En la noche del miércoles, el conjunto de Erik ten Hag igualó 3-3 ante Galatasaray en Turquía, donde registró su primer empate de la temporada y comprometió aún más sus chances de avanzar a octavos de final.

Pese a la enorme paridad que se vio dentro de la cancha, Manchester United mereció quedarse con los tres puntos, considerando el gran trabajo hecho tanto al principio como al final del encuentro, cuando sometió al rival con mucha potencia y decisión.

En el arranque del encuentro, los Red Devils dieron la sorpresa con dos goles en menos de 20 minutos, enmudeciendo a los picantes hinchas turcos, que habían tratado de intimidarlos con un impactante recibimiento en el inicio.