Bruselas.- El Parlamento Europeo y el Consejo de la UE han alcanzado un acuerdo político para actualizar la normativa sobre recogida, tratamiento y vertido de aguas residuales urbanas, que cubrirá las poblaciones desde los 1.000 habitantes y busca proteger mejor el medioambiente y la salud humana.
El conjunto de reglas acordadas, que aún tendrá que adoptar oficialmente el Consejo de la UE y el pleno de la Eurocámara, amplia la normativa e introduce nuevos elementos, como hacer que el productor de medicamentos para uso humano o de cosméticos pague el 80 % de los costes adicionales para eliminar los microcontaminantes del agua.
Además, la nueva normativa prevé fortalecer el seguimiento de distintos parámetros de salud pública como el Sars-CoV-2 y sus variantes, entre otras enfermedades, y también los contaminantes por microplástico y por químicos como las sustancias polifluoroalquiladas o PFAS, también llamadas «químicos eternos».
«Se controlará también la resistencia a los antimicrobianos en las aguas residuales urbanas de aglomeraciones de más de 100.000 de habitantes», señaló el Parlamento en un comunicado.
En líneas generales, las instituciones comunitarias acordaron aplicar un tratamiento secundario (eliminación de materia orgánica biodegradable) a las aguas residuales urbanas, antes de su vertido al medioambiente. Y en todas las aglomeraciones de 1.000 habitantes equivalentes o más para 2035.
Además, para 2039, los países de la UE tendrán que asegurar la aplicación del tratamiento terciario (eliminación de nitrógeno y fósforo) en todas las plantas que cubran 150.000 habitantes y, para 2025, en plantas que cubran 10.000 habitantes.
A partir de 2024 será obligatorio un tratamiento cuaternario en todas las plantas, agregó la Eurocámara.
Los Estados miembros tendrán que enviar a Bruselas sus planes nacionales actualizados en 2026, precisó en una nota la Comisión Europea.
Para descarbonizar el sector se acordó también una progresión de utilización de energía renovable que empezará con el 20 % en 2030 y acabará con el 100 % en 2030.
«El acuerdo que hemos alcanzado hoy es un gran avance para mejorar significativamente los estándares de gestión del agua y tratamiento de aguas residuales en Europa, especialmente con nuevas reglas para eliminar microcontaminantes provenientes de medicamentos y productos de cuidado personal», dijo en un comunicado el negociador jefe del Parlamento Europeo, Nils Torvalds.
El Ejecutivo comunitario aplaudió el acuerdo con un comunicado en el que destacó que la nueva normativa favorecerá «ríos, lagos, aguas subterráneas y mares más limpios en toda Europa».
España
La Comisión Europea, con base en las normas vigentes hasta ahora, denunció a España ante el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) el pasado diciembre por su «incumplimiento íntegro» de la legislación comunitaria sobre recogida y tratamiento de aguas residuales urbanas.
Bruselas reprocha a España que aún no ha garantizado que 29 aglomeraciones se benefician de sistemas de recogida de aguas urbanas mientras que otras 255 áreas urbanas españolas tienen que construir o mejorar la infraestructura.
En 2018, el TJUE ya impuso a España una multa de 11 millones de euros cada seis meses por no depurar sus aguas residuales urbanas en varios municipios del país conforme a la normativa europea. EFEverde