Madrid, (EFEVerde).- Las organizaciones ecologistas han aplaudido el real decreto de envases aprobado por el Gobierno que obliga por primera vez a los productores de botellas de plástico a decir anualmente cuántas ponen en el mercado, una medida que ayudará a limitar los envases de bebidas que se usan y se tiran y dañan el entorno y la salud.

En un comunicado, la Alianza Residuo Cero, en la que están incluidos Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, Retorna, Rezero y Surfrider España, valora que finalmente se haya apostado «por una hoja de ruta sólida y transparente para la llegada del sistema de depósito de envases de bebidas».

Las organizaciones han valorado que el real decreto haya priorizado el medio ambiente y la salud frente a «las presiones del lobby del plástico» y «la industria del usar y tirar».

Según el real decreto de envases, se deberá asegurar la medición de los objetivos de recogida separada de botellas de plástico de menos de tres litros, en línea con la ley de residuos -en vigor desde abril de 2022- que determinó unos objetivos por debajo de los cuales se implantaría el sistema de depósito de envases.

El depósito o «devolución del casco» podría aplicarse, según la ley, en el caso de que para 2023 no se recuperara a través del contenedor amarillo el 70 % de las botellas de plástico de bebidas puestas en el mercado.

Una hora de «ruta» para el sistema de depósito

Para cumplir con «esta hoja de ruta», era fundamental que el propio gestor de la recogida separada de residuos de envases «no se encargara de contabilizar las botellas recuperadas separadamente», una cuestión finalmente resuelta, según los ecologistas.

Así, se construirá una metodología que permita medir la recogida separada de botellas de plástico de manera correcta, con una contabilidad «fiable», ha precisado a Efe el responsable del área de residuos de Ecologistas en Acción, Carlos Arribas.

Por otra parte, las organizaciones celebran que el reglamento confirme la prohibición de usar Ftalatos y Bisfenol A en los envases alimentarios, en línea con la ley de Residuos, dada la relevancia de proteger la salud ante sustancias con «gran impacto en determinados cánceres». EFEVerde