La mitad de temporada es suficiente para reescribir la historia: es un Napoli de récord, como nunca antes en la Serie A. La victoria en Salerno (2-0, goles de Di Lorenzo y Osimhen) le permite al equipo de Spalletti sumar 50 puntos al final de la primera vuelta, anulando el anterior récord del Napoli di Sarri en la 2017-18 (48 puntos). Otro mensaje más para los perseguidores, que tendrán que ganarlos todos para aspirar al título y eso no será necesariamente suficiente. Napoli impresiona con seguridad, compacidad y peligrosidad, y la transformación de Osimhen de un excelente delantero centro a un arma letal ha puesto a Napoli en la pole por el título durante meses. La ventaja sobre el Milán sube a +12, un punto por detrás del Inter: si el Milán no responde, ya será una escapada definitiva.

Nicola rediseña su Salernitana para el «debut-bis»: 4-5-1, con Nicolussi Caviglia al frente de la defensa para entorpecer las líneas de pase azul. En el Nápoles, que vuelve a proponer a Elmas para Kvaratskhelia (gripe), Lozano vuelve al tridente ofensivo. El tema del partido es claro de inmediato: Salernitana aplastada y atenta, el Nápoles maestro del regate, a la caza de un bolsillo. Pero superar el muro de granadas parece inmediatamente complejo y los líderes luchan por volverse peligrosos. Lo consigue en el 20′ con Osimhen, bueno girando en el scrum tras una acción de córner, pero el reflejo de Ochoa anula el salto del nigeriano. Dos minutos después, la respuesta de Salernitana: Piatek se va en una reanudación solitaria, apunta y salta a Di Lorenzo y entabla por primera vez a Meret (incluso la única en los primeros 45′). Salernitana había perdido a Gyomber a los 15′ (problemas musculares), pero no el espíritu defensivo y Lovato logra limitar físicamente a Osimhen. El Napoli es bueno para no ponerse nervioso, a pesar de las dificultades para atacar la portería de Ochoa. Y en el último segundo de recuperación, pasa: Anguisa intercambia con Mario Rui y llega al fondo, Di Lorenzo llega al centro raso y bloquea y golpea con la derecha a Ochoa para la ventaja azul.

SIEMPRE OSIMHEN — El gol de Di Lorenzo permitió al Napoli remontar en el segundo tiempo con la cabeza más libre y en la primera embestida los líderes hicieron doblete con el goleador Victor Osimhen, rápido para despejar desde el poste tras un buen remate de Elmas. Para Osi es el undécimo central en diez partidos de Serie A: si el primado necesitara rostro, la máscara del nigeriano estaría impresa en formato maxi. Para Víctor once goles en los últimos diez partidos y 13 en quince apariciones totales: una fuerza de la naturaleza, el verdadero arma plus del colectivo azul. Y Osi inmediatamente estuvo cerca de doblar su cabezazo, llamando a Ochoa a otro reflejo decisivo en un cabezazo a corta distancia.
OTRA ROTURA – La doble ventaja no cambia el marcador: Napoli bajo la dirección, que de vez en cuando intenta una estocada, Salernitana se escondió, incapaz de alta agresión para tratar de revertir rápidamente la acción. La ocasión misma de reabrir el partido llega igual, casi de vez en cuando: Di Lorenzo y Lobotka chapotean, la granada del 99 dispara con fuerza, Meret se pone el guante y la manda al poste. Obra maestra del portero azulgrana, muchas veces criticado pero este año en unas condiciones extraordinarias. Es el signo de exclamación del partido: la afición salernitana se disputa la granada al final del partido, los del Napoli, en cambio, no están. Ningún «líder de liga se va» esta vez, pero es un detalle musical. El ranking habla (o canta) por sí solo.

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