Toronto (Canadá), 30 ago (EFE).- Los incendios en Canadá en 2023 liberaron 647 megatoneladas de CO2, igualando las emisiones anuales de India y superando a Alemania o Japón.

Un estudio publicado en la revista científica Nature. advierte que las altas temperaturas que propiciaron estos incendios serán habituales para 2050, amenazando la capacidad de los bosques canadienses de retener carbono.

El estudio cifra en 647 megatoneladas de CO2 las emisiones causadas por los fuegos forestales canadienses entre mayo y septiembre de 2023, la temporada de incendios de Canadá.

Y los autores del estudio, un grupo de científicos de Estados Unidos, Canadá y los Países Bajos dirigidos por Brendan Byrne, del Jet Propulsion Laboratory de Pasadena (EE.UU.), advierten que aunque los incendios de 2023 fueron alimentados por temperaturas excepcionalmente superiores a la media, en el futuro esas condiciones serán la norma.

«Las cálidas temperaturas de 2023 fueron excepcionales basadas en los últimos 44 años pero los modelos de clima CMIP6 proyectan que las temperaturas de 2023 será las normales para 2050», señalan los autores.

«Tales cambios probablemente aumentarán la actividad de incendios, arriesgando el potencial de los bosques canadienses» para retener el carbono, añaden.

El riesgo es importante, ya que los bosques canadienses, por su extensión y características, retienen una gran cantidad de carbono, lo que contribuye a ralentizar el calentamiento global.

La masa forestal canadiense cubre cerca de 362 millones de hectáreas y representa el 8,5 % del total mundial.

Los autores del estudio también indican que los incendios forestales influirán en los compromisos internacionales de Canadá en emisiones.

Esto se debe a que las emisiones en 2023 de los incendios forestales en bosques considerados parte de las actividades humanas fueron de 421 megatoneladas de CO2, lo que supone las totalidad de la economía canadiense durante unos 3 años.

«Aunque la magnitud es incierta, es probable que el aumento de la actividad de los incendios en los bosques canadienses reduzca la capacidad de esos bosques para actuar como un sumidero de carbono», advierte el estudio. EFE
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