Por sus vastos recursos hídricos, representados en ríos y lagunas ricos en fauna piscícola, Arauca es un territorio favorable para la producción de peces, lo que también se refleja en su gastronomía. Sin embargo, esa capacidad acuícola se ha quedado en potencial por falta de desarrollo, poco conocimiento técnico y escasa innovación que impulsen este sector productivo, aspectos que la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) busca remediar de la mano de los piscicultores locales.
1Yineth Arango | Periodista Unimedios Sede Orinoquia
Las principales especies cultivadas en la piscicultura de Arauca son la cachama, tilapia roja, yamú y coporo. Foto: Adalberto Roque-AFP.
En este departamento de la Orinoquia es habitual encontrar ofertas gastronómicas con cachama, tilapia, yamú, coporo y otros peces de río, debido a su riqueza fluvial inmersa en la cuenca del Orinoco, cuerpos de agua en sus sabanas inundables o estanques productivos. Pero su variedad se ha quedado rezagada a una producción local que, a pesar de su diversidad, representa apenas el 1% de participación en las cifras de producción piscícola nacional.
Este sector está creciendo, lo que se refleja en cifras del DANE que señalan que para el cuarto trimestre de 2023 la acuicultura en Colombia creció 37,8%, con un ascenso de la producción a 192.000 toneladas; por su parte la producción pesquera alcanzó alrededor de 81.000 toneladas. Esta condición refleja la paradoja de la acuicultura araucana: a pesar de tener un gran potencial, eso no significa una producción significativa.
“Aquí se hace una piscicultura muy empírica, es decir de aprender haciendo. Ellos han tenido que resolver casi solos cómo sacar su producción adelante”, expresa la docente Adriana Patricia Muñoz Ramírez, de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de la UNAL Sede Bogotá, experta en acuicultura y directora del proyecto Arauca Acuícola I+D, financiado por el fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación del Sistema General de Regalías.
“Arauca tiene un ‘potencial escondido’ en piscicultura que ha sido poco desarrollado debido a la falta de apoyo técnico y recursos”, añade. Al observar dicho potencial y sus necesidades, la zootecnista decidió llevar a cabo el proyecto “Fortalecimiento de las capacidades I+D en la cadena acuícola del departamento de Arauca”, o “Arauca Acuícola I+D”, que junto con un equipo de profesionales de la UNAL, araucanos y en alianza con la Federación Colombiana de Acuicultores (Fedeacua), no solo se abordó la producción de peces, sino que además se enfocó en la educación y orientación para la formalización de los piscicultores en busca del desarrollo sostenible del departamento.
El proyecto comenzó en febrero de 2022 y cerró técnicamente en agosto de este año con el innovador Diplomado en Acuicultura para Arauca. A través de un enfoque multidisciplinario, se centra en 4 temas: la responsabilidad ambiental a través del manejo del recurso hídrico y de residuos; la formulación de dietas clave con recursos locales, ordenamiento y buenas prácticas de producción piscícola, así como estudios sobre bienestar animal.
A lo largo del proyecto más de 300 piscicultores de Arauca, Saravena, Fortul, Arauquita y Tame se han beneficiado con talleres, conversatorios y prácticas. Foto: Equipo Arauca Acuícola I+D.
Es posible una acuicultura responsable con el agua y sus residuos
Ubicado en la parte norte de la región de la Orinoquia colombiana, Arauca limita por el norte con el río Arauca y por el sur con los ríos Meta y Casanare; dentro de su territorio corren más afluentes, como los ríos Cravo Norte y Cinaruco, entre otros; estos afluentes no solo son indispensables para el ecosistema del que depende la biodiversidad, sino que además son ideales para la producción pesquera como los peces de cultivo.
Por ello, desarrollar la acuicultura en este departamento depende no solo de aprovechar los ecosistemas hídricos, sino también de minimizar los impactos para hacer que los cuerpos de agua sean sostenibles en el tiempo. Este es uno de los aspectos que se fomenta a través de talleres y capacitaciones en los que se les enseñó a los productores cómo optimizar el uso del agua y cómo retornarlo al medioambiente en condiciones adecuadas.
“Es fundamental que los piscicultores entiendan la importancia de gestionar adecuadamente el agua que utilizan en sus actividades, empezando por conocer mejor el recurso hídrico, cuánto gastan, cómo lo toman del medio y cómo deben retornar el agua que ya no usan, ya que un gran porcentaje se devuelve al medio en condiciones diferentes, porque va con algo de materia orgánica, etc.; pero fue muy importante que ellos conocieran la gran responsabilidad que tienen en sus manos”, explica la profesora Muñoz.
Por ello también se busca desarrollar una acuicultura que tenga en cuenta la gestión de residuos, convirtiendo los desechos orgánicos en biogás, brindándoles la posibilidad de una producción circular, con la obtención de una fuente de energía alternativa para las comunidades locales.
En la UNAL Sede Orinoquia se instaló la planta de biogás para aprovechar los residuos agrícolas y de vísceras de pescado. Foto: Equipo Arauca Acuícola I+D.
“El biogás se produce a partir de las vísceras de pescado y de los residuos agrícolas que se den en la región. En alianza con la UNAL Sede Palmira, en la Sede Orinoquia se instaló un contenedor (container) para producir este combustible; a partir de proporciones específicas de vísceras de pescado, raquis de plátano, y cacota de cacao, que es la cáscara externa del cacao, están produciendo gas para cocinar. Son residuos que aunque normalmente serían enterrados, quemados o botados a la basura, se les puede dar un muy buen uso, que ayuda a mitigar la contaminación”, afirma la directora del proyecto.
El acceso a alimentos de calidad para los peces también ha sido un problema recurrente en la acuicultura de Arauca, ya que muchos piscicultores dependen de alimentos comerciales costosos, y que en ocasiones no están disponibles. A través de la investigación se han desarrollado dietas alternativas con tecnología que utiliza recursos locales y no convencionales, como la producción de harinas de plátano y yuca, incluso fabricación de harinas de pescado a partir de especies locales de bajo valor comercial.
Esto no solo reduce los costos de producción, sino que además promueve el uso de ingredientes que benefician la economía local. La docente Muñoz añade que “la idea es dejar funcionando el laboratorio que gestamos para producir alimentos para animales en la UNAL Sede Orinoquia, el cual contará con una picadora/molino para las materias primas, una mezcladora, una peletizadora, balanza y báscula, es decir una pequeña planta de alimentos, que también puede brindar servicios para la Granja Experimental El Cairo y ser un sitio especialmente de aprendizaje”.
Profesionales de la UNAL Sedes Bogotá, Medellín, Palmira y Orinoquia trabajaron en equipo para cumplir con los objetivos del proyecto. Foto: Equipo Arauca Acuícola I+D.
Esta pequeña planta no solo proporcionará recursos para la alimentación de los peces, sino que además será un espacio para la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías en acuicultura, al que se puedan vincular los estudiantes y más productores, asegurando que los conocimientos adquiridos se mantengan en la región.
Buenas prácticas y ordenamiento productivo del sector acuícola
Aunque bastantes productores tienen formalizado sus sistemas productivos, muchos otros operan de manera informal. En este componente Fedeacua capacita a los piscicultores en buenas prácticas de producción acuícola y en la importancia de cumplir con las normativas para la formalización; este proceso no solo mejora la calidad de los productos, sino que además abre oportunidades para acceder a financiamiento y mercados más amplios.
El bienestar animal también se exploró en relación con las buenas prácticas, ya que “los productores decían que los alevinos (los peces jóvenes que se crían) eran de mala calidad porque se les morían, y el que vendía el alevino expresaba que era el productor que no lo sabía manipular”, comenta la directora del proyecto.
Para esto se realizaron estudios que evaluaran el bienestar de los peces: “se les hizo un raspado de la piel para no sacrificarlos, y a partir de eso se determinó el grado de estrés del animal. Este componente lo manejó una docente de la Sede Medellín que es especialista en bienestar de peces”, explica la docente.
Además, se analizaron las condiciones de transporte de los peces, identificando factores que afectan su bienestar y supervivencia como las largas distancias, el mal estado de las vías y la cantidad de oxígeno y agua necesarias para su correcto mantenimiento.
Se realizaron talleres sobre fabricación de dietas para peces utilizando recursos locales. Foto: Equipo Arauca Acuícola I+D.
Grados en Diplomado en Acuicultura para pequeños productores
El impacto del proyecto se extiende más allá de la producción acuícola, pues inicialmente se esperaba impactar a casi 180 piscicultores y ya se han beneficiado más de 300 personas alrededor de la acuicultura en 5 municipios del departamento: Arauca, Saravena, Fortul, Arauquita y Tame, ya que estos fueron identificados como los de mayor vocación piscícola.
Además, como paso significativo hacia el fortalecimiento del recurso humano del sector en Arauca, se diseñó y ofreció el Diplomado en Acuicultura, que graduará a 78 personas en conocimientos tecnológicos y sostenibles para la producción piscícola. La implementación de plataformas digitales –a través del teléfono móvil– para la educación ha permitido que los piscicultores accedan a información valiosa desde cualquier lugar, facilitando su aprendizaje y adaptación a nuevas prácticas.
La profesora Muñoz expresa que “ha sido una experiencia muy bonita porque nosotros quisimos que el Diplomado fuera diferente y posible para la gente que vive en la ruralidad, entonces se diseñó para ofrecerlo durante todo el periodo académico por una plataforma especializada, así los acuicultores tuvieron acceso a la información las veces que lo requirieron”.
Añade que “son varios módulos, como introducción, conceptos básicos de acuicultura, y algunas cápsulas informativas que abordan los temas del proyecto a profundidad; en general es una plataforma muy buena y muy liviana, y como las cápsulas son cortas no les consume mucho internet. Entonces al piscicultor esto le ha gustado mucho porque pueden estar en cualquier sitio y estudiar el contenido ya sea en las fincas o mientras van al pueblo”.
La docente Adriana Muñoz, experta en acuicultura de la UNAL, dictó talleres y gestó encuentros con los productores en la Sede Orinoquia. Foto: Equipo Arauca Acuícola I+D.
Además del contenido en la plataforma y las sesiones virtuales con la directora del proyecto, se realizaron clases presenciales y prácticas en la Granja de la Sede Orinoquia y en fincas, lo que les permitió a los piscicultores aplicar lo aprendido en sus propios predios.
“Al quedar personas formadas en piscicultura en el departamento se fortalece el territorio, pero es importante darle continuidad al proyecto con los espacios académicos y de investigación para que estas cadenas productivas se visibilicen en la región y que la Universidad siga creando espacios con los productores locales, ya que este iniciativa fue formulada por profesores de cuatro Sedes, y esto también nos da la posibilidad de crear nuevos proyectos para otros departamentos que también lo necesiten”, concluye la docente.
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