La Selección domina su encuentro de octavos de final, pero no puede superar la tanda desde los once metros

La fatídica tanda de penaltis se ha vuelto a cruzar otra vez en el camino mundialista de España y de nuevo en los octavos de final, barrera otra vez de la Selección cuatro años después de la experiencia de Rusia 2018.

Esta vez ha sido Marruecos quien se ha cruzado en el devenir de un combinado nacional que lo ha intentado de todas las maneras posibles hasta toparse con la cruz de la moneda desde los once metros.

De inicio, el seleccionador presentaba un equipo con casi la mitad de sus efectivos renovados respecto al once inicial del anterior partido frente a Japón. Marcos Llorente se estrenaba en la derecha, Jordi Alba regresaba al lateral zurdo, Laporte al centro de la defensa y Marco Asensio como referencia arriba.

España monopolizaba el balón con una agresiva y ordenada Marruecos a la espera, fiada a la velocidad de las contras y acciones a balón parado con la ejecutada por Achraf a los doce minutos.

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Los de Walid Regragui evidenciaban problemas en la salida del balón y en una de ellas Gavi y Ferran ponían en problemas a Bono antes de que Marco Asensio rematase al lateral de la red en la mejor ocasión española del primer tiempo.

Unai Simón echaba el candado por su parte en la portería española  durante un primer tiempo de mutuo respeto que se iba sin goles al descanso.

En la reanudación, España lo intentaba más por el costado izquierdo, donde Dani Olmo emergía para llevar la batuta en ataque y protagonizar un buen chut a pelota parada en el primer tercio del segundo acto.

A media hora de la conclusión, Luis Enrique daba entrada primero a Carlos Soler, Álvaro Morata y poco después a Nico Williams para dar más empuje al ataque de una Selección que estaba a punto de marcar aprovechando dos internadas por la derecha del pamplonés.

Pablo Sarabia ha rematado una volea al poste en la última jugada de la prórroga

Con Unai prácticamente inédito durante toda la segunda parte, España apuraba sus opciones hasta el final ante una Marruecos que encontraba la manopla salvadora de Bono en el añadido a disparo de Dani Olmo para abocar la eliminatoria a la prórroga.

En el tiempo suplementario, la Selección lo seguía intentado con Morata de referencia arriba, gozando de un par de buenas ocasiones pero sufriendo un mano a mano mortal entre Chedrri y Unai Simón, que el portero alavés desbarataba para alivio de la Selección.

Nico Williams llevaría peligro hasta su última acción ya cuando la prórroga agonizaba y Sarabia entraba en sustitución del navarro para disparar al poste en la última y gran ocasión de eludir unos penaltis que se hacían inevitables.

rfef.es