Madrid, agosto (EFE).- Conejos, ardillas y otras pequeñas especies que no pueden escapar son las víctimas “invisibles” -según los ecologistas- de los incendios forestales, cuyo día mundial se celebra hoy para prevenir los grandes fuegos que también azotan a la fauna de mayor tamaño y que, en su huida en busca de alimento a zonas urbanas, pueden causar accidentes.
La jornada este año coincide con el enorme incendio de Tenerife en Canarias, que ha arrasado ya más de 3.200 hectáreas mientras que las condiciones climatológicas en estos momentos en España son de muy altas temperaturas, que previsiblemente se recrudecerán a partir del fin de semana pudiendo derivar en una nueva ola de calor, según las últimas predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
De acuerdo a los datos, la superficie arrasada por incendios en lo que va de año en España supera las 73.500 hectáreas y el riesgo de incendios en estos momentos es extremo en casi toda la península.
Las víctimas “invisibles” de los incendios forestales son los animales y “es esencial tomar conciencia de cómo las llamas se convierten en una amenaza silenciosa para miles de especies que habitan nuestros bosques”, advierte la Federación de Asociaciones Unidas por la Naturaleza y los Animales (FAUNA).
“Los incendios forestales no solo devoran la vegetación y los árboles que conforman nuestros ecosistemas, sino que también tienen un impacto profundo en la vida silvestre que depende de ellos”.
“Las llamas se convierten en una barrera infranqueable para animales que no pueden escapar a tiempo. Los hábitats se reducen a cenizas y los refugios naturales desaparecen en un abrir y cerrar de ojos”, advierte la federación.
No solo las llamas, también el humo y el calor, factores de riesgo
Aunque depende de la virulencia del fuego, los animales más grandes y las aves son las que tienen más opciones de escapar y abandonar la zona por su capacidad de movimiento, aunque la intensidad del humo y el calor sofocante puede despistarles y hacerles morir finalmente, ha advertido por su parte Luis Suárez, coordinador de conservación de la organización WWF.
Las especies más pequeñas tienden a ser las principales víctimas por las llamas, aunque algunas logran refugiarse bajo el suelo siempre y cuando no queme demasiado, ha añadido.
Por su parte, Theo Oberhuber, de Ecologistas en Acción, ha explicado que el animal que sobrevive inicialmente a las llamas puede acabar muriendo al desaparecer su hábitat y quedarse sin alimento ni refugio para vivir.
Especies endémicas como el lince ibérico en España, que solo existen en áreas geográficas específicas, corren un riesgo aún mayor que el resto de extinguirse por los incendios, según la federación Fauna.
Otro problema tras un incendio es que la fauna salvaje que logra escapar -grandes herbívoros y depredadores como jabalíes, ciervos, corzos, zorros o lobos- cuando se acerca a las poblaciones en busca de alimento y refugio puede provocar accidentes.
También pueden resultar muy afectadas por las llamas las especies domésticas (ovejas, vacas, cerdos, aves de corral,…) que al estar encerradas en cercas tienen limitada su movilidad. EFEVerde