• La actividad de las 25 estructuras volcánicas activas que el Servicio Geológico Colombiano monitorea pasará de estar categorizada en “niveles de actividad» a “estados de alerta volcánica».
  • El nuevo esquema permitirá optimizar los procesos de comunicación y articulación con todas las entidades que participan en la gestión del riesgo volcánico.
  • De esta manera, Colombia se ajusta a los referentes utilizados a nivel mundial para describir la actividad volcánica.

Bogotá, 18 de septiembre de 2023. El Servicio Geológico Colombiano (SGC) cambiará el esquema de medición de la actividad volcánica en Colombia. Ahora la actividad de las 25 estructuras volcánicas activas que la Entidad monitorea estará categorizada en “estados de alerta volcánica» e incluirá descripciones más precisas sobre el comportamiento de los volcanes. Este nuevo esquema presentará una serie de acciones recomendadas por el SGC a las autoridades competentes y comunidades de zonas de influencia volcánica según el estado de alerta.

Con este cambio, Colombia se ajusta a los referentes utilizados a nivel mundial para describir la actividad volcánica, así como a la terminología de la normativa nacional sobre gestión del riesgo (que usan el concepto de “alerta»).

El nuevo esquema es el resultado de un análisis de varios meses por parte del SGC, y la posterior articulación con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD). Este ya fue socializado con el Comité Nacional para el Conocimiento del Riesgo (CNCR) y su fin es optimizar los procesos de comunicación y articulación con todas las entidades que participan en la gestión del riesgo volcánico.

¿Qué cambia en el nuevo esquema?

Si bien los estados de alerta están representados en los mismos cuatro colores del esquema anterior (Verde, Amarillo, Naranja y Rojo), ahora no hacen referencia directa a la probabilidad de erupción en términos de tiempo, ni están pensados en términos de progresividad como ocurría con los niveles de actividad, que estaban numerados del I al IV. “La actividad de los volcanes no necesariamente siempre cambia de manera secuencial, es decir, de nivel Verde a Amarillo, luego de Amarillo a Naranja, y finalmente de Naranja a Rojo. Mientras un volcán esté activo, puede hacer erupción en cualquier momento como pasó con el volcán Nevado del Huila en 2007, que llevaba más de 500 años sin hacer una erupción y la hizo en 21 horas. Por eso ya no hablaremos de niveles, sino de estados.», explicó John Makario Londoño, director técnico de Geoamenazas del SGC.

En el nuevo esquema ya no existe ninguna categoría en la que se afirme que es probable que se dé una erupción en cuestión de días, semanas u horas, como pasaba con el nivel de actividad Naranja. Ahora la probabilidad de erupción está implícita en todos los estados de alerta y varía de acuerdo a estos: en alerta Verde es menor que en Amarilla, y en Naranja es mucho mayor que en Amarilla.

La única estructura volcánica que cambió de categoría es el Complejo de domos Nevado Santa Isabel (que antes estaba en nivel de actividad Verde), debido a cambios en la sismicidad al interior del edificio volcánico y a una posible fuente deformación en superficie que indican que debe situarse en estado de alerta Amarilla en el nuevo esquema.

De otro lado, la periodicidad de los boletines con los que desde el SGC informamos sobre el estado de las 25 estructuras volcánicas activas que monitoreamos dependerá de la evolución de las manifestaciones de actividad que cada una de estas estructuras tenga.

Para los volcanes en estado de alerta Amarilla y Naranja habrá un boletín semanal todos los martes y su periodicidad cambiará a diaria u horaria si: a) la estructura volcánica pasa a alerta Roja; b) su actividad lo amerita; c) las autoridades competentes o la UNGRD así lo requieren (en cualquier estado de alerta, la periodicidad de publicación de los boletines se podrá aumentar o disminuir según evolucione la actividad del volcán). En el caso de las estructuras volcánicas en estado de alerta Verde, continuaremos con un boletín mensual. Ante situaciones en las que la actividad de un volcán experimente cambios significativos y no previstos, probabilidad de ocurrencia de una erupción mayor, o cuando se presente una amenaza inminente para la población, se emitirá un boletín extraordinario.

El monitoreo volcánico en Colombia

En Colombia, el monitoreo sistemático de los volcanes activos por parte del SGC (en ese entonces INGEOMINAS) y en cooperación con otras entidades comenzó el 20 de julio de 1985 con la actividad del volcán Nevado del Ruiz, y se fue extendiendo a los demás volcanes activos del país. La categorización en cuatro niveles de actividad representada en colores (Verde, Amarillo, Naranja y Rojo) y valores numéricos paralelos (IV, III, II, I, respectivamente), con una descripción abreviada del comportamiento volcánico a partir de los resultados del análisis de la información obtenida por la red de vigilancia volcánica que se tenía en ese momento, se planteó en 2004 al entonces Comité Regional de Emergencias del Departamento de Nariño (CREPAD-Nariño), que para la época afrontaba la actividad eruptiva del volcán Galeras. Este esquema de medición, que fue aceptado por el CREPAD-Nariño, se propuso para que los tomadores de decisiones tuvieran una herramienta sencilla para poder gestionar las acciones en cuanto a prevención, atención y respuesta. Con la reactivación del volcán Nevado del Huila en 2007, este esquema de medición se adoptó a nivel nacional para las demás estructuras volcánicas activas monitoreadas (actualmente funciona para 25). Ahora, a partir del 14 de septiembre de 2023 entrará en vigencia el esquema de estados de alerta por actividad volcánica, que optimizará los procesos de comunicación y articulación con todas las entidades que participan en la gestión del riesgo volcánico.​

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