Los leones cierran la primera vuelta en Champions tras conquistar el Sánchez Pizjuán con goles de Vesga y Paredes
El Athletic abre 2024 como dejó el año pasado, con una portentosa demostración de autoridad, tercer triunfo seguido con la portería a cero y finaliza la primera vuelta en posiciones de Champions, con diez puntos de ventaja en la zona europea sobre el Real Betis. Su incontestable triunfo en el Sánchez Pizjuán por 0-2 ante un Sevilla FC incapaz de responderle en el juego fue el mejor regalo para la afición rojiblanca, entusiasmada como está con este equipo que ha construido Ernesto Valverde.
Los leones vuelan en LaLiga y es obra de su técnico, que le ha regalado un gran triunfo a su fallecido amigo Jonan Ordorika, que a buen seguro sonrió desde arriba cuando Vesga, con un cabezazo majestuoso, y Paredes, en su primer gol como león, pusieron la firma a la victoria en el partido 500 como entrenador liguero de Txingurri.
Los rojiblancos salieron decididos a buscar la victoria que les catapultase en la competición para afrontar el derbi ante la Real Sociedad, en el que se espera récord de asistencia a San Mamés, de la mejor manera posible. Aunque no hay que confundirse, porque antes toca otro derbi, en este caso copero, ante la SD Eibar.
Guruzeta avisó con un disparo desviado por el meta local antes de que entre Nico y Berenguer hiciesen una acción de fantasía que el menor de los Williams mandó fuera por poco. Fue el preludio del 0-1, que zurcieron con paciencia a la media hora. Ruiz de Galarreta puso un gran centro medido a la cabeza de Vesga, que remató a lo Aduriz. ¡Menuda manera de celebrar su paternidad y reciente renovación!
El Athletic tuvo el 0-2 nada más empezar la segunda mitad, en un disparo de Nico Williams al travesaño. El Sevilla, intentando a la heroica encerrar a los leones, disfrutó de su única ocasión clara a disparo de Kike Salas que desvió Unai Simón, y en otro centro medido, Herrera encontró en el segundo palo a Paredes para que, con clase, anotase con la derecha su primer gol como león. Disfrute por todo lo alto del millar de seguidores rojiblancos, los bilbainos tomaron una plaza delicada y miran sin complejos hacia arriba.
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