El Paris Saint-Germain firmó otro éxito importante al vencer este domingo al Olympique Lyonnais (4-1). ¡Volvemos a este gran partido!

Volver al control continuo de la Ligue 1 después de haber tocado los cielos de Barcelona: esa era la misión de nuestros parisinos en una nueva velada de gala. Un bastión del fútbol francés, el Olympique Lyonnais, se presentó en un Parque de los Príncipes todavía abarrotado. Un gran cartel de campeonato que Luis Enrique abordó con un once titular aún remodelado con los vaivenes de la jornada. Privado de Lucas Hernández o Nuno Mendes, el técnico español contó con una defensa renovada con la presencia de Danilo y Lucas Beraldo.

Un París-Lyon es a menudo sinónimo de espectáculo en la reciente era de la Ligue 1. Por tanto, debemos esperar una gran batalla contra un rival que se está recuperando desde el inicio de la fase de vuelta. Pero en este pequeño juego de tontos entre dos grandes estrategas, fueron nuestros Rojo y Azul quienes atacaron primero, ¡y de qué manera! ¡No era necesario llegar tarde a nuestro parque en llamas! ¡De entrada, Marco Asensio, autor de una magnífica jugada y servido por Bradley Barcola, empujó a Nemanja Matic para que desviara el balón hacia su propia portería! (1-0, 3º).

Una mano amiga presagia una velada grandiosa. Porque en el proceso, Lucas Beraldo concluyó un córner perfectamente ejecutado por Marco Asensio y hábilmente desviado por Bradley Barcola para llevar el partido a otra dimensión (2-0, 6º). ¡Qué comienzo! Un Barcola precisamente insostenible de su lado. Entre sus devastadores regates, su elegante manejo del balón y sus admirables retiradas defensivas, ¡nuestra joya ofensiva sembró discordia en la defensa de su antiguo club!

Lo cierto es que en el otro extremo del prado también tuvimos que responder al desafío de la tarde. Liderados por un goleador experimentado como Alexandre Lacazette, OL intentó socavar nuestra retaguardia, pero las virtudes mostradas por nuestros parisinos – alrededor de un Marquinhos soberano – aniquilaron los esfuerzos de estos lioneses. Una manera para que nuestro brasileño, celebrado este domingo por la noche desde que se convirtió en el jugador con más partidos internacionales en la historia del Paris Saint-Germain, cierre una semana histórica. Y cuando OL encontró un ángulo de tiro (Lacazette, 24), Gigio Donnarumma estuvo atento. Como para recordar, si es necesario, que este equipo con E mayúscula es uno. En sus destellos y en su resistencia.

Y luego, hay que decir que nuestro ataque todavía tenía algo para presionar a los Lyonnais. Todo el equipo no dejó de sacudir su defensa… ¡hasta que la hicieron tambalearse de nuevo! ¡Y fue otro goleador serial, Gonçalo Gamos, quien una vez más hundió al Parque en el éxtasis con un furioso golpe de casco! (3-0, 33º). Las olas llovieron, entre aplausos de un público entusiasmado por esta magnífica partitura, como Bradley Barcola, cuya violenta repetición se estrelló en el poste. ¡Qué partido el de nuestros parisinos! Entonces sí, la dura oposición se rebeló bajo el liderazgo del giratorio Nuamah, goleador (3-1, 36º) y luego autor de varios avances peligrosos. Pero este partido desenfrenado también pedía desequilibrio. Y esta reacción del Lyon fue en general bien gestionada por nuestros parisinos, que le dieron un empujón salando la cuenta antes del descanso con una recuperación abordada del inevitable Gonçalo Ramos (4-1, 42).

Con semejante resultado al descanso, se puede imaginar que nuestros parisinos regresaron con ganas de presionar donde más duele, gestionando metódicamente esta gran ventaja. Inteligencia unida a un entrenamiento sensato para inyectar sangre fresca a este período tan ocupado. Cabe destacar también la muy buena segunda parte de nuestro Gigio Donnarumma, que supo mostrar sus colmillos cuando fue necesario para disgustar a los oponentes. De principio a fin, nuestros parisinos habrán estado a la altura de este bonito cartel.

Apoyado por sus dirigentes, el Paris Saint-Germain sigue centrado en sus objetivos en los albores de un final de temporada excepcional. Los Rojos y Azules cosechan otro valioso éxito para continuar su fantástica racha en el campeonato y dar un paso más en la búsqueda de su título. Aún queda por escribir el final del capítulo, pero este París es realmente mágico… Esperamos con ansias el resto.

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