Tres veces campeón del mundo y bicampeón de la CONMEBOL Libertadores, un gran artista con el balón y un representante del talento sudamericano. El Rey Pelé dejó su reinado terrenal para pasar el umbral hacia lo eterno, inmortalizando su magnífica trayectoria como uno de los mejores jugadores del planeta.
GLORIA AL REY, un extraordinario jugador que maravilló los ojos de propios y extraños, elevando al fútbol sudamericano hasta el peldaño más alto de la esfera mundial. Nacido en Três Corações, en el Estado de Minas Gerais – Brasil, en el año 1940. Su padre, João Ramos do Nascimento ‘Dondinho’, fue un exjugador que dejó el fútbol debido a una lesión en una de sus rodillas. Su hijo le prometió ganar un mundial y lo consiguió en tres oportunidades: Suecia 1958, Chile 1962 y México 1970, anotando 12 goles en 14 partidos.
Pasaron 13 años de una imagen a otra. Pelé maravillando al mundo con tan solo 17 años, en el comienzo de una leyenda, llorando en los brazos del experimentado arquero Gilmar y Brasil dando la vuelta olímpica con la copa Jules Rimet. Y a los 30, en México, aquel niño volvió a levantar ese mismo trofeo que ya era de su propiedad, convirtiéndose en el mejor jugador de ese mundial. Toda una generación disfrutando de su magia.
Con 77 goles en 92 partidos entre 1957 y 1971 sigue siendo el vigente mayor goleador de la historia de la selección de Brasil, donde es uno de los íconos más grandes y que será recordado hasta la posteridad. Además, alcanzó la Gloria Eterna con su amado Santos FC, en los años 1962 y 1963. Una gran trayectoria de un genio, un virtuoso y talentoso del balompié mundial. Esto es solo un fragmento de la sublime carrera de Pelé, premiado como el Mejor Futbolista del siglo XX por la FIFA y como el Mejor Deportista del siglo XX por el Comité Olímpico Internacional. El fútbol llora su partida, la pelota denota una aguda nostalgia; sin embargo, vuelven a la vida a rememorar todas sus proezas, todas sus gambetas y todas sus destrezas. Un deportista de élite que sin duda apostó a Creer En Grande y lo logró.
En cuatro letras puede reducirse la historia del fútbol: PELÉ, nacido y criado con el balón, ‘O Rei’ no necesita trucos para generar magia, ni de malabarismos para crear asombro. Pelé se magnifica en gol y felicidad. Un joven que conquistó el mundo Un hombre que derribó todas las barreras Como jugador, fue grande Como persona fue enorme Regaló Fútbol al Mundo Dio alegría a generaciones Es una leyenda Es el Rey HASTA SIEMPRE; O ‘REI’
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