Desde televisores desechados hasta teléfonos tirados, en todo el mundo se genera una enorme cantidad de residuos electrónicos. Las últimas investigaciones muestran que el reto mundial que plantean los residuos electrónicos no va a hacer más que crecer.
La humanidad generó 62 millones de toneladas de desechos electrónicos en 2022, el equivalente a un millón y medio de camiones que, puestos en fila, darían la vuelta al mundo por el Ecuador.
El Informe Mundial de Residuos Electrónicos, que se publica este miércoles, alerta de que la generación de residuos crece a un ritmo cinco veces superior a su reciclaje.
En todo el mundo, está aumentando en 2,6 millones de toneladas anuales, camino de alcanzar los 82 millones de toneladas en 2030, lo que supone una subida del 33% respecto a la cifra de 2022.
Menos de una cuarta parte (22,3%) de los residuos electrónicos fueron reciclados adecuadamente en 2022, dejando 62 millones de toneladas de recursos naturales recuperables sin contabilizar y aumentando los riesgos de contaminación.
Sin embargo, ese 22,3% se prevé que se reduzca al 20% para 2030 debido a la creciente diferencia en los esfuerzos de reciclaje en relación con el asombroso crecimiento de la generación de residuos electrónicos en todo el mundo.
Mayor consumo, menos reparaciones, obsolescencia
Entre los retos que contribuyen al aumento de la brecha se encuentran el progreso tecnológico, el mayor consumo, las limitadas opciones de reparación, los ciclos de vida más cortos de los productos, la creciente electronificación de la sociedad, las deficiencias de diseño y la inadecuada infraestructura de gestión de los residuos electrónicos.
El informe subraya que si los países consiguieran elevar las tasas de recogida y reciclado de residuos electrónicos al 60% de aquí a 2030, los beneficios, incluida la minimización de los riesgos para la salud humana, superarían los costes en más de 38.000 millones de dólares.
También señala que el mundo «sigue siendo asombrosamente dependiente» de unos pocos países en lo que respecta a los elementos de tierras raras, a pesar de sus propiedades únicas, cruciales para las tecnologías del futuro, como la generación de energías renovables y la e-movilidad.
ILO
Sólo el 22,9% de los desperdicios electrónicos de reciclan formalmente.ados en miles de millones de dólares.
La situación en cifras
La compleja situación se refleja en estas cifras:
- 62 millones de toneladas de desechos equivalentes al peso de 107.000 de los aviones de pasajeros más grandes (853 plazas) y pesados (575 toneladas) del mundo, suficientes para formar una cola ininterrumpida de Nueva York a Atenas, de Nairobi a Hanoi o de Hong Kong a Anchorage
- 14 millones de toneladas (22,3%): Masa estimada de residuos electrónicos desechados de forma adecuada, en su mayor parte en vertederos, en 2022
- 31 millones de toneladas: Peso estimado de los metales incrustados en los residuos electrónicos en 2022, junto con 17 millones de toneladas de plásticos y 14 millones de toneladas de otros materiales (minerales, vidrio, materiales compuestos, etc.)
- 000 millones de dólares: El valor de los metales incrustados en los residuos electrónicos en 2022, incluidos 19.000 millones de dólares en cobre, 15.000 millones de dólares en oro y 16.000 millones de dólares en hierro.
- 000 millones de dólares: Valor de las materias primas secundarias (principalmente hierro) recuperadas por la «minería urbana» de residuos electrónicos en 2022.
- 900 millones de toneladas: Extracción de mineral primario evitada mediante la recuperación de materiales a través del reciclaje documentado de residuos electrónicos
- 93 millones de toneladas: Emisiones equivalentes de CO2 evitadas por la gestión formal de los residuos electrónicos – refrigerantes recapturados (41 millones de toneladas), extracción de metales evitada (52 millones de toneladas)
Tras darse a conocer el informe, el director de la Oficina de Desarrollo de las Telecomunicaciones de la Unión Internacional de las Telecomunicaciones, entre las autoras del documento, indicó que “las últimas investigaciones muestran que el reto mundial que plantean los residuos electrónicos no va a hacer más que crecer”.
Para Cosmas Luckyson Zavazava, el hecho de que menos de la mitad de los países del mundo apliquen y hagan cumplir medidas para gestionar el problema hace sonar la alarma en favor de una normativa sólida que impulse la recogida y el reciclaje.
Por su parte, Nikhil Seth, director ejecutivo del Instituto de las Naciones Unidas para Formación Profesional e Investigaciones, dijo que “en medio de la esperanzadora acogida de los paneles solares y los equipos electrónicos para combatir la crisis climática e impulsar el progreso digital, el aumento de los residuos electrónicos requiere atención urgente”.
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