99% de la población está expuesta a un aire con niveles peligrosos de contaminación, un problema que causa 7 millones de muertes prematuras cada año.

La contaminación del aire es un riesgo ambiental para la salud humana y una de las principales causas evitables de muerte y enfermedad en todo el mundo.

No sólo eso, también tiene graves efectos perjudiciales sobre el clima, la biodiversidad y los ecosistemas, y la calidad de vida en general.

Mejorar la calidad del aire traerá múltiples beneficios para la salud, el desarrollo y el medio ambiente.

El Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul es un llamado a todos, desde gobiernos y empresas hasta la sociedad civil y los individuos, a tomar medidas para reducir la contaminación del aire y promover un cambio transformacional en favor del aire que compartimos.

Cada año, la contaminación del aire provoca 7 millones de muertes prematuras, del cual el 90% se presentan en países de bajo y mediano ingreso. La necesidad de contar con un aire limpio es más importante que nunca. Todas las personas respiramos el mismo aire y tenemos una sola atmósfera, que necesita que la protejamos.

En 2019, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 7 de septiembre el Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul, que se celebró por primera vez en 2020. La conmemoración de este día responde al interés cada vez mayor de la comunidad internacional en el aire limpio y en poner de relieve la necesidad de adoptar más medidas para mejorar la calidad del aire y así proteger la salud humana.

A menudo, la contaminación atmosférica no se ve, pero está en todas partes. Por tanto, constituye el mayor riesgo medioambiental para la salud humana y una de las principales causas de muerte y de enfermedad evitables a nivel mundial. Pero este problema no entiende de fronteras nacionales.

La contaminación atmosférica afecta a los niños y a las personas mayores de manera desproporcionada y repercute negativamente sobre los ecosistemas. Muchos contaminantes atmosféricos contribuyen de manera directa a la crisis climática. Así pues, mejorar la calidad del aire puede ayudar a mitigar el cambio climático. Asimismo, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible reconoce que disminuir la contaminación atmosférica es importante para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Este año, el Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul tiene como objetivo crear una comunidad mundial de acción que aliente a los países a aunar esfuerzos para hacer frente a la contaminación atmosférica y de este modo garantizar que todos protejamos el #AireQueCompatirmos. Para lograr dicho fin, este día ofrece a las personas una plataforma que puede facilitar la cooperación encaminada a mitigar la contaminación atmosférica a nivel individual, nacional, regional e internacional.

¿Qué puedes hacer?

La contaminación del aire se puede prevenir, pero se necesita que todos sin excepción se unan y actúen, desde individuos hasta empresas privadas y gobiernos.

La Comunidad Internacional puede colaborar entre sí para desarrollar un enfoque mundial en su objetivo de combatir la contaminación atmosférica y mitigar la crisis climática. La contaminación del aire constituye una cuestión del desarrollo que perjudica a las personas más desfavorecidas del mundo de manera desproporcionada. Por tal motivo, la comunidad internacional puede:

  • capacitar a los gobiernos nacionales a planificar y ejecutar medidas en materia de reducción de emisiones y vigilancia en la reducción de contaminación atmosférica;
  • dirigir las inversiones hacia la generación de electricidad más limpia y renovable, dejando atrás la electricidad proveniente de combustibles fósiles, a fin de fomentar sistemas de movilidad eléctrica más limpios, suplir la creciente demanda de climatización, estufas limpias y electrodomésticos eléctricos;
  • apoyar a los países en desarrollo a que implementen alternativas a la quema de combustibles contaminantes para obtener energía y a la quema de biomasa para cocinar, y
  • reducir las emisiones de metano y, por tanto, la reducción de la contaminación por ozono y sus repercusiones en la salud humana, la productividad agrícola y el crecimiento de los bosques.

Los gobiernos y las personas encargadas de formular políticas desempeñan un rol importante en proteger a sus ciudadanos mediante cambios estructurales que mejoren la calidad del aire. En efecto, los gobiernos y el funcionariado pueden invertir en procesos que lleven a una mejor planificación centrada en reducir la contaminación atmosférica y crear la capacidad necesaria para garantizar un aire limpio. Por su lado, las políticas pueden crear un ambiente propicio para que las tecnologías limpias y las empresas prosperen al punto de mejorar la salud de la población. A continuación recomendamos una lista de las posibles medidas:

  • mejorar la vigilancia de la calidad del aire y elaborar inventarios de emisiones y escenarios de mitigación;
  • fomentar la planificación urbana que reduzca la demanda de transporte y proporcione sistemas de transporte limpios y sostenibles, tales como la movilidad eléctrica y el uso de la bicicleta y caminar;
  • eliminar las subvenciones e inversiones en combustibles fósiles, aprovechando dichos fondos para invertir en soluciones energéticas más limpias y reducir las fuentes de contaminación atmosférica, e
  • invertir en alternativas más limpias en calefacción, iluminación y cocina, a fin de abandonar la quema de biomasa y otros combustibles contaminantes.

El sector privado puede impulsar cambios rápidamente y beneficiarse económicamente vendiendo soluciones. Por ejemplo, en los últimos 10 años, se ha evidenciado una tendencia mundial hacia los vehículos eléctricos gracias a la innovación y el apoyo gubernamental. Los consumidores solicitan cada vez más productos respetuosos con el medio ambiente, así pues, las empresas privadas pueden ayudar mediante las siguientes acciones:

  • monitorear y reducir los contaminantes atmosféricos y los gases de efecto invernadero de sus instalaciones y cadenas de suministro;
  • invertir y promover productos, soluciones y tecnologías que reduzcan las emisiones y la contaminación;
  • usar materiales reciclados o reciclables en los productos y en el empaquetado para reducir los desechos de los ciclos de producción y propiciar el uso de fuentes renovables de energía y la adopción de transporte energéticamente eficiente, y
  • construir redes de apoyo con empresas de objetivos similares a fin de concebir ideas empresariales sostenibles en los aspectos ecológico, económico y social en favor de la reducción de la contaminación del aire.

Asimismo, las personas a título individual pueden marcar la diferencia en su vida diaria. A continuación recomendamos unas ideas:

  • desplazarse en bicicleta o a pie;
  • reciclar basura inorgánica y compostar los desechos orgánicos;
  • ejercer presión a las instituciones locales para que mejoren las zonas verdes en las ciudades y ejecuten medidas adicionales para mejorar la calidad del aire;
  • apagar las luces y los aparatos electrónicos que no se estén usando y usar electrodomésticos con bajo consumo energético, y
  • comprobar las calificaciones energéticas de los sistemas de calefacción doméstica y las cocinas e intentar utilizar modelos que reduzcan emisiones y protejan la salud.

¿Qué más se puede hacer para resolver este problema?

Comparte tus ideas en las redes sociales con las etiquetas #DíaDelAireLimpio y #AireQueCompartimos

Pon a prueba tus conocimientos sobre la contaminación del aire con nuestros cuestionarios.

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