EFE
Ciudad del Vaticano
Alcaldes de 65 ciudades del mundo como Madrid, París, Bogotá o Nueva York se han comprometido con el papa a abordar “urgencias planteadas por el cambio climático, la exclusión social y la pobreza extrema”.

Tras el foro “Esclavitud moderna y Cambio Climático: el compromiso de las ciudades”, los regidores firmaron una declaración conjunta, cuyo contenido íntegro fue difundido ayer, en la que acuerdan afrontar “el cambio climático inducido por el ser humano y la exclusión social en las formas extremas de radical pobreza, de esclavitud moderna y de la trata de personas”.

Se trata de “dos dramáticas emergencias correlacionadas” en las que “las ciudades de todo el planeta cumplen un papel clave”, tras reconocer que el cambio climático “es una realidad científica comprobada y su efectivo control es un imperativo moral”.

“Queremos que nuestras ciudades y asentamientos urbanos sean cada vez más socialmente inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles”, declaran los alcaldes.

“Agradezco esta declaración. Deseo que haga mucho bien”, firmó el papa Francisco al final del texto.

En él, los alcaldes valoran el mundo natural “como un don precioso que ha sido confiado a nuestro común cuidado” y reconocen como “deber moral” respetar y nunca devastar la “casa común”.

Son los pobres y excluidos quienes están más expuestos a las “temibles amenazas” del clima, como sequías, tormentas, olas de calor y aumento del nivel del mar y, por ello, los alcaldes se comprometen a proteger a los pobres y vulnerables.

“Hoy la humanidad cuenta con los instrumentos tecnológicos, los medios financieros y el conocimiento adecuado para revertir el cambio climático antrópico, poniendo fin, al mismo tiempo, a la pobreza extrema”, reza el texto.