae inmaculada, victoria y 3 puntos. Misión cumplida.

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