Bajo la responsabilidad del Instituto Nacional de Vías, avanzan los trabajos de fragmentación de material rocoso y su posterior despeje en el kilómetro 13 de la vía al mar, afectado por el desprendimiento de una sección de la montaña.
Sin embargo, existe preocupación en la Secretaría de Infraestructura de Cali toda vez que se requiere celeridad en la intervención por parte de Invías. El titular de esta cartera distrital señaló que si bien el organismo nacional ha dispuesto un equipo con profesionales y obreros para llevar a cabo estas actividades de remoción, surgen una serie de inquietudes debido al gran tamaño de las rocas caídas.
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“Es importante que sean fragmentadas y trituradas para poderse transportar, por cuanto no se pueden desplazar loma abajo y por tanto se deben retirar del sitio, pero solamente hay un vibro martillo, por lo que se hace importante que el instituto dispusiera de otro para avanzar más rápidamente, porque las comunidades hacia el kilómetro 18 que son comerciantes, se muestran inquietas, ya que económicamente se han visto afectadas”.
Entre tanto, dijo que por ser un sector muy sensible, no se recomienda el uso de explosivos sino de vibro martillo. Sin embargo anotó que “como funcionario de la Secretaría de Infraestructura Distrital se recomendó inducir la caída controlada de una roca inestable que amenaza peligro que se encuentra en la parte superior del talud”.
Con el apoyo de guardas de la Secretaría de Movilidad, en principio se ha determinado el paso de automotores cada hora y se estima por parte de Invias, que el total de los 400 metros cúbicos de material rocoso desprendido, sea completamente retirado para la noche de este sábado 18 de febrero.