Se requiere estudios detallados de los territorios para diseñar estrategias efectivas frente a la gestión del riesgo.  Foto: USAR Colombia Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres. 

Deslizamientos, lluvias torrenciales, inundaciones y desastres naturales son un riesgo mundial que va en aumento a causa del cambio climático. Esta situación tiene a expertos de la academia y de distintos sectores de la sociedad buscando medidas de prevención y mitigación del riesgo que requiere de medidas urgentes para cuidar la vida. 

El escenario es retador, ya que, como señala el Informe sobre Desarrollo Humano 2014 “Sostener el progreso humano: reducir vulnerabilidades y construir resiliencia”, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), aunque los desastres son inevitables, para asegurar el progreso humano se argumenta a favor de la necesidad de mejorar de manera sostenida las capacidades de las personas y las sociedades con el fin de reducir vulnerabilidades persistentes, muchas de ellas estructurales y ligadas al ciclo de vida. 

Este fue el tema desarrollado en Podcast Radio UNAL, en el que participaron invitados nacionales e internacionales para intercambiar experiencias y lecciones aprendidas. 

Los daños materiales y psicológicos a causa de los desastres naturales tienen un alto costo, por lo que el reto es mitigarlos, y si se dan, contar con estrategias claras para construir los entornos y atender las necesidades que se presenten, de ahí la necesidad de la gestión integral del riesgo. 

Las investigaciones adelantadas hasta ahora muestran una hoja de ruta que se puede seguir, puntualmente en el caso de México. 

En Colombia, la Ley 388 de 1997 hace referencia tanto a los riesgos por fenómenos naturales y la prevención de desastres como a la necesidad de definir en los POT las políticas, directrices y prevención de amenazas y las estrategias de manejo de zonas expuestas. 

El geólogo Julio Fierro, profesor de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), explica cuál es el balance de la primera generación de los Planes de Ordenamiento Territorial (POT) en cuanto a inserción de riesgos antes de 2012.

Después de esto, en 2012 se aprobó una legislación específica: la Ley 1523 de Política Nacional de Riesgos Desastres, con nuevas disposiciones. 

Pese a las nuevas disposiciones, aún existen falencias en temas de conceptos que dan paso a la creación de las estrategias para hacerle frente a los desastres. Por eso la importancia de realizar estudios detallados de las zonas para establecer las medidas de mitigación del riesgo como punto clave para avanzar en el tema que requiere interés y voluntad política. 

Algunos de los retos son fortalecer los equipos de los municipios para actuar de manera articulada en las diferentes regiones del país y la capacidad financiera. 

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