Una obra de arte: así vivieron las jugadoras colombianas el golazo de Linda Caicedo

La estrella colombiana convirtió un gol brillante ante Alemania. Sus compañeras, y ella misma, explicaron qué sintieron en ese momento.

Las jugadoras de la Selección Colombia y la propia autora del tanto reviven la apertura del marcador de la Tricolor ante Alemania.

Lorena Bedoya era una de las que tomaba marca, cerca de la mitad de la cancha. Brazos en la cintura y expectante, mientras de reojo observaba a Klara Bühl, la única jugadora de Alemania que sobraba en ataque. 

Diana Ospina realizaba ejercicios de calentamiento y, justo en el momento del remate, estaba distraída y miraba hacia otro lado. 

Leicy Santos estaba exactamente en la mitad de la cancha, a punto de ingresar al campo de juego. Desde el banco de suplentes aún le gritaban el típico «¡Dale! ¡Dale! ¡Con todo!». Todavía con la tranquilidad de la que no tiene pulsaciones aceleradas, tuvo una cosa muy clara: después de la gambeta, se venía el disparo a la portería.

Mayra Ramírez estaba cerca del punto de penal, casi al lado de la portera alemana, Merle Frohms. Soñaba con que le cayera algún rebote o pudiera empujar algún centro por lo bajo. Pero ella también lo sabía: iba a rematar.

Daniela Arias no se acuerda porque dice que la emoción no la permite recordar, pero lo vio de muy cerca. Era también una de las que esperaba un centro de un córner desde la izquierda que no prosperó, que se convirtió en un remate desde afuera de Manuela Vanegas y que pegó en la espalda de su compañera Jorelyn Carabalí. 

Hasta que llegó a los pies de ella.

Se encontraba en el costado izquierdo del área. El primer gesto fue como si intentara amagar hacia adelante pero luego detuvo la marcha. A la derecha tenía a Svenja Huth. Al otro costado, a Sara Däbritz. Entre las dos intentaron asfixiarla, robarle espacio. Retrocedió unos pasos y se tomó unos segundos. Uno. Dos. Esperó. Cuando Huth rompió la marca pasiva y la fue a buscar, sacó un pie a pie que puso patas para arriba a todo el estadio de Sidney. De derecha a izquierda. Luego, hizo dos controles más y sacudió la portería de Merle Frohms. No, no había forma de atajarla. 

Dice que no se acuerda mucho porque le gana la euforia. Pero, ante la pregunta más específica, desglosa parte de su arte. 

¿De dónde salió ese ‘pie a pie’?

«De la calle, del barrio, de lo que aprendí jugando de pequeña con hombres y obviamente de todo ese proceso y de mi virtud, de aprovecharla», dice Linda Caicedo a FIFA. Sonrisa amplia, ojos relucientes, medias bajas y algunos rayones en las piernas. El partido acaba de terminar. 

¿Y de dónde salió ese remate? 

«Siento que si lo buscas llega. Hay que intentarlo. Quise rematar y gracias a dios pudo entrar», agrega.

A los 18 años, Caicedo, figura de la Selección Colombia que venció a Alemania por 2 a 1, por el Grupo H, llegó a la Copa Mundial femenina de la FIFA 2023 como una posible estrella emergente. Comprada por el Real Madrid y elegida como figura de la última Copa América, su talento era -es- una evidencia, pero su medida ante las grandes citas no. Su carrera todavía es demasiado corta.

En el torneo que se disputa en Australia y Nueva Zelanda, Caicedo lleva dos goles (en el debut, ante República de Corea, marcó otro golazo) y toda la pinta que lo de «emergente» será borrado más bien rápido para pasar a ser simplemente ‘estrella’. 

Linda Caicedo | Jugadoras bajo la lupa

Con tan solo 18 años, la colombiana Linda Caicedo está preparada para completar un gran torneo en la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2023™.

«Son goles que pocas jugadoras son capaces de hacerlo, ella tiene esa habilidad y gracias a dios está en nuestro equipo. Ha madurado mucho, a pesar de su corta edad ha demostrado que este torneo no le queda grande, ha demostrado su magia. A pesar de que la tenían referenciada en esa jugada nos sorprende porque en una baldosa se sacó a dos jugadoras y marcó un golazo», dijo a FIFA Diana Ospina.

No hay ninguna jugadora de Colombia que no mencione lo agradecidas que están de que Caicedo juegue con la camiseta de su país. En la número 18 reside una ambición grupal que algunos años atrás era impensada.

«Uno no se acostumbra, cuando tienes una jugadora tan buena es difícil acostumbrarse», comenta a FIFA Lorena Bedoya. Y Daniela Montoya agrega: «La conocemos, sabemos de su talento y para nosotros…quedamos sorprendidos pero le falta mucho más. Lo bueno es que es humilde, tiene los pies en la tierra y sabe que nosotras la ayudamos a mejorar».

Y hay otro punto en común. Nadie sabe cuál es el techo de Caicedo. Las jugadoras de Colombia confiesan que jugar con ella hace aumentar la capacidad de asombro. Todos los días. «Linda no tiene techo, es una jugadora que está para grandes cosas. Nació para ser grande y lo va a hacer. Necesita de nosotras para estar donde está pero no tiene techo. Tiene 18 años y todo lo que aún falta para darle al fútbol», comenta Santos. 

Una última evidencia en común: ninguna jugadora tricolor dudaba de que, después de esa gambeta en un espacio reducido y adentro del área, iba a venir el remate. Ahí ya no había otra interpretación. Diferentes puntos de vista sobre una emoción única. Ángulos distintos de un momento especial. De una secuencia que queda en la historia del fútbol colombiano. 

fifa.com