El Muñeco analiza las posibilidades de Al Ittihad en el Mundial de Clubes y describe sus primeros días en el cargo.

FIFA
  • Marcelo Gallardo es para muchos el mejor entrenador en la historia de River Plate
  • Se hizo cargo del banco de Al Ittihad hace unas pocas semanas
  • El técnico argentino habla de sus esperanzas para la Copa Mundial de Clubes de la FIFA

Hace apenas tres semanas, Marcelo Gallardo aguardaba ansioso su primer mes de diciembre de ocio en una década. ‘El Muñeco’ planeaba pasar tiempo con su familia, irse fuera un largo fin de semana, hacer algunas compras navideñas y, desde la comodidad de su sofá, ver jugar a sus compatriotas Julián Álvarez, Germán Cano, Adonis Frías, Lucas Romero y Emiliano Tade en la Copa Mundial de Clubes de la FIFA Arabia Saudí 2023™. Entonces sonó el teléfono… Y ahora, Marcelo Gallardo se encuentra a 12.000 kilómetros de distancia, tramando un asalto al título mundial, con N’Golo Kanté, Fabinho, Jota y Karim Benzema como sus principales armas, y con toda una masa de hinchas desesperados por ver triunfar a Al Ittihad en su propia casa, en Yeda. Gallardo, seguramente el técnico más exitoso en la historia de River Plate, habla con FIFA sobre la importancia de la competición para Al Ittihad, la pasión de sus aficionados y qué supone entrenar a Benzema.

FIFA: Marcelo, ¿está contento de disputar un Mundial de Clubes aquí en su nueva casa, ante los aficionados de Al Ittihad?

Marcelo Gallardo: Primeramente, creo que hay un gran entusiasmo, especialmente por el fútbol árabe. Que se celebre un Mundial de Clubes en la ciudad donde estamos afincados, donde está ubicado el equipo, pienso que suscita una gran emoción para todos. Y cuando hablo de emoción, también me refiero a mí y a todo mi cuerpo técnico. Hace poco más de 20 días, estábamos aquí descubriendo un mundo completamente nuevo, enfrentándonos a la posibilidad de un gran reto como el Mundial de Clubes. Todo esto me motiva enormemente.

¿Qué importancia tiene esta competición para Al Ittihad?

Dado el marco que comporta, con los campeones de cada continente, es una de las principales competiciones a las que un equipo puede aspirar a ganar en el fútbol de clubes. Estamos en un escenario de primer nivel, donde cada equipo acudirá con sus propias aspiraciones sabiendo que los ojos del mundo están puestos en él. En ese sentido, creo que las expectativas son muy altas. Como todos los equipos participantes, estamos muy ilusionados por rendir bien en el torneo.

Al Ittihad quedó cuarto en 2005. ¿Cuáles son sus expectativas para este año?

Para empezar, intentaremos conseguir una victoria contra Auckland City, que será nuestro primer rival. Luego partiremos de ahí. No podemos mirar más allá de nuestro primer compromiso, que en estos casos suele ser el más importante.

¿Qué supondría llegar a la final para usted, para el club y para el fútbol árabe?

La aspiración de llegar a la final, o incluso de llegar hasta el final, es lo que nos emociona y nos mantiene concentrados. Creo que afrontaremos un salto cualitativo. Tenemos un buen plantel con buenos jugadores. Estamos en proceso de adquirir un entendimiento mutuo, y eso nunca es fácil; especialmente cuando apenas estás empezando y [lo haces] en una competición de ritmo frenético con un calendario apretado. Pero todo eso se dejará a un lado cuando hagamos nuestro debut. Todos estamos ilusionados por sortear este torneo de la mejor forma posible. Reitero que lo más importante es el primer encuentro. ¿Se imagina el estadio con 60.000 personas el martes? ¿Cómo es la pasión de los hinchas de Al Ittihad?

Me había hecho una idea de cómo sería, pero al estar aquí, parece que las expectativas han crecido mucho. Veo una afición muy apasionada que sigue al equipo, que apoya al equipo, que se hace sentir y se hace oír. Siempre llena el estadio, y eso probablemente también nos suponga unas expectativas mayores. Nuestros aficionados están muy emocionados. Es algo que me ha sorprendido gratamente: la pasión de los aficionados y cómo se han venido expresando; no sólo con relación al club y a los jugadores, sino también cómo nos han recibido. Y eso es bueno porque estamos acostumbrados a estas situaciones, en las que juegas rodeado de las emociones de los hinchas. Aquí nos encontramos en un sitio donde también está esa emoción. Ojalá podamos estar a la altura para que se sientan realizados.

El fútbol saudí ha experimentado un auge. ¿Hasta dónde cree que puede llegar?

Eso dependerá de cómo gestionen las expectativas y del desarrollo que tengan para seguir creciendo. Creo que cuentan con todo el potencial para hacerlo. Tienen un objetivo muy claro de hacer crecer la liga; ya han venido jugadores importantes, y creo que seguirán viniendo más. De momento pueden mantenerlo y sostenerlo con el paso del tiempo, así que creo que conllevará un crecimiento significativo. Dependerá del apoyo continuo que la liga ofrezca a su fútbol, de despertar a su audiencia, y también de las demandas que puedan hacer los jugadores importantes que vengan. También tiene que ver con permitir que su fútbol base siga creciendo, porque todos los países, pese a la tendencia a mejorar el estado de la liga con jugadores importantes o extranjeros, necesitan desarrollarse internamente. [Es decir], desarrollar jugadores, formar a entrenadores, y poder enlazar con esta expansión del mundo árabe hacia el mundo en general. ¿Ha encontrado aquí esa pasión que también le motiva y le da energías para decir: ‘Este es un lugar donde puedo desarrollarme’?

Al principio se trataba de descubrir un lugar completamente nuevo, un lugar totalmente diferente para mí. Este descubrimiento supone también una magnífica experiencia de aprendizaje. Viene con esa intención: tratar de transmitir mi esencia, mis conocimientos, mi pasión por el fútbol y lo que me gusta hacer. Y en ese camino, estoy descubriendo muchas cosas que también me permiten crecer. Estoy en esa [fase de] expectativa: no sólo adaptándome sino también llenándome de cosas para potenciar todo lo que, al menos, tenemos la intención de expresar. Eso, en un principio, me da una cierta adrenalina al volver a estar desempeñando una función cotidiana: en el campo, en los entrenamientos, en los partidos. Todo eso me ha puesto de buen ánimo, así que estoy feliz, y ojalá podamos tener la oportunidad de ir aplicando paulatinamente todas nuestras ideas e ir desarrollándonos. ¿Qué supone para usted tener jugadores que han ganado mucho, como Karim Benzema?

Creo que los jugadores que han tenido una experiencia suprema, que han pasado por muchas cosas, y que han sido ganadores o muy competitivos, llevan consigo ese hambre de victoria. Y si estás en un sitio donde la exigencia no es la misma, bueno… ahí es cuando recuerdas que, si eres competitivo, tienes que ser competitivo siempre. Si eres un ganador, tienes que intentar ganar siempre. Por tanto, en el caso de esos jugadores, la exigencia está dentro de sí mismos o, en el peor de los casos, simplemente hay que despertarla. Cuando quieres construir un equipo ganador, [esa mentalidad] tiene que venir no sólo del entrenador, sino también de los jugadores; que se lo exijan a sí mismos. Tiene que venir de los directivos, de los aficionados; creando un ambiente que permita que todos se sientan bien y aspiren a las metas más altas. Todos queremos ganar. Algunas veces no es posible, pero cuando haces todo lo que puedes para ganar, es muy probable que pasen cosas, porque [la dinámica victoriosa] empieza a generarse a partir de ahí.

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